Cien años de José María Forqué, el cineasta que retrató nuestro siglo
El 8 de marzo se celebra el centenario del nacimiento de uno de los directores que mejor conectó con los españoles
Carlos Saura, el director que rompió las fronteras del cine español
![El director de cine José María Forqué](https://s2.abcstatics.com/media/play/2023/03/07/jose-maria-forque-kerF--1248x698@abc.jpg)
«… pero la Tierra es muy hermosa». Con estas palabras terminó su breve discurso el guionista, productor, director… hombre de cine José María Forqué cuando recibió el Goya de Honor de la Academia el 20 de enero de 1995. Menos de dos meses después, el ... 17 de marzo, la abandonaba, aunque no del todo, pues dejaba aquí un gran recuerdo en la profesión, una enorme y puntualmente brillante filmografía el nacimiento de unos premios que llevaban su nombre y que señalan, año tras año, lo mejor del curso cinematográfico.
Ahora se cumple la fecha del centenario de su nacimiento, en Zaragoza, el 8 de marzo de 1923, y es ocasión de recordar cómo retrató su siglo en su obra cinematográfica, desde el melodrama social de sus primeras películas en los años cincuenta, a la intriga y el ‘thriller’ de las posteriores, a la comedia en sus diversos tonos de los años sesenta, el musical, el cine frívolo de los setenta o incluso la ciencia ficción en su última película, ‘Nexus 2.431’, estrenada poco antes de su muerte.
Un paisaje de más de cincuenta películas en el que se aprecian claramente dos cimas, dos títulos de importancia y trascendencia enorme, ‘Amanecer en Puerta Oscura’ y ‘Atraco a las tres’ . ‘Amanecer en Puerta Oscura’ es muchas cosas, entre ellas un wéstern local, bandolero, pero también una pintura social y una parábola sobre ‘el buen ladrón’ y ese concepto tan hispano de ‘tirarse al monte’; además venía a demostrar lo falso de ese manido tópico de que Paco Rabal solo fue un buen actor cuando llegó a viejo, pues aquí está espléndido en su turbio y ambiguo personaje. Y ‘Atraco a las tres’ compite sin complejos por ser la mejor comedia española de siempre, y su gracia y apunte social son hoy, más de sesenta años después de su estreno, tan frescos como entonces.
Trabajó con textos de autores como Torcuato Luca de Tena, Alfonso Paso, Miguel Mihura, con guionistas como Alfonso Sastre, Jaime de Armiñán, Pedro Masó, Ricardo Muñoz Suay, Vicente Coello, Rafael Azona, hizo musicales con Rocío Dúrcal, Carmen Sevilla, con el grupo Los Bravos y combinó géneros como la comedia, el cine negro, el thriller o el erótico siempre con eficacia, profesionalidad y talento, y con un ojo puesto en la censura y el otro en su cometido de refractor de la sociedad de su tiempo y sin darle la espalda al compromiso, al testimonio y a la reflexión. Y para ello, contó con los más grandes actores del cine español, y la lista es completa: en su filmografía está impresa toda la nómina del cine-guía de la interpretación de su siglo.
Con los más grandes del cine español
Algunos personajes, actores, géneros y títulos inolvidables de su obra quieren acudir ahora aquí para conmemorar la fecha de su centenario: el inspector nocturno y obsesivo que interpretaba Adolfo Marsillach en ‘001, policía al habla’ ; la víctima de una brutal agresión, Emma Penella, en la negrísima ‘De espaldas a la puerta’; la voluptuosa Silvia Pinal en la comedia ‘Maribel y la extraña familia’; el Rabal de ‘Amanecer en Puerta oscura’, pero también el fotógrafo republicano y conciliador en ‘La noche y el alba’; el equipo completo de actores de ‘Atraco a las tres’, con un Alfredo Landa primerizo, casi de estreno; las chicas ye ye ( Conchita Velasco , Amparo Soler Leal, Laura Valenzuela) de ‘Las que tienen que servir’; aquel López Vázquez y aquella Julia Gutiérrez Caba, humildes pero honrados, de ‘Un millón en la basura’; el Ramón y Cajal que le bordó Marsillach para la serie televisiva, o el Puigcorbé barbado de ‘Miguel Servet, la sangre y la ceniza’…, o su dramática incursión en el mundo de la tauromaquia en ‘Yo he visto a la muerte’, con figuras como Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín o Álvaro Domecq, y que había anunciado unos años antes con ‘La becerrada’, una inclasificable comedia empapada de drama y de ese ‘humor somarda’ exclusivo de Aragón y que él cultivó como buen zaragozano.
Un humor, el ‘somarda’, que no es ni blanco ni negro, ni sutil ni grosero, que tiene que ver con lo socarrón, lleno de erres, como retranca y baturro y que no tanto se apoya en el ‘chiste’ como en las solapas de la situación, y el ejemplo más claro tal vez esté en sus películas como ‘Atraco a las tres’, ‘Casi un caballero’, ‘La becerrada’, ‘Una pareja… distinta’ o ‘Vacaciones para Ivette’, películas de gran seriedad en la puesta en escena y los diálogos que apenas permiten entrever los dramas que hay detrás, pero que consiguen que se ‘esbafe’ la comedia como una gaseosa agitada.
Estamos en otro siglo, en otras guerras, en otro cine, pero el que nos ha dejado José María Forqué siempre estará ahí para decirnos cuatro o cinco cosas que no deberíamos olvidar.
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