El Partido Conservador británico elige a Kemi Badenoch como su nueva líder

Al dirigirse a sus seguidores y miembros del partido, Badenoch pronunció un emotivo discurso. «Quiero empezar agradeciendo a Richard Fuller por su labor como presidente de nuestro partido desde julio. También quiero rendir homenaje a todos en el Partido Conservador que han participado en esta larga campaña. Ha sido una experiencia que ninguno de nosotros, los candidatos, olvidará. Gracias por acogernos en sus comunidades, en sus salones comunales, en sus pubs y en sus hogares. Es un honor enorme ser elegida para este papel, para liderar el partido que amo, el partido que tanto me ha dado. Espero poder devolver todo lo que me ha dado».

Badenoch también aprovechó la oportunidad para agradecer a su familia y, en particular, a su esposo, y dedicó palabras de reconocimiento a Rishi Sunak, el líder saliente. «Rishi, nadie podría haber trabajado más duro en tiempos tan difíciles. Gracias por todo lo que hiciste. Te deseamos a ti y a tu maravillosa familia lo mejor para el futuro».

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El proceso de selección para reemplazar a Sunak fue largo y desafiante, reflejo de los profundos cambios que los conservadores buscan emprender tras la aplastante derrota electoral frente al Partido Laborista en julio. Badenoch y Jenrick destacaron entre los seis candidatos iniciales, que incluían figuras de peso como James Cleverly o Priti Patel quienes también aspiraron a liderar el partido pero fueron eliminados en rondas previas de votación entre los conservadores. Cada aspirante debía contar con el respaldo de al menos diez diputados y reunir una financiación mínima de 200.000 libras para avanzar en las etapas iniciales de la contienda.

Badenoch, ex responsable de Mujer y de Igualdad, se ha convertido en una figura emblemática para la base conservadora, especialmente por sus posturas firmes en temas de identidad de género. En contraste, Jenrick, que estuvo a cargo de Inmigración, había centrado su campaña en una política migratoria más estricta, llegando incluso a renunciar a su cargo tras su profundo desacuerdo con las medidas de Sunak sobre el plan de enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, que Jenrick consideraba insuficientes.

En su primer discurso como líder tory, Badenoch habló con contundencia sobre la necesidad de una renovación profunda en el partido, reconociendo que los conservadores han cometido errores significativos en los últimos años. Según sus palabras, estos errores han contribuido a erosionar la confianza de la ciudadanía en el partido. «Para ser escuchados, debemos ser honestos. Honestos sobre el hecho de que cometimos errores, honestos sobre el hecho de que dejamos caer los estándares», afirmó. Pese a la autocrítica, no señaló a qué errores en concreto se refiere ni a sus responsables, y añadió que es el momento de «decir la verdad» y «reiniciar nuestra política y nuestro pensamiento» para ofrecer al país un nuevo comienzo.

La elección de Badenoch generó una oleada de reacciones políticas. Desde el Partido Laborista, el líder y primer ministro Keir Starmer la felicitó, destacando que su victoria es «un momento de orgullo para nuestro país» al convertirse en la primera líder negra de un partido de Westminster. Starmer publicó su mensaje en redes sociales, subrayando la importancia de este logro en la historia británica: «Felicitaciones, KemiBadenoch, por convertirte en la nueva líder del Partido Conservador. El hecho de que seas la primera líder negra de un partido de Westminster es un momento de orgullo para nuestro país». A pesar de estas palabras, Badenoch es poco probable que se enfoque en el simbolismo de su ascendencia en el cargo. Durante su período al frente de Igualdad, criticó lo que considera una excesiva atención de la izquierda hacia la política de identidad y el enfoque en las desigualdades estructurales, incluyendo las de las personas negras, en el Reino Unido.

Además de Starmer, otros líderes de la oposición también expresaron su opinión sobre la elección de Badenoch. El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, resaltó que su elección es histórica para el Reino Unido, aunque criticó al Partido Conservador por sus divisiones internas y su incapacidad para enfrentar los problemas que aquejan al país. «Los votantes de todo el país creen que su partido está demasiado dividido, desconectado de la realidad y reacio a aceptar sus propios fracasos», sostuvo Davey.

Por otro lado, el Partido Nacional Escocés (SNP) adoptó un tono mucho más crítico. Keith Brown, el segundo de la formación, acusó a los conservadores de haber «abrazado la extrema derecha» con la elección de Badenoch, y aseveró que su liderazgo marca un giro hacia políticas regresivas en derechos laborales y de minorías. Esta acusación apunta a las posiciones de Badenoch en temas de derechos de género y políticas de maternidad, que han generado controversia entre los sectores progresistas.

Boris Johnson, ex primer ministro y aliado de Badenoch, le expresó su apoyo incondicional, afirmando que su liderazgo inyectará «un necesario vigor» al partido y que su capacidad para «exponer los fallos de Starmer» podría ser crucial en una futura contienda electoral. «Kemi tiene el coraje y la claridad necesarios para hacer frente a los fracasos de Starmer», escribió Johnson, augurando que Badenoch podría guiar a los conservadores de vuelta al poder.

Por su parte, figuras de la derecha como Richard Tice, líder adjunto de Reform UK, criticaron a Badenoch por su papel en el gobierno de Sunak. Tice arremetió contra ella diciendo que «estuvo al frente de un gobierno que le falló a Gran Bretaña», y la acusó de priorizar sus «propias perspectivas de carrera» sobre el servicio a la ciudadanía. Con su elección como líder, según Tice, Badenoch repetirá esos fracasos.