Sin noticias de Argelia dos semanas después del plantón al ministro Albares
De momento no hay una nueva fecha para retomar el viaje donde se iba a escenificar la reconciliación
Sánchez vuelve a Rabat con dos temas pendientes y vitales para España: las aduanas y la inmigración
![El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en un acto la semana pasada](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/02/23/Imagen(188616945)-RO0X1BoKYO0yQXNDPbraygM-1200x840@diario_abc.jpg)
Desde que Argelia plantó «por motivos de agenda» al ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, no hay noticias sobre una nueva fecha para retomar el viaje del jefe de la diplomacia española a Argel.
Fuentes diplomáticas deslizan que «no hay ... novedad» en este sentido. No aclaran si existen conversaciones para encontrar una nueva fecha para ese encuentro o si, por el contrario, ha quedado todo en un limbo y el intento por escenificar la reconciliación entre España y Argelia quedó solo en eso: en un espejismo.
La visita se tendría que haber producido hace casi dos semanas -el pasado 12 de febrero- y respondía a una invitación del ministro de Relaciones Exteriores argelino, Ahmed Attaf, a su homólogo Albares. Pero doce horas antes de que el jefe de la diplomacia española volase hasta allí acompañado por varios periodistas que iban a viajar con él desde Madrid, Argelia se echó atrás y el viaje se canceló.
Se trataba de una cita importante para ambos países porque en ella estaba previsto que se escenificase una reconciliación entre Argelia y España. Habría supuesto el inicio para comenzar a dar por concluida la crisis diplomática abierta en marzo de 2022, cuando tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez respecto a la postura histórica de España sobre el Sahara Occidental, Argelia llamó a consultas a su embajador en Madrid en señal de protesta, ya que es el principal valedor del Frente Polisario, además de un país enemigo de Marruecos.
Este viaje se había comenzado a organizar cuatro días antes de que se produjera. Desde Exteriores no llegaron a hacer pública la agenda de José Manuel Albares para ese día, pero se daba por hecho que mantendría un encuentro bilateral con Attaf, su anfitrión. La víspera, además, la prensa argelina anunció a bombo y platillo que Albares se reuniría también con el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune.
Todo estaba preparado para escenificar la normalización de las relaciones entre países. Incluso, fruto de ese viaje, una delegación española y otra argelina comenzarían a trabajar en un encuentro entre Sánchez y Tebboune, que daría el carpetazo definitivo al distanciamiento entre Argelia y España.
Se desconocen las razones que llevaron a Argelia a aplazar el viaje en el último momento, aunque según pudo saber ABC, guardan relación con la declaración española sobre la marroquinidad del Sáhara, un tema que tanto España como Argelia eran conscientes de que se tendría que abordar en algún momento del viaje, aunque fuera en la rueda de prensa que el ministro Albares daría a los medios de comunicación en Argel.
El escollo del Sahara
Cualquier declaración que pueda interpretarse como un paso atrás sobre la nueva postura de España respecto al Sahara, propiciaría otro desencuentro con Marruecos. No existe en este punto la posibilidad de que España realice ningún gesto que suponga un acercamiento con Argelia, por lo que es difícil un punto de encuentro entre ambos países con la cuestión del Sáhara de fondo. Esta sería, según fuentes consultadas por este periódico, la razón principal que llevó a que el presidente Tebboune decidiera no recibir a Albares en el último momento.
Ahora desde Exteriores prefieren ser prudentes y no comunicar nada sobre el viaje de Albares hasta que, prácticamente, el avión del ministro esté volando hacia Argel. Son conscientes de que la relación de España con Argelia es un tema sensible porque, además de generar interés, cualquier paso en falso afecta directamente a la gestión de esta crisis por parte del Gobierno; y a la imagen del jefe de la diplomacia española, quien es todavía más receloso que Sánchez en este sentido.
Sin noticias de Argelia
Argelia, por su parte, continúa sin pronunciarse después del plantón a Albares. El hecho de que mandase de vuelta a un nuevo embajador el pasado 15 de diciembre -19 meses después de llamar a consultas a su anterior jefe de misión en señal de protesta y para escenificar la crisis diplomática-, unido a que se habían retomado algunas operaciones de importaciones y a la invitación a Albares a visitar Argel, eran tres gestos que desde la diplomacia se interpretaron como un acercamiento. Pero en la embajada de Argelia en España todo es opaco. No contestan a las consultas realizadas por este periódico y el nuevo embajador, Abdelfetá Daghmun, todavía no ha presentado cartas credenciales ante Felipe VI, pese a que desde que volvió en diciembre ha habido tres ceremonias en el Palacio Real con este fin.
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