Análisis
Una máquina de independentistas
Todo ello, consecuencia de convertir a Bildu, BNG, Junts y ERC en «socios preferentes»
Resultado de las elecciones vascas, municipio a municipio
Tras la dulce derrota del 23J, la única que importaba a Sánchez, los ecos del 28M se siguen extendiendo por su partido. Si el año pasado la derecha le arrasó en la mayoría de comunidades y ayuntamientos, en las dos elecciones de este año se ... repite la tendencia con un añadido también atribuible al sanchismo: el crecimiento exponencial de los independentistas.
Primero en Galicia, donde los socialistas no sólo fueron incapaces de presentarse como alternativa al PP, sino que desde el principio se rebajaron a muleta del BNG, que les vapuleó. Y este domingo más de lo mismo en el País Vasco, donde también se conforman con decidir si se entregan a los nacionalistas o a los proetarras. En cualquier caso, ambos independentistas y cada vez más, porque el PSE apenas recupera unas décimas de todo el margen que le dejaban los desaparecidos Podemos y Ciudadanos y el testimonial Sumar.
La izquierda que aprovecha esos caladeros es la liderada por Otegi y otros condenados por terrorismo. El independentismo más radical avanza como nunca en Galicia y País Vasco. Y en Cataluña no retrocede, por más que Illa gane, con Puigdemont y Aragonès compitiendo por ver quién es más secesionista.
Todo ello es consecuencia de convertir a Bildu, BNG, Junts y ERC en «socios preferentes», de blanquear a los proetarras y de rendir al PSOE en esos territorios a cambio de unos apoyos en Madrid sin los cuales Sánchez no seguiría en Moncloa. El sanchismo es una máquina de generar independentistas, como se ha visto en Galicia y País Vasco y como se verá en Cataluña. Y lo hace a conciencia y hasta con gusto, porque los necesita, ya que perdió las generales y por mucho.
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