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Trump gana en New Hampshire y ahoga las opciones de Haley

«Que haga lo que quiera», dijo el expresidente sobre una posible retirada de la exgobernadora de Carolina del Sur

Haley se resiste a tirar la toalla: «La carrera está lejos de haber acabado»

Calamitoso arranque de Biden: interrupciones y auditorio vacío

Guerra Civil y racismo: los fantasmas de EE.UU. aparecen en las primarias

El expresidente estadounidense y candidato presidencial republicano Donald Trump habla en un mitin antes de las elecciones primarias REUTERS/Mike Segar
Javier Ansorena

Javier Ansorena

Corresponsal en Nueva York

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Antes de que se votara este martes en New Hampshire, las primarias republicanas eran cosa de dos: Donald Trump, expresidente de EE.UU., y Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante la ONU. Ahora es difícil pensar que no sea cosa de uno, pese a que Haley consiguió un resultado algo mejor de lo esperado.

Donald Trump, favorito absoluto para la nominación republicana a la presidencia de EE.UU., se impuso con claridad en New Hampshire, el segundo estado en liza en las primarias tras los caucus de Iowa del pasado martes. Con el 91% escrutado, el expresidente obtenía un 54,8% de los votos, frente al 43,2% de Haley.

El resultado confirma a Trump como ganador casi irremediable de las primarias. El expresidente se impuso a Haley por más de treinta puntos en Iowa -entonces seguía en la carrera Ron DeSantis, gobernador de Florida, que dijo adiós el domingo- y en New Hampshire lo ha hecho con una diferencia de dos dígitos, algo considerado de forma general como un triunfo incontestable.

El problema para Haley no es la distancia en la votación, sino el tipo de electorado que participaba este martes. En su estrategia de campaña, New Hampshire debía ser el trampolín hacia su nominación, el estado en el que conseguiría una victoria que demostraría que puede ganarle a Trump. Su electorado le favorece. Haley tiene un marchamo de candidata moderada, de alternativa al caos y las turbulencias de Trump, y New Hampshire es territorio favorable: hay mucho votante independiente -cerca del 40%- que, además, puede participar en las primarias republicanas; y los votantes republicanos son, por lo general, más moderados, con más ingresos y con más estudios que en otros estados. Es decir, su público.

Así va la carrera hacia la nominación

Candidatos demócratas

Calendario

Primarias / caucus

Enero

Abril

23

2

6

13

23

28

Febrero

Mayo

3

6

27

7

14

21

25

Junio

Marzo

4

8

5

12

19

23

Supermartes

Delegados conseguidos

0

100

200

300

400

500

Joe

Biden

55

Dean

Phillips

Marianne

Williamson

Joe

Biden

Candidato con más delegados

Candidatos republicanos

Calendario

Primarias / caucus

Enero

15

23

Supermartes

Febrero

8

24

27

Marzo

2

3

4

5

12

15

16

19

23

Abril

2

20

21

23

Mayo

7

14

21

Junio

4

Delegados conseguidos

0

100

200

300

400

500

Donald Trump

31

Ron DeSantis

Retirado

8

Nikki Haley

15

Vivek

Ramaswamy

3

Donald Trump

Candidato con más delegados

Así va la carrera hacia la nominación

Candidatos demócratas

E

F

M

A

M

J

Calendario

Primarias / caucus

23

3

6

27

5

12

19

23

2

6

13

23

28

7

14

21

25

4

8

Supermartes

Delegados conseguidos

Candidato con más delegados

0

100

200

300

400

500

Joe Biden

55

Dean Phillips

Marianne Williamson

Joe Biden

Candidatos republicanos

E

F

M

A

M

J

Calendario

Primarias / caucus

15

23

8

24

27

2

3

4

5

12

15

2

20

21

7

16

19

23

23

14

21

4

Supermartes

Delegados conseguidos

0

100

200

300

400

500

Candidato con más delegados

Donald Trump

32

Ron DeSantis

9

Retirado

Nikki Haley

17

Donald Trump

Vivek Ramaswamy

3

Haley, además, había puesto buena parte de su potente músculo de campaña -muchos de los grandes donantes republicanos se han ido con ella- en este pequeño estado del nordeste y había conseguido el respaldo de su gobernador, Christopher Sununu, un republicano moderado.

