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Las 11 claves para evitar el desperdicio de alimentos

La Fundación Madrina denuncia que en 2023 está aumentando la pobreza materno-infantil como en pandemia y, con ello, el riesgo de desnutrición y patologías de menores que nacen de madres vulnerables mal alimentadas

¿Alimento a mi bebé o pago el alquiler de la casa?

El objetivo marcado en este día de Concienciación sobre el desperdicio de alimento es #HambreCero en el mundo

ABC

Madrid

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Cada 29 de septiembre se celebra El Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, gracias a un decreto oficial establecido por la ONU. Su principal objetivo es evitar que los alimentos se desperdicien, puesto que son un bien escaso en aquellos países donde los índices de pobreza han aumentado.

Debido a desastres naturales como la pandemia, empieza a haber una mayor concienciación mundial de la importancia de evitar a toda costa la pérdida y desperdicio de los mismos, ya que pueden ser utilizados para alimentar a la población más vulnerable, y que cada año mueren por falta de víveres.

Hasta un 40% de los alimentos que se producen en el mundo acaban siendo desperdiciados. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente –UNEP-, indica que el 26% de este desperdicio alimentario se produce en la restauración colectiva. Tan solo con 1/4 de la comida desperdiciada se podría acabar con el hambre en el mundo.

Por otra parte, se estima que 1/3 de las personas del planeta no pueden consumir alimentos en cantidades adecuadas, una situación que se agrava cada vez más por la crisis económica que atraviesan muchos países en todo el mundo y especialmente desde la recesión económica producida por la pandemia del Covid-19 y la guerra de Ucrania.

Por esta razón, uno de los objetivos primordiales que pretende atacar la Agenda del Desarrollo Sostenible en el año 2030 es el que concierne al #HambreCero.

Asimismo, se estima que 1 de cada 9 personas en el mundo está subalimentada, y que el 45% de las muertes de los niños de menos de 5 años en el mundo subdesarrollado, está relacionado con problemas de malnutrición. En el mundo occidental, y en España, particularmente, ha aumentado el riesgo de malnutrición infantil por el aumento de las familias vulnerables, 1 de cada 4, y el aumento del precio de los alimentos infantiles.

El objetivo de esta campaña es minimizar las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destaca que hay que evitar la pérdida de grandes cantidades de alimentos debido a causas naturales y también como resultado de las malas prácticas que han dañado los recursos naturales, como el agua, el suelo, el aire, entre otros.

Según la legislación que se quiere imponer unilateralmente desde el Gobierno de España, el sector de hoteles, restaurantes y cafeterías (HORECA), así como el de las grandes superficies comerciales, deben jerarquizar el uso que se da a los alimentos antes de llegar al vertedero, priorizando el consumo humano, con la obligatoriedad de donar los excedentes a entidades como bancos de alimentos y asegurar la trazabilidad de la comida.

Además, y según la ley, en caso que no sea posible el consumo humano en óptimas condiciones, se deberá transformar en zumos o mermeladas; y si esto no fuera posible, el siguiente paso implica la destinación de la merma o pérdida alimentaria hacia la alimentación animal o fabricación de piensos. Por último, si esto último tampoco fuera posible, el desperdicio alimentario serviría para la elaboración de subproductos industriales y reciclados, como el compost o el combustible.

La norma incluye multas por incumplimiento, desde 2.000 a 500.000 euros, debido a que las empresas: a) no apliquen esta jerarquía de prioridades; b) no realicen la trazabilidad de los alimentos; c) no tengan un plan de prevención de pérdidas alimentarias; d) no hagan donaciones de los productos no vendidos pero aptos para el consumo humano a entidades o personas desfavorecidas; o e) no informen de manera clara y visible al consumidor que puede llevarse los alimentos no consumidos; o f) no colabore con la Administración para cuantificar los residuos alimentarios que tengan. Además, en el caso de centros sanitarios, educativos y residencias geriátricas que ofrezcan servicio de comedor, deberán disponer de g) programas de prevención y reducción de las pérdidas que cumplan la jerarquía de prioridades.

