Señor mediador, el hombre al que recurría Tito Berni 'con ansia' cuando quería dinero
Navarro se acercó a Fuentes Curbelo al prosperar éste en Canarias porque eran «amigos» de la infancia
El exdiputado pasa hoy a disposición de la juez, tras dos noches en el calabozo y el registro de su domicilio
Un «catálogo de meretrices» para el director general de Ganadería de Canarias
Drones en el Sahel y placas solares en Canarias, los contratos bajo la lupa del juez

«Era tal el ansia» del entonces diputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias 'Tito Berni', «que en una ocasión se equivocó y facilitó la cuenta de su mujer» en lugar de la suya para el ingreso de una supuesta mordida. ... Son las palabras que utilizó Antonio Navarro Tacoronte -«señor mediador», según él mismo se definía- en una de las tres declaraciones en sede judicial que ha prestado ya sobre la trama.
En otra, explicó que al diputado, que pasa este miércoles a disposición judicial tras dos noches en el calabozo, se acercó cuando le nombraron director general de Ganadería en Canarias para darle la enhorabuena, porque «se conocían desde la infancia y era íntimo amigo de su padre».
A partir de ahí, dijo, empezaron «una especie de relación laboral» en la que Navarro le «ayuda a realizar negociaciones». Cuando Fuentes Curbelo llegó al Congreso y le sucedió su sobrino, Taishet Fuentes, en la dirección general, el mediador comenzó a «trabajar con los dos».
Nacido en 1975, Navarro no era un desconocido de la Justicia canaria cuando en enero de 2022 fue detenido por cinco cargos supuestamente fraudulentos en la cuenta de un empresario de Santa Cruz, 2.575 euros. Su hoja de antecedentes penales se remonta hasta el año 2000.
Falsificación en documentos públicos y mercantiles, robo con fuerza en las cosas, robo con violencia o intimidación, estafa, conducción sin carnet o abandono de familia pueblan un historial donde constan penas de cárcel de hasta cinco años en una de las sentencias. Este era el mediador.
Cuando le tocó prestar declaración por aquel uso no autorizado de aquella tarjeta ajena, abrió la caja de los truenos: «El denunciante estaba probando un Audi que se iban a comprar para el cabildo y le dio 1.050 euros destinados a prostitutas, drogas y alcohol en un viaje que se haría en Las Palmas. Que el denunciante le recomendó esa tarjeta como una manera de pasarle dinero. Que todos los cargos han sido autorizados por el denunciante y constan en su teléfono móvil. Que autoriza expresamente a que por el grupo judicial de tecnológicos, se abran y muestren las informaciones de los datos que obran en sus dos móviles».
Fotos de las tarjetas de crédito ajenas
Y así empezó todo. Navarro Tacoronte llevaba un año haciendo de intermediario entre empresarios y altos cargos, de ahí que el caso se llame «Mediador». Los empresarios son siete de sectores como la tecnología, las energías renovables o la ganadería canaria. Los altos cargos eran el mencionado diputado y su sobrino, director general de Ganadería de Canarias hasta el año pasado, Taishet Fuentes; y el general de división de la Guardia Civil Francisco Espinosa.
A los primeros les ofrecía influencias para abrir mercado, conseguir ayudas públicas o esquivar sanciones previo pago a los segundos. La condición, que no debían llamar ni al general ni a los políticos: él lo gestionaría todo. Y todo, significa todo, desde «alimentar las expectativas» de los empresarios hasta calmar los ánimos de los políticos, como cuando el supuesto testaferro Miguel Ángel Robayna llamó enfadado a Tito Berni amenazando con denunciarlo todo porque no le salían las cuentas.
El mediador tiene antecedentes penales por estafa, falsedad documental, robo con fuerza y robo con violencia
De paso, el mediador retrataba cada reunión, formal o informal, sin ropa o en una marisquería, mientras grababa las conversaciones. Más de 30.000 pistas de audio atesoraba en ese móvil que ofrecía en su detención, como reveló ABC. Algunas, de hasta 15 horas de duración.
Ese arsenal es testigo de visitas guiadas de empresarios al Congreso de los Diputados con Fuentes Curbelo o a la Dirección de la Guardia Civil para hacer alarde de poder, marisquerías, regalos y noches de burdel en Madrid, pero también viajes y estancias de hotel.
Llama la atención que en el acervo de fotos de su teléfono había varias tarjetas de crédito de empresarios, como la del tipo que le denunció. Les decía que habían de pagar el viaje al cargo influyente que fuese, pero que él lo gestionaba porque, siendo residente en las islas, les iba a salir más barato. Ellos le daban incluso el código de seguridad, según las fuentes consultadas.
«Que se han visto veinte mil veces más que las dichas por el denunciante. Que iban a regalarle al Ayuntamiento de La Matanza parques para el pabellón de deportes a cambio de que el concejal de Deportes asignara todo lo que fuese: la campaña publicitaria, compra de equipos de deporte... a una empresa que controlaban el declarante y el denunciante», diría en aquel primer momento detenido por estafa.
Era el encargado de alimentar «las expectativas» de los empresarios y el enlace con altos cargos públicos
Y enseñó sus mensajes de Whatsapp: el empresario que le había señalado diciéndole lo mucho que confiaba en él, selfies juntos «mirando al futuro con confianza y optimismo» y un «te quiero por corazón». El colmo, que Caixabank confirmó que ese denunciante había sido informado en tiempo real de cada cargo realizado en su tarjeta.
«Ahogados» con el fútbol
Navarro quedó en libertad, pero el contenido de sus móviles no. El primer vistazo ya dejaba «atisbar pruebas» de su participación en diversos delitos relacionados con la corrupción. Un testigo en este asunto declararía sobre él «que es una persona que intenta hacerse popular y visible, aparentar lo que no es y lograr un grado de aceptación».
Un año de investigación a puerta cerrada apunta a que en este caso lo consiguió. Es a quien Fuentes y su sobrino recurren cuando quieren dinero. El primero le mandó la cuenta de la asociación de fútbol donde recibía ingresos una docena de veces. También la suya personal, «por si se te ocurre algo», le dijo, después de pedir 7.500 euros, aduciendo estar «ahogado» con el fútbol.
«Pasa por el Cajamar que está ahí al lado del hotel y ponme aunque sea cincuenta, cien..», pediría también el entonces director general de Ganadería en el Gobierno canario en otro de los audios. «¡Cachorro! -contesta Navarro- Setenta mil pavos, venga. Con eso te pagas las vacaciones de tu vida, hijo de puta».
Cuando tras el primer repaso, la juez le llamó de nuevo a declarar, resumió así su actividad: «Que trabaja como mediador o intermediario de la política canaria desde hace diez años, aproximadamente». Coincide, más o menos, con la extinción de su última condena de prisión.
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