Las expectativas de Haley y de su equipo en New Hampshire eran enormes. El propio Sununu dijo hace mes y medio que la exembajadora ganaría aquí «por goleada». Las encuestas, incluso las más optimistas, pintaban algo diferente. Como mucho, colocaron a Haley segunda, por detrás de Trump. Sununu acabó diciendo que el objetivo era conseguir un «buen segundo puesto».

Las últimas encuestas, publicadas el fin de semana, antes del abandono de DeSantis, acabaron por desinflar las expectativas de Haley. La de CNN daba a Trump una ventaja cómoda, 50% de los apoyos, frente al 39% de Haley y el 6% de DeSantis. Otra, del 'Boston Globe' ofrecía un resultado similar: 53% para Trump, 36% para Haley y 6% para DeSantis. Lo mismo ocurría con la de 'The Washington Post': 52% para Trump, 34% para Haley, 8% para DeSantis. El resultado final, que apuntaba en el final del escrutinio hacia una diferencia de entre diez y once puntos, mejoraba las expectativas creadas por los sondeos.

A eso buscó aferrarse después Haley, pero es cuestionable si logró incluso un premio menor. Es difícil pensar que, sin ser capaz de acercarse de verdad a Trump en un territorio favorable, logrará hacerlo en batallas que tendrá mucho más cuesta arriba, como en Carolina del Sur a finales del mes que viene, la siguiente gran cita.

Cada bando trató de arrimar el ascua a su sardina. «La carrera ha acabado», compartió la campaña de Trump en un comunicado cuando al comienzo del recuento las proyecciones daban como ganador al expresidente. «La carrera está muy lejos de haber acabado», proclamó una Haley eufórica en su discurso de celebración de resultados. La aspirante tuvo la habilidad de salir a hablar pronto, para tratar de imponer una narrativa que le interesaba: que quedaba mucha pelea por delante y que no pensaba tirar la toalla. Para entonces, la diferencia con Trump estaba por debajo de los diez puntos, lo que hubiera sido un resultado más ilusionante. Pero el escrutinio estaba todavía alrededor del 20% y el avance del recuento trajo después noticias menos buenas para ella.

Esa picardía de Haley quizá no sentó bien a Trump, que apareció visiblemente molesto en un discurso en el que tenía mucho más que celebrar que su rival. Atacó con fiereza a Haley, a la que tachó de «impostora» por aparentar, como ya hizo en Iowa, haber ganado. Incluso llegó a deslizar que la exgobernadora de Carolina del Sur estaría «bajo investigación» si llega a ganar por «algunas cositas de las que no quiere hablar». Trump se cuidó de tener detrás suyo a Tim Scott, senador de Carolina del Sur, el estado donde nació Haley y donde llegó a gobernadora. Scott, que puso fin a su propia campaña presidencial antes de que empezaran las votaciones, dio su respaldó a Trump hace unos días, a pesar de que Haley fue quien le designó para el Senado.

Aquel estado sureño es la siguiente gran batalla de las primarias, a finales de febrero. Pese a que Haley jugará en casa, puede que lo haga con el público en contra. Trump tiene gran ascendencia en su electorado, las encuestas le dan una ventaja de al menos treinta puntos frente a Haley y la abrumadora mayoría de los mandamases estatales republicanos le han dado su respaldo.

Trump se va de New Hampshire con una victoria clara que le propulsa a la nominación. A falta de grandes sorpresas, no parece que Haley pueda amenazar su liderazgo en la mayoría de estados y no tiene una ruta hacia la nominación. Pero New Hampshire también deja advertencias para el futuro: el expresidente tiene problemas para convencer a los moderados del partido y a los independientes. Y, si le dan la espalda en noviembre, tendrá muy complicado ganar la elección a Joe Biden.

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