11 consejos para reducir el desperdicio

La planificación empresarial, la valoración de la demanda real y el uso de nuevas tecnologías son algunas de las claves para reducir el desperdicio de alimentos. Se sugieren a continuación algunos consejos para reducir el desperdicio alimentario:

1. Aumentar y apoyar a los pequeños y medianos agricultores para generar una mayor producción de alimentos.

2. Impulsar los mercados nacionales e internacionales de alimentos para llegar a muchas más personas de forma más equitativa y barata.

3. Cubrir las necesidades alimentarias de las familias más vulnerables, empezando por los países más pobres.

4. Aumentar los programas de protección social alimentaria.

5. Mejorar las cadenas de suministro a nivel nacional.

6. Comprar productos locales.

7. Gestionar mejor los alimentos almacenados.

8. Crear más huertos urbanos.

9. Hacer fichas técnicas y escandallos con cantidades y métodos de elaboración.

10. Controlar el stock, vigilar las mermas, y redistribuir para no desperdiciar.

11. Crear y usar Apps para evitar el desperdicio alimentario.

Desde Fundación Madrina muestran cada vez más preocupación por las dificultades crecientes de las familias para el acceso a la alimentación e higiene infantil y materno-infantil. España está a la cabeza de Europa en pobreza infantil y la malnutrición materno-infantil en familias vulnerables se está cronificando. Las empresas de alimentos materno-infantiles no donan esta alimentación cada vez más cara e inaccesible.

Familias con un solo salario ya no pueden mantener los gastos de un hogar con menores a cargo ni llegar a fin de mes. La Fundación Madrina denuncia que en 2023 está aumentando la pobreza materno-infantil como en pandemia y, con ello, el riesgo de desnutrición y patologías de menores que nacen de madres vulnerables mal alimentadas.

Aseguran que hay alimentos básicos de la cesta de la compra que han subido de precio hasta un 40%. La limitación de los fondos europeos para familias vulnerables en pobreza severa crea incertidumbre por desabastecimiento de alimentos, frente al incremento de familias vulnerables con menores a cargo.

Explican que en 2023 las familias vulnerables ya no tienen leche, aceite o cereales por parte del Ministerio de Agricultura, en las entregas del FEGA financiados con fondos europeos, alegando que los alimentos se han encarecido de tal manera que no puede comprarlos, por lo que las familias vulnerables ya no los reciben.

Auguran desde esta organización que en 2024, las familias vulnerables ya no tendrán ningún alimento financiado «con fondos europeos puesto que dicen que no están para eliminar la pobreza en Europa, y sugieren que sea la sociedad civil la que cubra las necesidades básicas de alimentación e higiene de las familias vulnerables».

La subida del precio de los alimentos básicos y la voluntad política de hacer desaparecer las denominadas «colas del hambre», como fracaso del sistema social, incitan que el gobierno no pague los alimentos de las familias más pobres y provoquen que desde 2024, las familias más vulnerables vuelvan a vivir de la caridad de la sociedad civil.

No hay dinero ni comida para los pobres —puntualizan desde Fundación Madrina—. «La nueva ingeniería social las tarjetas sociales de racionamiento, que se ha comunicado que se implementará en 2024, podrá replicar errores pasados donde su implementación se ha retrasado hasta un año y donde más del 50% de las familias necesitadas se quedan fuera de sus beneficios al no cumplir los requisitos administrativos, los cuales son demandantes actuales de alimentación y toda clase de bienes básicos e infantiles».

Madrina considera que, con esta nueva medida política de ingeniería social que se desea implementar, generará más «pobreza infantil severa» y pone de nuevo en peligro la supervivencia de muchas familias vulnerables, que se benefician actualmente de los fondos europeos. Además, considera que las medidas de protección, si no son consensuadas con las instituciones que trabajan con las familias vulnerables, nacen quebradas de raíz.

La Fundación Madrina sigue trabajando por la infancia y maternidad más vulnerable, a través de un servicio gratuito de Emergencia Social 24h «+34 914 490 690» y de un email fundacion@madrina.org, con un Banco de Alimentos materno-infantil que atiende cerca de 300 familias diarias.

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