Annalena Baerbock, la Merkel verde

La propia candidata de Los Verdes alemanes misma utiliza la similitud entre el trampolín y la política: «En cada nueva figura que aprendes, no sabes si aterrizarás con la cabeza o con los pies, por lo que tienes que ser capaz de evaluarte increíblemente bien, conocer tus fortalezas y tus límites». De oratoria asertiva y solvente, sobre todo en economía, su punto débil es su falta de experiencia de gobierno. «Sí, nunca he sido canciller o ministra», dice, «pero yo defiendo la renovación donde los que sí tienen experiencia defienden el statu quo ».

Vive en un barrio bien de Potsdam , las afueras ricas de Berlín, y está casada con Daniel Holefleisch , miembro también del partido y apodado ‘Jürgen Klopp’, por su labor desde el vestuario de Los Verdes y por su innegable parecido físico con el entrenador nacional. Juntos son padres de dos hijas en edad escolar primaria y Annalena ya ha adelantado que no cree que «el trabajo de canciller esté excluido para las madres».

En los meses en que se urdía su candidatura, ha escrito un libro que se publicará en junio con el muy electoral título ‘Jetzt. Wie wir unser Land erneuern’ (Ahora. Cómo renovamos nuestro país), que tiene asegurado el éxito de ventas.

Antes incluso de comenzar la campaña, su estrategia es ya la de convertirse en hacedora de coaliciones. «Hemos hablado intensamente sobre esta decisión, desde hace meses y en los últimos días», ha dicho sobre la línea a seguir, « representamos un nuevo estilo de hacer política, basado en la cooperación ».

A Baerbock se le reconoce en el partido una gran competencia en materia económica, su instinto político, y sus respuestas rápidas y claras, sin complejos, que la conectan con la generación de votantes más jóvenes.