El exjefe de ETA Susper afronta 30 años de cárcel por un arsenal relacionado con media docena de atentados
Se sienta desde este lunes en el banquillo de la Audiencia Nacional por tenencia y depósito de armas, explosivos y armamento de guerra
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El exjefe de ETA Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', se sienta desde este lunes en el banquillo de la Audiencia Nacional y afronta una petición de hasta 30 años de cárcel por delitos de tenencia de armas, explosivos y armamento de guerra por ... cuenta de los arsenales de un comando en el que militaba desde principios de los 2000 y que tiene en su haber múltiples atentados.
'Susper', conocido como 'el notario' de ETA por la cantidad de documentación y anotaciones que se le intervinieron cuando cayó por fin en Francia y que siguen sirviendo a día de hoy para atar cabos en distintas investigaciones sobre acciones de la banda terrorista, fue trasladado desde una prisión gala a la cárcel de Martutene en el año 2022 por razones de salud.
Cumplía allí prisión por la pertenencia a la organización, de ahí que ahora la Fiscalía de la Audiencia Nacional centre la acusación en aquello que hizo desde esa integración en ETA y por lo que no ha respondido ante los tribunales. En este caso, los hechos se remontan a 1998 y la refundación del comando Erezuma, rebautizado como Buruntza por orden nada menos que de Javier García Gaztelu, Txapote, en el año 2000.
Fue él quien en una reunión en Francia indicó a los dos integrantes que tenía entonces ese talde (Ibón Echezarreta Echaniz y Luis María Carrasco) que debían sumar a dos liberados más: Susper y Patxi Xavier Macazaga Asurmendi, quienes llegaron al encuentro con una mochila, algo de ropa y una pistola. Fueron trasladados a un piso que ya tenían bajo control en Guipúzcoa y desde el que nutrían de armas y material a otros integrantes de la organización terrorista.
Allí, iban a hacer de custodios del material que les iba haciendo llegar la dirección en Francia. La Fiscalía sostiene que la primera entrega lo fue de «50 kilos de dinamita, un tubo lanzagranadas, ocho roquetas, detonadores y material necesario para la confección de explosivos«. La segunda llevaba detonante, dos subfusiles, munición y otros 60 kilos de dinamita. Un año después eran ya 100 kilos, detonadores, mandos a distancia y detonadores.
Era abril de 2001 cuando Susper abandonó aquel piso franco y pasó a formar parte de otro «grupo operativo» junto a quien sería su pareja y ostentaría años después el liderazgo de ETA en Francia, Ainhoa García Montero, alias 'Laia'. Ella seguiría entrando y saliendo de ese piso para disponer de material que «era utilizado en la comisión de actos terroristas». Poco después se incorporó uno más a esta dinámica: Santiago Vicente Aragón.
Siete atentados
Fue en agosto de 2001 cuando las fuerzas de seguridad tiraron abajo la puerta de aquella vivienda. Encontraron información de siete atentados perpetrados en los meses previos por el comando Buruntza, como la bomba en el coche del empresario Sebastián Rubio Beloki, el asesinato del también empresario José María Corta o el libro-bomba que se mandó al decano del Colegio de Abogados de Guipúzcoa José María Muguruza.
También el asesinato del cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián, Ramón Díaz García; los asesinatos de dos trabajadores de Elektra (José Ángel Santos Laranga y Josu Leonet Azkune) en el intento de asesinato del edil socialista Iñaki Dubreuil, el explosivo en las oficinas de la Seguridad Social de San Sebastián o la bomba que puso ETA en el cementerio de Zarauz.
Además, la vivienda escondía un auténtico arsenal, desde lanzagranadas y subfusiles y fusiles de asalto, cuatro pistolas, escopetas, cartuchos, cargadores, hasta 60 barras de titadine de más de 2,5 kilos cada una, pasando por bobinas, detonadores, temporizadores y material diverso para la fabricación de todo tipo de explosivos.
Las armas a su disposición
El piso estaba «alquilado por Luis María Carrasco y tenían acceso la acusada Ainhoa García Montero, así como los otros miembros de ETA Ibón Echezarreta, Ibón Fernández Iradi, Patxi Xavier Macazaga y Santiago Vicente Aragón«. Todos ellos, dice la Fiscalía, »tenían a su disposición para el empleo en las acciones que desarrollaban en nombre de ETA« ese arsenal de armas y explosivos, así como variada documentación falsa que también fue hallada en el registro y dinero en efectivo »procedente« de la banda terrorista.
En un segundo inmueble en Lasarte, «propiedad del procesado ya juzgado Ibón Echezarreta» también se guardaba «a disposición« de los mencionados abundante material, por eso, la acusación lo es por delito continuado de tenencia y depósito de sustancias o aparatos explosivos, además del depósito de armas de guerra y el depósito de armas de fuego.
La Fiscalía pide 10 años de cárcel para Susper por cada uno de ellos. Laia ya fue condenada a 22 años de cárcel por estos hechos. Él está desde abril de 2024 en tercer grado por decisión del gobierno vasco.
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