Trump entabla contacto con Maduro: manda a Caracas a un enviado especial
Ric Grenell se vio con el presidente Trump en el Despacho Oval recientemente, con la idea de ayudar en repatriaciones
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Richard Grenell, enviado especial de Donald Trump para misiones especiales, tiene previsto reunirse con el dictador venezolano Nicolás Maduro en Caracas. Este encuentro se produciría en un contexto de las exigencias del nuevo presidente de Estados Unidos de que Venezuela debe ... aceptar a sin papeles que hayan cometido delitos y vayan a ser repatriados.
Fuentes diplomáticas han confirmado a ABC que Grenell, que ya se vio con jerarcas chavistas en 2020, iba a viajar a Caracas con ese fin.
El senador Ric Scott, de Florida, dijo en la red social X: «Espero que durante la visita de hoy, lo único en que Richard Grenell se concentre sea en exigir el regreso de los estadounidenses secuestrados, garantizar que Maduro recupere a los matones y delincuentes en nuestro país y encontrar un nuevo país al que Maduro, Diosdado [Cabello] y cualquier otra persona involucrada en este régimen de matones puedan reubicarse lo antes posible». Respondía el senador a una información de la cadena CNN, que publicó que ese viaje iba a producirse el viernes.
Espero que durante la visita de hoy, lo único en lo que se centre @RichardGrenell sea exigir el regreso de los estadounidenses secuestrados, asegurar que Maduro devuelva a los matones y a los miembros de las pandillas de nuestro país, y encontrar un nuevo país para que Maduro,… https://t.co/91lLM2sgBi
— Rick Scott (@SenRickScott) January 31, 2025
El día que volvió a la Casa Blanca, Donald Trump fue preguntado por ABC por si sigue apoyando la salida de Maduro del poder, pero no se pronunció. «Dejaremos de comprar crudo venezolano», se limitó a decir. «Veremos».
Durante su primer mandato, el presidente Trump implementó una política de máxima presión contra el régimen de Maduro, imponiendo sanciones que afectaron sectores clave de la economía venezolana, especialmente el petrolero. Estas medidas buscaban forzar una transición democrática en Venezuela que no se produjo.
Este mes, Maduro asumió un tercer mandato presidencial tras unas elecciones fraudulentas en julio de 2024, cuyos resultados fueron rechazados por Estados Unidos y otros países, que reconocieron al líder opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo. En respuesta, Estados Unidos, bajo Joe Biden, y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a funcionarios venezolanos, acusándolos de represión y manipulación electoral.
La reunión entre Grenell y Maduro podría indicar un intento de reactivar el diálogo entre Washington y Caracas. Es una vía de diálogo que ya intentó Biden. Grenell se vio recientemente con Trump en el Despacho Oval, y publicó una imagen de él mismo con Trump con el mensaje: «Está centrado en lo que es mejor para los americanos».
En 2022 el principal asesor de la Casa Blanca para América Latina, Juan González, encabezó la primera misión de alto nivel de Washington a Venezuela en años, un movimiento que muchos interpretaron como un intento de acercamiento con el régimen de Maduro. Sin embargo, su viaje estuvo marcado por la controversia debido a la informalidad con la que fue presentado: una imagen en Instagram con la frase «Operación Belieber» provocó indignación entre la diáspora venezolana y sectores críticos de la Administración Biden.
Durante su gestión, González promovió una política de diálogo con Caracas que resultó en varias concesiones unilaterales, incluyendo el levantamiento de sanciones a figuras clave del chavismo, la liberación de los «narcosobrinos» de Cilia Flores y la excarcelación de Alex Saab, considerado testaferro de Maduro. Estas decisiones fueron recibidas con escepticismo por parte de la oposición venezolana y de figuras dentro del propio gobierno estadounidense, especialmente fiscales que habían trabajado en causas contra el chavismo.
Mauricio Claver-Carone, encargado de América Latina en el Departamento de Estado, es decir, un cargo diplomático, ha sido categórico en que el contacto con Maduro no es, a su tender, una concesión: «Venezuela debe aceptar la repatriación de pandilleros indocumentados, sin negociación posible», y «los rehenes estadounidenses retenidos en el país deben ser liberados de inmediato». Según Claver-Carone, la postura de Trump sobre Venezuela «no ha cambiado» y sigue centrada en el «no reconocimiento de elecciones fraudulentas y la necesidad de un cambio democrático real». Los dos puntos clave de la negociación son «el retorno de migrantes y pandilleros venezolanos» y «la liberación inmediata de los rehenes estadounidenses, sin intercambios ni concesiones».
El negociador de confianza de Trump
Durante el primer mandato de Trump, Grenell ya participó en contactos informales con el chavismo. En 2020, se reunió en secreto en México con Jorge Rodríguez, uno de los principales dirigentes del régimen, en un intento por negociar la salida de Maduro del poder. Aquella gestión, aprobada por la Casa Blanca pero desconocida por el Departamento de Estado, no tuvo éxito.
Grenell es un diplomático y estratega político estadounidense que ha ocupado varios cargos clave en la administración de Trump. Fue embajador de Estados Unidos en Alemania entre 2018 y 2020 y, posteriormente, director en funciones de Inteligencia Nacional, convirtiéndose en el primer funcionario abiertamente gay en ocupar un puesto en el gabinete presidencial.
También fue enviado especial de la Casa Blanca para las negociaciones entre Serbia y Kosovo. A lo largo de su carrera, Grenell ha sido un gran aliado de Trump y ha desempeñado un papel activo en la política exterior estadounidense, a menudo actuando como intermediario en negociaciones sensibles fuera de los canales diplomáticos tradicionales.
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