Candidata del bng a la xunta de galicia
Ana Pontón: «Sigo siendo la misma y el BNG tiene sus principios muy firmes»
Trata de desmarcarse del independentismo catalán y reivindica para Galicia «sus propios caminos»
Rueda pide sacar «la careta moderada» al BNG y a la «izquierda rabiosa»
Acaba de amanecer y Ana Pontón (Sarria, Lugo, 1977) ya espera a ABC en su despacho del parlamento gallego, donde lleva instalada desde hace veinte años. Política veterana ya a pesar de sus 46 años que busca por primera vez ser la presidenta de ... todos los gallegos. Un anhelo que solo podrá lograr si se alía con el PSOE y el resto de fuerzas de izquierdas que logren representación el próximo domingo. Gobierno multipartito que ella confía en liderar.
—¿Está siendo una campaña especial?
—Sí. Noto que hay una sociedad que está agotada después de quince años de un gobierno del PP que nos está dejando una Galicia peor. Un PP que triplicó la deuda pública mientras recortaba en sanidad y en educación. Hay miles de personas que están convencidas de que es ahora. De que este es el momento de apostar por un cambio en Galicia y que la fuerza que representa el cambio es el BNG.
—¿Dónde quedó la Pontón más guerrera? ¿Es una cuestión de edad o un aspecto puramente electoral?
—Es que no hay una Pontón y otra Pontón, sigo siendo la misma persona. Si hablas con alguien que me conoce, lo que te dirá es que yo soy la misma persona. Evidentemente tengo una responsabilidad diferente de la que podría tener en otras etapas de mi vida, pero me siento preparada para este reto después de poder recorrer el país de arriba a abajo, de hablar con empresas grandes, pequeñas, medianas; con el sector pesquero y agrario; de visitar la inmensa mayoría de los ayuntamientos…
—¿A qué cree que se debe esta fortalece del Bloque?
—Pues al trabajo de muchísima gente durante estas últimas cuatro décadas en este país y a que en el año 2016 también hicimos una reflexión. Una reflexión en la que se llevó adelante un relevo generacional muy importante, analizamos mejor qué estaba pasando y nos centramos en explicar qué queremos hacer. Porque, en estos 15 años, lo cierto es que el Partido Popular trabajó en contra de la gente.
—Habla de cierto revisionismo dentro de su partido, ¿se refiere a que el BNG se ha desprendido de un radicalismo que tenía hace tiempo?
—El BNG tiene sus principios muy firmes. Además, creo en la política con principios. Si vaciamos la política de principios sería una cáscara vacía. Lo que nosotros tenemos es un modelo para las mayorías, un modelo que quiere poner la energía al servicio del país. Llevamos 15 años con un gobierno del PP que trabajó para las eléctricas. Por eso, en el ámbito energético, la primera decisión que voy a tomar es quitar la silla que las eléctricas tienen en el Consello de la Xunta, apostar por una tarifa más baja para las familias y las empresas gallegas porque como zona productora tenemos derecho a que se nos compense, o poner en marcha una compañía eléctrica cien por cien pública.
—Hablando de medidas, una de las que habló usted es el rescate de 200 millones para la sanidad. ¿Con dinero se resuelve el problema?
—Esto es una medida inicial, un plan de rescate que aprobaremos en los cien primeros días de gobierno, porque la situación de nuestra sanidad es crítica. Hay que reformular ese modelo de Atención Primaria y una pieza básica es que haya más especialidades. Por ejemplo, solo con introducir psicólogos en los centros de salud estaremos atendiendo la demanda del 30% de las personas que entran por los centros de salud.
—¿Está más cerca de un referéndum de independencia o de un autonomismo como el de otras comunidades?
—Galicia es Galicia y Cataluña es Cataluña. Tenemos nuestros propios caminos. El fin no es tener más autogobierno por tenerlo, sino que sea un medio para que la gente viva mejor. Vi estos días que había mucha polémica por la creación de la Policía gallega, pero es que en 2005 el gobierno Fraga remitió una ley para crear la Policía gallega, que no se llegó a aprobar porque se disolvió anticipadamente el parlamento. Creo que, cuando se crean polémicas artificiales como está haciendo el PP en este tipo de asuntos, lo único que buscan es confundir a la población.
—¿Le da envidia cómo están pasando las cosas en Cataluña y en el País Vasco en el tema plurinacional?
