El calvario de Miley Cyrus: un hombre irrumpe en su casa tras salir de la cárcel

No son pocas las celebridades que tienen que acudir a dependencias policiales alegando estar siendo acosadas. Uno caso muy conocido es el de Taylor Swift. La cantante tuvo que hacer frente tres hombres que la acosaron con cartas, amenazas e incluso entrando en uno de sus inmuebles. Una situación similar a la que ha tenido que vivir Miley Cyrus. La cantante ha conseguido obtener una orden judicial de protección contra un hombre, de 52 años, que se presentó en su domicilio tras salir de la cárcel.

Después de este suceso, según ha publica 'TMZ', Cyrus se desplazó a los tribunales para requerir una orden de restricción temporal contra el varón que irrumpió en su casa. Señalar que la intérprete explica que el susodicho le manda cartas, desde 2018, en las que le pide dinero y le escribe comentarios de índole sexual mostrándole su deseo por ella. Un «comportamiento obsesivo» que ha ido 'in crescendo' -el verano de 2022 llegó a presentarse hasta en dos ocasiones en su vivienda de Los Ángeles, donde fue expulsado abruptamente-.

Según recoge la web estadounidense, el hombre ingresó en la prisión estatal de San Quentin en diciembre de 2022 y salió el pasado agosto. Así mismo, tras salir de la cárcel, habría vuelto a acudir a la puerta de su casa y obligado a la cantante a tomar cartas en el asunto. En los documentos a los que han tenido acceso, Cyrus asevera que el varón le escribió una misiva desde prisión deslizándole su deseo de volver a su casa. Y así lo habría hecho al salir. Lo único que, tal y como explican, se topó con el equipo de seguridad de la intérprete, quienes rápidamente llamaron a la Policía.

Miley Cyrus, también, explica al juez que el acusado usa su dirección para su seguro de salud y que le escribió otra misiva diciéndole que si no le respondía, «no le importa un bledo si vive». Por eso, ha mostrado su preocupación ya que considera que tiene graves problemas de salud mental» y una «fijación peligrosa u obsesión». Además, teme por la integridad física de su progenitora, Tish, y la de su novio, Maxx Morando.

Finalmente el juez le ha concedido una orden de alejamiento contra ese hombre en la que se le impide ponerse en contacto, acosarla o acudir a cualquier evento en el que esté presente. Tampoco podrá ir a sus conciertos. Además, no podrá estar a menos de 100 metros de la cantante, de su inmueble o su coche.