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La historia menos conocida de Madame de Rosa, la gran 'influencer' de la moda: un marido en la cárcel y con múltiples antecedentes

Cuando Ángela Rozas Sáiz se casó con Miguel Ángel, él ya arrastraba varias reseñas policiales

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Carlos Hidalgo y Laura G.

Madrid

Su verdadero nombre es Ángela Rozas Saiz (42 años), nació un 6 de enero y todo el mundo la conoce como Madame de Rosa. La 'influencer' saltó a la fama por sus looks arriesgados y sus consejos de belleza. Aunque cuenta con más de 700.000 seguidores en Instagram, su forma de vestir también le ha generado grandes detractores que la acusan de «sexualizar a las mujeres» con su estilo. Sin embargo, lejos de quedarse callada, defiende sin ambages su libertad: «Qué pesadilla creer que voy así por un rollo feminista. Voy así porque me da la gana, que es lo que deberíamos hacer todas. Haced lo que nos dé la gana».

Madame de Rosa es una habitual en los desfiles más importantes del mundo, una de las creadoras digitales de moda más influyentes de España, hasta el punto de que en 2023 la lista Forbes la incluyó entre los 100 creadores de contenido más relevantes del país. Ese mismo año ganó el premio Ídolo, un certamen auspiciado por Dulceida, a la mejor influencer de moda. En su discurso de aceptación, destacó el mérito de haber llegado hasta donde está sin pedir favores a nadie ni ser hija, ni esposa, ni hermana de alguien, todo gracias a su propio esfuerzo. Un discurso que levantó ampollas entre algunos miembros de la comunidad 'influencer' con apellidos o parejas ilustres.

Pero en su vida, no todo es color de rosa. Según ha podido saber ABC, su marido, Miguel Ángel H. A., de 47 años, lleva presuntamente más de 25 años moviéndose por el lado oscuro de la ley. Llegó a atesorar un amplio historial delictivo en las bases de datos policiales. Ahora, lleva meses encarcelado en la prisión de Navalcarnero (Madrid), tras ser detenido el pasado 12 de marzo en su domicilio de Las Cárcavas-San Antonio (distrito de Hortaleza), tras un registro, según ha podido saber este diario por fuentes policiales y penitenciarias. Ya en 2011, ABC hablaba de sus andanzas, cuando, con dos compinches, fue arrestado durante un golpe con butrón en una joyería de la calle del Pilar de Zaragoza, en el distrito de Salamanca de la capital de España.

Por entonces, el esposo de la reconocida 'influencer' ya era un viejo conocido de la Policía: sumaba 26 antecedentes desde 1998. Su nombre había aparecido en operaciones de robos con fuerza, como butrones, alunizajes o uso de coches de alta potencia para acceder a establecimientos de lujo.

Entretanto, en junio de 2012, la Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión por salud pública en una investigación sobre tráfico de drogas, pero Miguel Ángel se había esfumado. Presentaba en ese momento cuatro reclamaciones judiciales por presuntos robo con violencia e intimidación, drogas, asociación ilícita y estafa. En agosto de 2013, la Policía Nacional volvió a apresarlo, ya en calidad de fugitivo, cuando regresaba de unas vacaciones veraniegas en un hotel de Playa de Bossa (Ibiza). Tres años antes, ya le habían engrilletado en la isla pitiusa, por otros delitos.

La abogada de Ángela asegura que la pareja lleva un tiempo separada. Ángela, como cualquier madre, se vuelca en su hijo y así lo relata en sus redes sociales: «Entre semana mi vida consiste en llevar a mi hijo al colegio, ir a buscarle, llevarle a fútbol, estar en el entrenamiento, recogerle...», demostrando así lo involucrada que está en la crianza de su hijo.

Antes de llegar a ser conocida como una gran influencer en el mundo de la moda, Ángela ejerció durante varios años la enfermería. Al terminar sus estudios, cuando tenía 21 años, se fue a trabajar a Francia, el país de donde era su madre, quien ha tenido una gran influencia en su vida. Sin embargo, Ángela terminó regresando a Madrid. Durante la pandemia, dejó todo de lado para ponerse de nuevo la bata blanca y dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a los enfermos de Covid, hasta el punto de contagiarse y estar un tiempo enferma.

Pronto descubriría que la moda era su verdadera pasión y decidió estudiar Moda y Patronaje en un instituto madrileño. Finalmente, en 2011, comenzó a crear su blog, al que llamó Madame de Rosa. El mismo año en el que el nombre de Miguel Ángel empezó a aparecer en las crónicas de sucesos. En una entrevista en 20 Minutos, explicó el origen del nombre: 'Rosa' proviene de la combinación de las primeras sílabas de sus dos apellidos, 'Madame' hace referencia a sus raíces francesas, y el 'de' es por el apellido de su marido, Miguel.

En 2009, Ángela se casó en una íntima boda en Ibiza con Miguel Ángel H. A., nacido el 17 marzo 1977), cuando él ya sumaba numerosísimas reseñas policiales. La 'influencer' ha reconocido que conoció la isla gracias a él: «Fue él quien me llevó por primera vez y sabía que me encantaría. Siempre que puedo me escapo a visitarla y durante el verano estoy constantemente yendo y viniendo, tanto por temas laborales como por ocio». También ha afirmado que su momento preferido fue su boda: «Me casé disfrutando de una puesta de sol en la playa».

Apenas dos años después de la boda de Miguel Ángel y Ángela, nacía la carrera de Madame de Rosa. La joven comenzó a protagonizar portadas de revistas, trabajó como estilista en programas como 'Mujeres y hombres y viceversa' y colaboró en 'Quiero ser', el programa presentado por Sara Carbonero, donde compartió escenario con su amiga íntima Dulceida. Hoy en día, Madame de Rosa cuenta con su propia línea de pijamas de lujo, cuyo precio ronda los 250 euros, y colabora con marcas de renombre como Givenchy, Dolce & Gabbana, Revlon y Nyx Cosmetics, entre otras. Una trayectoria marcada por éxitos, pero con una cara y una cruz.

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