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Permiso parental de 8 semanas sin remunerar: la letra pequeña de ésta y de las otras medidas para conciliar

El teléfono amarillo de la conciliación, el servicio gratuito de la Asociación Yo No Renuncio, resuelve las dudas legales en dicha materia y las últimas medidas aprobadas por el Gobierno traen de cabeza a las familias

Hasta 8 semanas de permiso para cuidar de tus hijos pero sin remunerar: estas son las nuevas medidas de conciliación

La mayoría de llamadas que recibe el teléfono amarillo de la conciliación provienen de madres ABC
Ana I. Martínez

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Susana (nombre ficticio por temor a represalias) fue la primera en su empresa que se vio en la necesidad de solicitar una de las últimas medidas de conciliación que el pasado mes de junio aprobó el Gobierno. ¿La razón? A principios de agosto operaban a su hija, por lo que solicitó los cinco días que le correspondían. Su jefe rápidamente lo consultó con los abogados, pues creía que estaba abusando y que sólo podía cogerse dos. Pero la realidad es que el Gobierno amplió en verano esta medida con derecho a remuneración, tal y como recoge el Real Decreto-ley 5/2023, de 28 de junio.

«Eres una sindicalista», le espetó su jefe tras llamarla al despacho. Desde ese momento, Susana, que ya arrastraba problemas de ansiedad en el trabajo, vio cómo la relación con su empresa se ensombrecía aún más. Tanto que a día de hoy está de baja por dicho trastorno.

«Ni te cuento la cantidad de casos que vemos a diario en los que padres y madres son increpados por sus responsables», reconoce a ABC Lola Justo, abogada de Legálitas que, además, está al otro lado del teléfono amarillo de la conciliación, el servicio gratuito de la Asociación Yo No Renuncio que resuelve las dudas legales en dicha materia. Son numerosas las consultas que reciben día a día en cuanto a los permisos aprobados, sobre todo por parte de mujeres. Y es que entre el desconocimiento de las empresas y la falta de concreción en la letra pequeña de las medidas, las familias no lo tienen fácil.

«En el caso de Susana la ley es clara: tienen que darte 5 días», recuerda Justo. «Aunque -reseña- sí hay una discusión: ¿son laborables o naturales? Porque la ley solo recoge 'cinco días', sin especificar. Con los tres, la jurisprudencia entendió que eran laborales. Hoy, hay quienes siguen interpretando así los 5 días pero, en mi opinión, hay que esperar a que haya sentencia y se dicte jurisprudencia también. Por eso, yo aconsejo de momento que sean naturales».

Para Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio y fundadora del Club de Malasmadres, el caso de Susana es la muestra de que «falta mucha formación en liderazgo positivo, faltan procesos y una clara apuesta por una cultura laboral que tenga en cuenta la vida de las personas», alejándose del «control» que ha caracterizado siempre a las empresas jerárquicas. «Hay que apostar por la confianza interpersonal si queremos tener equipos de trabajo efectivos. Las buenas prácticas de conciliación son medibles y hay estudios que demuestran que mejora la productividad y la rentabilidad», recuerda.

Permiso parental de 8 semanas

También hay dudas con el resto de medidas. En concreto, según Justo, el permiso de hasta 8 semanas sin remunerar por cuidado hasta que el menor cumpla 8 años, es el que más interés ha generado. Para empezar, la ley no recoge explícitamente que sea por hijo pero Ione Belarra, actual ministra en funciones de Derechos Sociales y Agenda 2030, aclaró que sí. Esta medida debería ser además remunerada, tal y como recoge la Directiva Europea de Conciliación 2019/1158 que España aún tiene pendiente y que es de obligado cumplimiento para los estados miembros.

«Por eso nos llegaron muchas dudas al respecto», explica Justo, quien recuerda que tampoco hay un modelo de escrito concreto al que padres y madres puedan recurrir para enviárselo a la empresa. «Yo hice el mío propio y se lo entregué a la compañía con más de 10 días de antelación, que es lo mínimo que estipula la ley», cuenta Nuria, una madre que en agosto solicitó una semana entera para afrontar la vuelta al cole del septiembre. «Eso sí -continua-, yo no quería cogerme en principio la semana entera, si no solo unos días, pero mi empresa me dijo que no podía, que ellos interpretaban la ley como que tenía que ser por semanas enteras».

Dividir estas semanas es otra de las dudas más consultadas acerca de la medida. «No está regulado», advierte la abogada. «La ley dice 'conforme a lo establecido reglamentariamente' pero no está desarrollado, como tampoco queda claro ni quién lo paga ni quién lo cotiza». Por ello, Justo reconoce que cada consulta que les llega hay que analizarla muy bien para poder ofrecer una atención personalizada. «A mis clientes, además, les aconsejo, si es posible, que en vez de acogerse a este permiso, se cojan una excedencia por cuidado de menores que es lo mismo pero cotizas aunque no te paguen y tienes derecho a la reserva del puesto de trabajo durante los doce primeros meses».

Adaptación de jornada

Otra de las preguntas estrellas que recibe el teléfono amarillo de la conciliación tiene que ver con la adaptación de jornada. Desde verano, se amplió este derecho para los trabajadores con niños mayores de 12 años a su cargo. «Con la reforma, la empresa tiene 15 días, en vez de 30, para responder si te concede o no la adaptación. Si no contestan, es que te la conceden, pero la realidad es que las empresas están respondiendo y normalmente justifican por qué no te la pueden dar», explica.

Ante este panorama, solo queda la vía judicial. «Pero yo siempre aconsejo llegar a un acuerdo», dice la experta, acreditando muy bien y de manera muy específica por qué esa madre o padre necesita adaptarse la jornada. Aún así, advierte: «La mayor parte de los progenitores creen que es un derecho que les van a dar sí o sí. Pero no es así: tienes derecho a pedirlo pero te lo pueden denegar. Y eso te lo puede decir un juez. Es verdad que la mayoría de los procedimientos que acaban en juicio se ganan pero el trabajador tiene que valorar muy detenidamente si entra en conflicto con la empresa».

En esta misma línea, se pronuncia Baena: «Muchos de los casos que llegan al teléfono se solucionarían con flexibilidad horaria y con comunicación. Apostar por las personas, por escuchar sus necesidades y entender que eso además es una inversión para la empresa es clave. No todas las compañías tienen los recursos, equipos o pueden apostar por el teletrabajo, pero sí mejorar los acuerdos de equipo, trabajar por objetivos y apostar por la escucha activa con sus empleados y empleadas».

Por último, la abogada recuerda que para solicitar cualquiera de los permisos «de palabra no vale». «Si mandas email, no te contestan y es como si no lo hubieras solicitados -aclara-. Los padres y madres que quieran acogerse a cualquiera de estas medidas tienen que mandar un burofax a la empresa».

Por todo ello, para Baena, «este Real Decreto se recibe como un parche que no profundiza en el grave problema que tenemos, con una tasa de natalidad que cae. Necesitamos un Pacto de Estado por la conciliación que implique a todos los agentes sociales. Si no, seguiremos sin avanzar y las mujeres, cómo no, pagando con un alto coste económico, personal y emocional la falta de conciliación».

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Sobre el autor Ana I. Martínez

Periodista. En ABC desde 2012. Redactora de la sección Familia, especializada en tecnología y menores, maternidad y educación. Antes formé parte de las secciones de Actualidad, Tecnología y Redes Sociales.

Ana I. Martínez

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