Un 'catálogo de meretrices' para el director general de Ganadería de Canarias

Analizando las cuentas del presunto testaferro de la trama, Miguel Ángel Robayna, que se habría estado encargando de cubrir las supuestas mordidas con facturas falsas por cuenta de una empresa que administraba, los investigadores se encuentran con una batería de disposiciones en efectivo y cargos en tarjeta durante dos estancias distintas del mediador y Fuentes en Las Palmas.

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En la de marzo, al día siguiente de pasar a Taishet Fuentes el catálogo de meretrices, Navarro llama a Robayna y le dice que tiene que «llamar a la señora» porque no tiene dinero «para pagarle las putitas» de la noche anterior. Le pregunta cuánto les queda en la cuenta y el le contesta que unos 590 euros.

«Ahora vas y sacas 550. Nos quedaríamos sin dinero, hasta hoy, para pagarle a la señora las putas. Que no son quinientos pavos eh, son mil y pico». «¿Mil y pico euros costaron las tías esas?», responde el supuesto testaferro. «Suma, suma», le contesta el mediador y añade: «Tú disfrutaste un servicio, ¿no? Pues por respeto, se paga».

Ya en el mes de febrero los investigadores habían encontrado cargos en la tarjeta con cargo a la empresa de Robayna por importes de 600, 300 y 300 euros en concepto «servicios Saden, Las Palmas».

«Por el contexto de las conversaciones y las cifras, se infiere que esos pagos se corresponden con el pago de meretrices. Tal es así, que Taishet Fuentes envía un audio a Navarro Tacoronte a las 22:45 horas de la noche del 25 de febrero de 2021: »Baja. Están aquí en la puerta del hotel conmigo. Están tremendas. Están tremendas. Ya vamos parriba los cuatro«, transcribe el informe.

Pero había más. Al día siguiente se hacen «otras extracciones en efectivo» desde la misma cuenta bancaria de Robayna por importe de 2.000 y 1.000 euros. Comenta con Navarro que ha tenido que pedir en la sucursal que le amplíen la capacidad de la tarjeta. A lo largo de la jornada, como durante la siguiente, se sucederán las disposiciones en efectivo y los pagos en comidas y copas, hasta volver al Saden, de Las Palmas. En concepto «servicios», de nuevo, pagaron 500 y 200 euros.