Sánchez sitúa la reforma de la sedición después de los Presupuestos
En el Gobierno quieren que se defina «cuanto antes» pero Moncloa insiste en que todavía no hay propuesta
Aunque la formación cree que el coste electoral está asumido, prefieren separarlo de las elecciones de mayo
El secesionismo sigue bajo control de los líderes de la declaración unilateral
La modificación a la baja de las penas del delito de sedición en el Código Penal no tiene fecha. Ni existe todavía un acuerdo entre el Gobierno y ERC. Pero la sensación en las filas socialistas es que lo más conveniente para sus intereses es ... aterrizar ya la reforma y que la conversación sobre la misma no se extienda en el tiempo. Así lo consideran varios altos mandos de la cúpula del PSOE y del Gobierno.
En el horizonte aparecen las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo. Los socialistas insisten en la idea de que acometer esta reforma no tendrá coste electoral ni generará tensiones internas. Pero esos comicios se quieren afrontar desde perspectivas territorializadas, no marcadas por el foco nacional.
Piensan tanto en Moncloa como en Ferraz que en esta cuestión la decisión de conceder los indultos a los líderes independentistas presos en junio de 2021 generó un coste que «ya se ha absorbido», opina un alto cargo del Gobierno. «Es que la comparativa con cómo estábamos en 2017 y cómo estamos ahora no permite ningún enfoque catastrofista«.
Pero una cosa es pensar que no tendrá coste, y otra considerar que un debate monopolizado por esta cuestión les venga bien. De ahí la sensación de que lo más conveniente es asumir la cuestión y pasar página. «Cuanto antes mejor», traslada un miembro del Consejo de Ministros. ¿Mejor ahora que esperar a comienzos del próximo año? «Sin duda, en eso no tenemos ninguna duda», tercia otro miembro de la Ejecutiva Federal. «Estamos viendo el momento», reconocen fuentes del Gobierno.
La sensación en las filas socialistas, donde la información al respecto no pasa de los primeros niveles, se piensa que hay que esperar, eso sí, a que la tramitación presupuestaria de las cuentas públicas esté algo más avanzada. El Congreso de los Diputados rechazará hoy las siete enmiendas a la totalidad registradas.
Separar los debates
Aunque La Moncloa se afanan en el mensaje de que no hay «nada nuevo», otros ministros del Gobierno plantean una cronología: primero dejar cerrados los Presupuestos para separar la idea de que se trata de un intercambio y luego abordar esta cuestión. Pero en La Moncloa insisten en que no tienen encima de la mesa el planteamiento de presentar ninguna propuesta en las próximas semanas.
El discurso oficial del Gobierno sigue siendo que no hay mayoría suficiente. En privado también se sostiene. Pero en privado se dice algo más: es necesario que ERC se mueva para caminar con más certezas. «Veremos si ERC se acerca a nuestras posiciones, pero de momento no hay nada concreto». Otras fuentes del Gobierno insisten en que los independentistas no les han hecho una propuesta clara. Los contactos entre el Ejecutivo y ERC siempre se han caracterizado por una suerte de persistencia intermitente. Los cauces de comunicación están abiertos desde hace años. Las convocatorias de la mesa de diálogo funcionan como un señuelo mediático. Una foto. Pero no es necesaria su convocatoria para que existan contactos entre las partes.
Ambas partes visibilizan ahora en conversaciones privadas un pulso por el relato y el control de los tiempos. Cuando lo cierto es que el cuadro general que pintan es que ahora sí, después de haberse pospuesto en los últimos años, parece abrirse un momento más propicio para la reforma del Código Penal.
Desde ERC dicen «no entender» por que el PSOE sigue aferrándose a la idea de que «no hay una mayoría clara» para abordar la reforma cuando ellos ya están dejando claro que han movido su postura. Hasta hace pocas semanas la formación de Oriol Junqueras insistía en la idea de la amnistía y en los referente a la sedición su postura era la de derogar esa pena, sin entrar en un debate sobre su reforma. El Gobierno sabían que para ERC no era fácil aceptar un marco que reconociese que sus actos de 2017 encajan en un supuesto del Código Penal.
ERC sí se mueve
Pero a cuenta de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 la formación independentista lo ha vuelto a poner encima de la mesa. Algo que no hizo el año pasado. La respuesta del Gobierno vino en boca del presidente Pedro Sánchez que reiteró públicamente la voluntad de acometer la reforma.
Siempre con la cautela de seguir argumentando que ERC tiene que mover su posición. «Cuando dicen que no hay números no sabemos a qué se refieren. Nosotros ya hemos dicho que lo que sea democratizar el Código Penal nos parece bien», trasladan fuentes de ERC, que opinan que la incertidumbre actual «es más una cuestión interna suya que externa».
Algo que encaja con ese debate en las filas del PSOE sobre cuándo es el momento idóneo para acelerar la reforma. Y atribuyen los mensajes contradictorios del PSOE con la necesidad de encontrar el momento adecuado. Un análisis que comparten en las filas del espacio confederal de Unidas Podemos: «Es que depende de a qué PSOE preguntes».
Una disociación interna que a Ferraz no les es ajena, por eso la necesidad de acelerar la reforma, pero que no vinculan con la existencia de ningún debate interno: «el presidente tiene un compromiso», señala un alto cargo del Gobierno y de la Ejecutiva Federal, en referencia a que la decisión política está tomada. Aunque no hay detalle sobre propuestas concretas y siguen pensando que ERC tiene que dar más pasos, mientras políticamente se acomodan en el «compromiso» de Sánchez. Y el presidente lo ha verbalizado porque cree que ya no le resta.
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