Niegan por tercera vez la solicitud de libertad bajo fianza a Sean 'Diddy' Combs
La fiscalía asegura que Diddy representa un peligro para la comunidad y el proceso judicial. ¿Es el final del magnate del hip-hop?
La Justicia niega a Sean 'Diddy' Combs convertir su mansión de Florida en prisión para el arresto domiciliario
Sean 'Diddy' Combs (55 años), conocido por sus múltiples apodos como 'Puff Daddy' o simplemente 'Diddy', enfrenta una de las etapas más oscuras de su vida. El rapero y empresario, una de las figuras más influyentes del hip-hop, sigue recluido en el Metropolitan Detention Center de Brooklyn, mientras su caso de tráfico sexual y crimen organizado atrae una atención mediática sin precedentes.
El miércoles, el juez Arun Subramanian rechazó por tercera vez la solicitud de libertad bajo fianza presentada por su equipo legal, encabezado por Anthony Ricco. «El Tribunal considera que el gobierno ha demostrado con pruebas claras y convincentes que ninguna condición garantizará razonablemente la seguridad de la comunidad», señaló Subramanian en un acta de cinco páginas recogida por 'CNN'. Este fallo refuerza la posición de la fiscalía, que advierte del peligro que Combs representa para las víctimas y para la integridad del proceso judicial.
La defensa del rapero propuso medidas extraordinarias para su liberación, incluyendo una fianza de 50 millones de dólares y la reclusión en un apartamento de lujo en el Upper East Side de Manhattan, con vigilancia armada las 24 horas del día. Sin embargo, la fiscal Christy Slavik calificó la propuesta como «perjudicial». Según Slavik, Diddy «continúa violando las reglas, existe el riesgo de fuga, y está obstruyendo los procedimientos legales«.
Además, los fiscales acusaron a Combs de manipular testigos desde prisión. Señalaron que el magnate utilizaba los teléfonos de otros reclusos y un servicio de llamadas a tres bandas para influir en los testimonios, incluyendo mensajes en los que involucraba a su familia. En una publicación de Instagram, Diddy compartió una conversación telefónica con sus hijos el día de su cumpleaños, lo que según sus abogados, era un derecho legítimo. Sin embargo, la fiscalía lo vio como un intento de desviar la atención pública.
La magnitud del caso, que incluye más de veinte denuncias de víctimas, algunas menores de edad en el momento de los presuntos hechos, ha generado un profundo debate sobre el poder y la impunidad en la industria del entretenimiento. Aunque su música experimenta un repunte en descargas desde su encarcelamiento, la sombra de las graves acusaciones amenaza con eclipsar su legado como fundador de 'Bad Boys Records', un sello que lanzó a la fama a innumerables artistas del hip-hop.
El juicio, programado para mayo, promete ser un hito mediático y judicial. Mientras tanto, la negativa de libertad bajo fianza refuerza el mensaje de las autoridades: «Ninguna fortuna puede comprar la seguridad de la comunidad ni la justicia para las víctimas».
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