Chelo García-Cortés Cadavid: «Reivindico mi bisexualidad porque la he vivido libremente»
La periodista, que protagoniza la segunda entrega de '¡Sálvese quien pueda!', ahora en México, nos habla de su infancia, de su bisexualidad y de su amor por Marta
Al descubierto el verdadero nombre de Chelo García-Cortés
![Chelo García-Cortés](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/01/23/newspaint-1706046688779-1200x840-U501617448651LoH-RXWFX0QcqDKCi9LMSk1Og5M-1200x840@abc.jpg)
«Me sale una sonrisa al recordar el viaje», confiesa Chelo cuando se le pregunta por la nueva entrega de '¡Sálvese quien pueda!' que se estrena en Netflix: «yo ya no quiero hablar más de 'Sálvame' porque esa etapa está cerrada, quiero hablar de esta aventura protagonizada por ocho locos maravillosos con sus defectos y virtudes. Somos como una familia, nos queremos a pesar de todas las peleas. Y ha sido una convivencia muy intensa en la que hemos estado todo el día juntos, durmiendo, desayunando, viajando.» La periodista reconoce que en el 'reality' «salgo el tiempo que debo, ni más ni menos. Soy la Chelo de siempre.» Y se ha quedado encantada con la campaña de promoción que ha puesto su rostro en un enorme cartel en la plaza Pedro Zerolo de Madrid: «me ha dejado impactada.»
Si uno quiere conocer la vida de Chelo puede leer su biografía, 'Sin etiquetas', unas memorias que, según la periodista, «pueden ayudar a entenderme mejor» y reconoce que fue un trabajo que, por todo lo que removía en su interior, «no podía hacer yo y agradezco que la editorial buscara una persona que trasladara a papel mis experiencias.» En el libro habla de su madre, de su primer amor, José Manuel Parada, y del amor de su vida, Marta. Pero niega que el descubrimiento de su bisexualidad, a los 27 años, fuera algo tardío: «llegó cuando tuvo que llegar y con la persona adecuada, que fue Bárbara Rey. No he forzado nunca ninguna relación. Reconozco que soy una mujer de pareja, no de ir buscando. Mi bisexualidad fue un regalo y nunca he tenido problemas con mi padre, con mi hermano o con mi familia. Nunca me he sentido discriminada por mi elección sexual. La reivindico porque la he vivido libremente, con naturalidad.» La reacción de Parada ante esa publicación fue muy airada, pero Chelo no quiere polemizar: «para mí fue una persona importante. No me arrepiento de nada porque fue muy intensa y muy larga, vivimos muchas cosas juntos.» Ahora, quien lleva años ocupando su corazón es Marta: «es la vida, la paciencia, el amor. Estamos juntas desde 1989. Me regaña mucho, me quiere mucho, me completa. Somos muy distintas, porque yo tengo mis manías, pero no podemos estar separadas la una de la otra.»
Chelo se reconoce «un poco caótica, no me gustan las normas. El orden lo pone Marta en mi vida.» Y es muy detallista: «soy espléndida, Sagitario total. Puedo olvidarme de los cumpleaños, pero cuido a mis amigos. Si me equivoco en algo, les pido perdón.» También es soñadora: «pero los míos no son sueños inalcanzables. Ahora solo quiero salud y fuerza para seguir en mi profesión. Y aspiro a que llegue el día en que no sea necesario celebrar el Orgullo porque saldré a la calle a gritar que por fin somos libres e iguales.»
Chelo madruga, se levanta a las seis, y siempre desayuna fuera: «es mi única rutina, el resto del día improviso, no tengo agenda, hago las cosas cuando toca.» Le da paz llegar a casa: «mi hogar es mi estabilidad. Y Maggy, mi perrita, a la que utilizo para hacerme los 'selfies' porque no me gusta hacerme fotos.» Y le saca de quicio «la falsedad, la hipocresía, la envidia. Y cualquiera que venga a quitar nuestros derechos, esos me tendrán enfrente.»
La niña que olvidó su infancia
«No tengo recuerdos claros de esa época porque están nublados por la muerte de mi madre», se lamenta Chelo. Pero cuando echa un vistazo a la foto elegida no puede evitar «sentir una oleada de cariño hacia esa niña tan mona que creció marcada por carencias sentimentales.» De sus primeros años en Orense recuerda sus excursiones con sus primas al Miño. Pero se crió en Madrid, donde estudió en las teresianas: «me lo pasaba pipa en los recreos. A los diez años quería estar interna porque era una experiencia. Tenía muchas amigas, jugaba mucho.» En aquellos años, esa niña soñaba con ser deportista, le gustaba mucho el baloncesto y la natación, y se imaginaba viajando por el mundo como azafata de vuelo.
![Chelo de pequeña](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/01/23/chelo-nina-U43166831237RJO-760x1100@abc.jpg)
También le hubiera gustado ser bailarina o tocar el piano, pero la vida le tenía preparado un zarpado terrible. «Me marcó tener que ir a ver a mi madre a los psiquiátricos desde que yo tenía 6 años. Ella estaba malita, bella pero destruida por la enfermedad. No pudo estar el día de mi Primera Comunión, que fue uno de los más tristes de mi vida. Aunque el peor de todos llegó cuando una monja me comunicó que su madre se había suicidado,» recuerda con amargura: «Por eso, elegir las fotos para mi biografía fue un calvario porque reviví todos esos recuerdos.» No todo es oscuro de aquellos momentos: «me quedo con que mi padre era un hombre maravilloso.» Su Chelo pudiera encontrar con su yo de 10 años le daría un consejo: «agárrate a tu madre, no la sueltes, te va a durar muy poco.» Aquella herida nunca cicatrizó: «yo era muy niña y me hice mujer de golpe, aunque no para mal, pero me hizo ser otra persona.» Por esa razón, la periodista nos pide un favor: «poned mi nombre completo, Chelo García-Cortés Cadavid, porque el apellido de mi madre nunca aparece publicado y verlo me daría una alegría.»
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