—Me siento orgullosa de lo que estamos haciendo en Galicia, creo que cada cual tiene realidades distintas. No siento envidia de nadie; me siento muy orgullosa de ser gallega y creo que tenemos que abrir nuestros propios caminos.
—Por aclarar entonces, si llega a la presidencia de la Xunta, ¿habrá un referéndum de autodeterminación en Galicia en estos cuatro años?
—Es que nosotros no llevamos esa propuesta en nuestro programa, insisto.
—Al hilo de asumir competencias propias en Galicia, hablaban también de eliminar la influencia que tiene el Tribunal Constitucional. ¿No implicaría salirse del sistema?
—¿Qué es el Tribunal Constitucional? Es un órgano político que escogen las fuerzas del bipartidismo en Madrid y que, además, a lo largo de estos años jugó siempre un papel recentralizador. Por lo tanto, lo que estamos es haciendo una reflexión al respecto de que en el Estado no puede ser que el bipartidismo sea quien hace la lectura de cómo se puede aplicar hasta el mismo marco constitucional. Creo que hay otras lecturas posibles y que puede haber otros mecanismos de relación bilateral que permitan la resolución de conflictos cuando se den en el ámbito competencial entre la Xunta y el Gobierno.
—¿Piensa que el PSOE sería un socio fiable? El último acuerdo de la legislatura pasada apenas se cumplió...
—No se cumplió en su totalidad, pero fue un gran avance. Desde luego, se cumplió mucho más que todos los anteriores. Porque vimos cómo cuando gobernaba el Partido Popular en Madrid, y con Núñez Feijóo en la Xunta de Galicia, todo lo que prometían lo incumplían. Lo que demostramos es que un diputado del BNG es más útil que el resto de diputados gallegos al servicio de las fuerzas estatales. En todo caso, creo que antes de hablar de pactos tenemos que dejar que la ciudadanía hable en las urnas, porque quienes deciden los pactos son los ciudadanos con su voto.
—¿Cuál es el modelo lingüístico que defiende el BNG?
—Cuando uno gobierna durante quince años, quien habla por un gobierno son sus hechos. Y los hechos del PP en materia del gallego fueron un decreto que situó la lengua gallega como una lengua de segunda. Aquí la única fuerza política que está trabajando para que haya un monolingüismo es el PP, y lo estamos viendo con su política lingüística. Lo que tenemos que garantizar es que haya esa igualdad en el conocimiento para que luego haya libertad, porque si no es un gran fraude.
—¿Cree que la amnistía es algo que preocupa a los gallegos?
—Bueno, creo que estos días el PP está hablando menos de la amnistía, ¿no? (Dice con ironía). Aquí empezaron la campaña hablando mucho de la amnistía. ¿Sabe por qué? Porque si hablaban de la amnistía no tenían que hablarnos de por qué hay listas de espera en Primaria, si hablaban de Puigdemont no tenían por qué explicarnos por qué triplicaron la deuda pública, o, si hablaban de Cataluña, era mucho mejor que explicar cómo es posible que hiciesen emigrar a 200.000 jóvenes. Si algo pienso que va a penalizar mucho al PP es querer esconder su falta de gestión, querer esconder 15 años que nos dejan una Galicia peor, precisamente, trayéndonos aquí esas batallitas madrileñas. Y, si Feijóo creía que estas elecciones iban a ser su premio de consolación, creo que el domingo muchos gallegos y gallegas le van a decir que Galicia no es el premio de consolación de nadie.
—¿Se sienten cómodos yendo en las europeas junto a EH Bildu representados por un condenado por el Supremo por pertenencia a banda armada?
—Las polémicas que quiere crear el PP lo único que están dejando en evidencia es el nerviosismo que tiene, porque está viendo que hay una pulsión de cambio muy importante. Empezaron hablando de Cataluña y ahora, como se conoce la hipocresía del PP en este tema, lo que tienen es que sacar el comodín de ETA. Nosotros siempre estuvimos, estamos y estaremos en contra de ETA. Creo que lo que nos está demostrando el PP es su desesperación, y que lo que se merece la ciudadanía es una campaña de ideas, una campaña limpia. Está claro que el PP no la está haciendo, pero a mí nadie me va a desviar de hablar de mi proyecto y de la ilusión que tengo por transformar este país.
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