Suscríbete a
ABC Premium

Kenneth Iwamasa, el asistente de Matthew Perry que lo encontró flotando en el jacuzzi, se declara culpable

El caso de la muerte del protagonista de 'Friends' ha dado un giro inesperado al descubrirse que los acusados presuntamente se aprovecharon de su adicción para lucrarse

Quién es Jasveen Sangha, la 'Reina de la Ketamina' implicada en la muerte de Matthew Perry

Varios detenidos en relación con la muerte del actor Matthew Perry, entre ellos un médico

Matthew Perry en los Premios Emmy, 2012 GTRES
Daniella Bejarano

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La trágica muerte de Matthew Perry, icónica estrella de la serie 'Friends', ha tomado un giro inesperado tras casi un año de investigaciones. Perry, quien falleció el 28 de octubre de 2023 a los 54 años, fue hallado sin vida en el jacuzzi de su lujosa residencia en Pacific Palisades, Los Ángeles. Inicialmente tratada como un accidente, su muerte fue un duro golpe para sus fans y compañeros de reparto, quienes recordaban su eterna lucha contra la adicción. Sin embargo, recientes avances han revelado un oscuro entramado de criminalidad que podría haber precipitado su fatal destino.

Este viernes Kenneth Iwamasa, el asistente personal del actor, se ha declarado culpable de «conspirar para distribuirle» la ketamina que se relaciona con la muerte del actor, según han asegurado medios estadounidenses.

Iwamasa, de 59 años, ha afirmado que «inyectó repetidamente ketamina a Perry sin ningún tipo de indicación médica» y ha reconocido haberle inyectado «en múltiples» ocasiones el día que falleció, el 28 de octubre del pasado 2023, según ha hecho público el Departamento de Justicia este jueves 15 de agosto.

El asistente es una de las cinco personas detenidas por la policía de Los Ángeles, que les acusa de estar presuntamente involucradas en una red criminal responsable de suministrar a Perry la droga que lo llevó a la muerte. Entre los arrestados se encuentran figuras cercanas al actor, incluidos dos médicos y dos traficantes de drogas. Este grupo es acusado de haber explotado la vulnerabilidad del actor, quien luchaba desde hace años con problemas de adicción, para lucrarse a su costa.

Una red criminal implicada

El fiscal federal Martin Estrada, quien lidera la acusación, describió la operación como una «amplia red criminal clandestina». Los involucrados, en su mayoría profesionales de la salud, habrían abusado de su posición de confianza para vender a Perry grandes cantidades de ketamina, un anestésico utilizado en el tratamiento de la depresión y la ansiedad, pero que, en dosis elevadas, puede ser letal.

Kenneth Iwamasa era el asistente personal de Perry y fue quien lo encontró flotando inconsciente en su jacuzzi aquella fatídica tarde. Iwamasa no solo estaba presente durante los últimos momentos de vida del actor, sino que, según las investigaciones, también habría jugado un papel activo en la obtención y administración de la ketamina al actor. Junto a él, los médicos Salvador Plasencia y Mark Chávez han sido señalados como los principales proveedores de la droga.

El rol de los médicos

Salvador Plasencia, uno de los médicos arrestados, operaba en una clínica en Calabasas, una exclusiva comunidad en el noroeste de Los Ángeles. Según los fiscales, Plasencia era consciente de los peligros que corría Matthew al consumir ketamina, pero aun así continuó vendiéndole la droga. En un mensaje de texto recuperado por las autoridades, Plasencia se burlaba de la situación, preguntando a Chávez cuánto más podría exprimir económicamente al actor. La codicia superó cualquier ética profesional, lo que llevó a la administración de dosis cada vez más elevadas, que deterioraron la salud de Perry de manera irreversible.

Mark Chávez, el otro médico involucrado, también fue acusado de conspiración para distribuir ketamina y falsificación de registros médicos. A pesar de conocer el riesgo que representaba para el recordado 'Chandler', decidió involucrarse en esta operación para obtener ganancias rápidas. Ambos médicos vendían viales de ketamina al actor por cantidades exorbitantes, a pesar de que ellos mismos adquirían la droga a precios muy inferiores.

'La reina de la ketamina' y la conexión con el tráfico de drogas

Otro de los personajes clave en esta trama es Jasveen Sangha, conocida en el bajo mundo como 'La reina de la ketamina'. Sangha, que dirigía una operación de tráfico de drogas en el norte de Hollywood, era la encargada de suministrarle grandes cantidades a Perry. La investigación reveló que la mujer mantenía un almacén clandestino desde donde distribuía la droga a sus clientes, incluido el famoso actor.

Según las autoridades, Sangha fue quien proporcionó a Perry la dosis fatal de ketamina. Este suministro se realizaba a través de un intermediario, Erik Fleming, quien ya ha admitido su culpabilidad en la conspiración para distribuir la droga. Fleming era el encargado de llevar los viales directamente a la residencia de Perry, asegurándose de que el actor tuviera siempre acceso a la sustancia.

Las pruebas y declaraciones

Las pruebas recopiladas por la fiscalía incluyen mensajes de texto entre los acusados, en los que discutían abiertamente sobre la venta de ketamina a Perry y especulaban sobre las ganancias que podrían obtener de su adicción. Estos mensajes muestran el desprecio de los implicados por la salud del actor, a quien veían únicamente como una fuente de ingresos.

Anne Milgram, directora de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, fue clara al condenar las acciones de los médicos implicados: «Plasencia y Chávez violaron su juramento de cuidar a sus pacientes, causando un daño irreparable solo por dinero. Este caso debería ser un recordatorio de que cualquier persona involucrada en el tráfico de drogas será llevada ante la justicia».

La investigación también reveló que Perry tenía en su organismo, al momento de su muerte, una cantidad de ketamina suficiente para una anestesia general, lo que resultó en su sobredosis. Además, se encontraron otros factores contribuyentes, como el ahogamiento y una enfermedad coronaria, lo que refuerza la teoría de una muerte accidental provocada por la combinación de múltiples problemas de salud exacerbados por el abuso de drogas.

Los cinco detenidos enfrentan cargos graves, con posibles penas que varían desde 10 años hasta cadena perpetua. El juicio que se avecina promete ser uno de los más mediáticos de los últimos años, no solo por la fama de la víctima, sino también por las implicaciones éticas y legales que surgen del abuso de la confianza depositada en profesionales de la salud.

Este caso ha generado un debate en Estados Unidos sobre el acceso y control de sustancias como la ketamina, y ha puesto en evidencia la necesidad de mayores controles sobre la práctica médica en el tratamiento de adicciones. La tragedia de Matthew Perry no solo ha dejado un vacío en la vida de sus seres queridos y admiradores, sino que también ha expuesto las sombras que pueden rodear a quienes luchan contra la adicción, convirtiéndolos en presas fáciles para aquellos que buscan lucrarse sin importarles el costo humano.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación