Lo que me apetece
Adiós a un año de tristes pérdidas
Augusto Algueró privó que España le tributara a Carmen Sevilla el último homenaje que se merecía y que debía de haber tenido. Ni siquiera se conocen donde recibirán sepultura sus restos
Nadie recoge las cenizas de Carmen Sevilla...105 días después de su incineración
![De izquierda a derecha; Laura Valenzuela, Carmen Sevilla y María Teresa Campos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2023/12/29/famosas-despedida-ao-RzTvn4arPGbumHo2CmLLNCN-1200x840@abc.jpg)
Terminamos este año confuso y convulso. Un año que se va para no ser recordado. Unas elecciones que ganó el Partido Popular y que fueron materialmente 'robadas' por un puñado de falsos demócratas que están acostumbrados a escribir y reescribir la historia de España con ... total impunidad y sobre todo descaro y falta de escrúpulos. Su Majestad el Rey Don Felipe ha dejado bien claro en su alocución de la Nochebuena que lo más importante e imprescindible es el cumplimiento de la Constitución, que sigue vigente, aunque algunos, que lo saben, prefieren ignorarlo.
Imagino que Sánchez puede empezar a preocuparse. Parece que no va a ser posible cumplir con los acuerdos que le ha hecho estar presidiendo el gobierno, porque Puigdemont empieza a sentir desconfianza, a ser blanco de las mentiras que le prometió el candidato perdedor en las pasadas elecciones. Lo del catalán en el Parlamento Europeo se ha dejado de lado, lo de al amnistía no parece ir por buen camino, por lo que al de Waterloo se le van a complicar las cosas y amenaza con hablar con Núñez Feijóo. De repente todos quieren hablar con Núñez Feijóo…
Lo que pasa es que don Alberto no va a estar dispuesto a ser recibido de tú a tú con el prófugo en el extranjero, ni a consentir la presencia de un ciudadano cualquiera de mediador-verificador, como el embajador político salvadoreño Galindo, que me temo que muchas cosas tendrá que arreglar en su país, antes que venir a poner las cosas claras en España y Puigdemont no puede venir sin ser llevado a prisión. La cosa promete por estar animada. En una de esas se queda fuera a vivir aislado, sin grandes medios y perdiendo adictos, que, ya se sabe que las expectativas de poder son muy atractivas, pero la falta de ellas se torna en huidas en masa de aquellos que, en tiempos, fueron tan incondicionales… pero también tan cortesanos como cobardes.
Mary Donaldson se ha ido a Australia a pasar una temporada con sus hijos, después de poner el árbol de Navidad, ante la prensa, todos juntos en compañía, porque en lo de amor, parece que no es seguro. Mary no se ha cortado un pelo, cosa que se hace cuando se está uno muy seguro y ha hablado de infidelidades. Genéviève ha vuelto a España, pero sin presencia en los medios. Está disgustada y triste, como me confiesa una amiga común. No sé si es por un problema de torpeza, por una equivocación, por una traición, aunque la sospecha es porque es la gran perdedora en esta relación de… de ¿amistad?.
Termina pues el año en el que se casó la Marquesa de Griñón, Ana Obregón ha sido una peculiar e ilusionada abuela. Ángel Cristo le ha cantado las cuarenta a su madre Bárbara Rey. María Teresa Campos nos ha dejado, al igual que Concha Velasco, Laura Valenzuela y María Jiménez, todas ellas recibieron unas despedidas dignas, acompañadas de la admiración y el calor popular. Carmen Sevilla, por decisión y capricho de su hijo, privó a que España le tributara el último homenaje que se merecía y que debía de haber tenido. Ni siquiera se conocen donde recibirán sepultura sus restos, ni siquiera si, en algún momento van a tener un destino digno.
Aunque la noticia más importante del año que se termina ha sido la jura de la Princesa de Asturias.
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