Este es el motivo por el que las latas de refresco tienen esa forma y no otra
El aprovechamiento del espacio y evitar los puntos débiles son algunas de las claves de este recipiente
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Las latas de refresco son un clásico y un indispensable en muchas de las cocinas de España. Tras años viéndolas y comprándolas en quioscos, grandes almacenes y pequeñas tiendas de barrio, es fácil dar por hecho sus características y forma, pero cada uno de sus detalles tiene una explicación: su forma cilíndrica, su material, sus bordes redondeados, e incluso la anilla que permite abrir la bebida.
Aunque en un inicio la idea era que fueran recipientes completamente redondos, algo parecido a una pelota de tenis, el almacenaje de estos productos era casi imposible. Por esto, la siguiente opción fue una lata cuadrada, algo más parecido a un rectángulo. En esta ocasión, los impedimentos fueron otros: el mayor gasto de material y las esquinas, que suponían puntos débiles en el recipiente. Así, en el caso de recibir un golpe en estas zonas, combinado con la alta presión del interior de la lata, era fácil que hubiese roturas.
Después de experimentar y barajar las distintas opciones, finalmente la elegida fue la forma cilíndrica. Así, la presión de la bebida se distribuye mejor, no hay aristas y se aprovecha gran parte del espacio a la hora de almacenarlas. A todo ello se suma la base curva, y plana, algo que tampoco es casualidad. Lejos de la parte superior de una botella, en el caso de las latas, su forma plana y sus bordes permiten una función clave: son apilables.
La función de la anilla que permite abrir la lata también es digna de estudio, tanto que en múltiples ocasiones ha circulado por las redes sociales. Al hablar del pequeño agujero que tiene en el centro, la primera de las teorías es que, simplemente, sirve para ahorrar material y costes. Pero las plataformas digitales hablan de una segunda utilidad: sostener una pajita para quien no quiera beber directamente del recipiente.
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Además de su forma, otro elemento clave de las latas de refresco es el material con el que están fabricadas: el aluminio. Estar hechas de un solo material hace que su reciclaje sea mucho más sencillo al no tener que separar y diferenciar distintas capas. Asimismo, su ligereza y el buen aislamiento de los alimentos son otras de las características que lo convierten en el mejor material, no solo para las latas de refresco, sino también para las latas de conserva.
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