Navarra examina la fórmula Chivite, con Bildu en subida y una derecha fracturada
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La presidenta se vende como garante de la pluralidad de la región mientras UPN, sin el PP, busca nuevos votantes
La derecha navarra se reorganiza a un año de las elecciones pendiente de la relación UPN-PP
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El próximo 28 de mayo la Comunidad Foral de Navarra somete a examen la fórmula de gobernabilidad del PSOE navarro con María Chivite al frente. La baronesa socialista lidera un Gobierno autonómico en el que se integran Geroa Bai y Podemos. Pero en ... el que el apoyo de EH Bildu en la investidura fue imprescindible. Y lo ha sido para aprobar los presupuestos todos estos años.
En 2019 ese viaje fue muy difícil para el PSOE a nivel federal, que entonces amagó con una desautorización de las negociaciones de María Chivite. Pero el socialismo navarro cuenta desde 2017 con una voz privilegiada en Ferraz. El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ocupó ese puesto a nivel regional como mano derecha de Chivite antes de dar el salto a Madrid. La doctrina que ambos defendieron en 2019 y que Pedro Sánchez hizo suya está muy condicionada por las dos legislaturas anteriores.
En 2011 Yolanda Barcina (UPN) fue elegida presidenta con sus 19 diputados y el apoyo en la investidura de los socialistas navarros, que tenían 9 escaños. Las fuerzas nacionalistas y el PP votaron en contra. Pero ese apoyo a UPN tuvo coste. En 2015 los socialistas bajaban a 7 escaños. No había suma con la derecha, de la que además habían quedado resarcidos. Así que los socialistas navarros se abstuvieron en una investidura de Uxue Barkos (Geroa Bai) que alcanzó los 26 votos de la mayoría absoluta de la mano de EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra.
Los socialistas navarros encadenaban dos legislaturas en posición subalterna. Por eso en cuanto vieron la posibilidad en 2019 de liderar un bloque Chivite y Cerdán lo tuvieron claro. La presidenta Navarra tuvo que hacer mucha pedagogía dentro de su partido y con otros colegas autonómicos.
Hace cuatro años UPN concurrió a las elecciones junto a PP y Ciudadanos en la marca Navarra Suma. Alcanzó los 20 escaños. Lejos de los 26 que otorgan la mayoría absoluta. Las cosas han cambiado mucho. Ahora UPN vuelve a su marca, con el PP en solitario pero reforzado con las incorporaciones de Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos ex de UPN en el Congreso de los Diputados. Sin Ciudadanos ya en la ecuación pero todavía presentando candidatura. Y con Vox con opciones de lograr representación.
La última encuesta que realizó Gad3 hace poco más de un mes dibujaban el siguiente escenario: UPN 12, PSOE 10-11, Geroa Bai 8-9, Bildu 8, PP 6, Contigo Zurekin (nueva marca de Podemos más IU) lograría 3 y Vox debutaría con 2. Los bloques no cambian. Bildu crece ligeramente.
Desligado del PP, el candidato de UPN, José Javier Esparza, aspira a atraer a electores más centristas que vean en él una opción preferible a un PSN que va a seguir necesitando a EH Bildu.
Chivite ha visto esta jugada con claridad. Y aunque el objetivo declarado es mantener su fórmula actual esto pasa por insistir en que Bildu seguiría fuera del Gobierno. La formación 'abertzale' ha trasladado que no tomará ninguna decisión que favorezca el acceso de la derecha al poder. Pero también ha dejado claro que su posición de entrar o no en el Gobierno dependerá de los próximos resultados.
La actual presidenta destacó hace unos días, en un mitin junto a Pedro Sánchez en Pamplona, que su proyecto representa «la centralidad política» desde el «respeto a la pluralidad» de Navarra. «No merece gobernar quien no respeta esa pluralidad. Ni la derecha ni el nacionalismo garantizan esa serenidad», dijo. Las opciones de UPN y las derechas de alcanzar los 26 escaños siguen pareciendo muy remotas.
La doctrina Chivite predica que acuerdos entre UPN y los socialistas terminan exacerbando al nacionalismo, como sucedió en el mandato siguiente al acuerdo de 2011
Por eso el de María Chivite es uno de los gobiernos autonómicos que en Ferraz consideraban como más seguros, porque las posibilidades de armar una alternativa parecen prácticamente imposibles. Pero el reparto de fuerzas es tan ajustado en el parlamento navarro que existe un espacio para la incertidumbre.
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La doctrina Chivite predica que acuerdos entre UPN y los socialistas terminan exacerbando al nacionalismo, como sucedió en el mandato siguiente al acuerdo de 2011. Pero, ¿y si hay una alteración en el bloque actual y Bildu se coloca por delante? Ahí sin duda la UPN de Esparza intentará poner a Chivite en la tesitura de apoyarlo a él o un Gobierno de Bildu. Porque no es lo mismo dejarte apoyar por Bildu que apoyarlo tú. Pero ese es el único escenario en el que a Chivite se le complicaría repetir mandato.
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