Dos antiguos tripulantes del Pitanxo testifican al juez que no se hacían simulacros de evacuación
Relatan que la embarcación no contaba con escalera de estribor, por lo que la única salida era cruzar bajo el puente
Dos marineros que faenaron para el Villa de Pitanxo antes de la misión en la que naufragó en aguas próximas a Terranova en febrero de 2022 han declarado este lunes como testigos en la Audiencia Nacional que en sus respectivas etapas como tripulantes nunca ... hicieron un simulacro de emergencia para entrenarse en caso de que se requiriese la evacuación o se declarase un incendio.
Los dos estaban citados como testigos ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, que investiga el naufragio como 21 delitos de homicidio por imprudencia y que tiene investigados tanto al patrón del barco, Juan Padín, como a su sobrino y a la armadora, Nores, de la que acudían en esta sesión sus representantes jurídicos en calidad de imputados.
Según informaron en fuentes jurídicas presentes en la declaración, uno de los marineros que ha testificado se quedó en tierra justo para la misión que acabó con el Pitanxo hundido porque no llegó a un acuerdo económico. De sus etapas con la tripulación ha dejado varios detalles relevantes para la investigación, como la ausencia de simulacros de emergencia a bordo y las jornadas maratonianas, con «como mucho 20 minutos o media hora» de descanso para comer y trabajo en turnos que iban más allá de las 24 horas de faena.
El otro marinero estuvo enrolado en el Villa de Pitanxo dos mareas, tampoco embarcó en la que acabó en siniestro. Ha subrayado, además de la falta de simulacros, que el barco no contaba con escalera de estribor. Es un dato clave porque el pesquero escoró de babor y si ahí no había escala, tampoco posibilidad de llegar a las balsas salvavidas prendidas de esa zona. La única escapatoria en ese caso, conforme ha testificado, era cruzar por debajo el puente.
En cuanto a los representantes de Nores, el administrador y su hijo, han declinado cualquier responsabilidad. A preguntas exclusivamente de sus abogados, han asegurado que el pesquero contaba con trajes de supervivencia suficientes, que tenían todos los protocolos de seguridad al día. En la misma línea, han negado haber realizado ningún tipo de presión sobre Samuel Kwesi para que adujera que había sido un accidente.
Kwesi, cabe recordar, fue el único tripulante que sobrevivió, al margen del patrón y su sobrino. Cuando fue rescatado declaró que se había producido un accidente y ya en España y a salvo, denunció que había sido responsabilidad de Juan Padín, que no había activado a tiempo las alarmas y, sobre todo, que se había negado a recoger las redes cuando encallaron, haciendo escorar el barco hasta que el motor se anegó y desencadenando así el fatal desenlace.
Los trajes de supervivencia
Samuel no llevaba traje de supervivencia cuando fue rescatado, como tampoco buena parte de los cuerpos que el barco pesquero Playa de Menduiña recogió del mar cuando llegó a la zona a prestar auxilio. Él siempre dijo que no dio ni tiempo a equiparse por la falta de un aviso a tiempo de que había un problema. La mayor parte de la tripulación estaba descansando cuando se desencadenó el naufragio.
Este es un elemento clave porque otro buque, portugués, acudió también a la zona. Su patrón y su primer oficial ya testificaron en la Audiencia Nacional que sí habían visto cuerpos equipados con trajes de supervivencia flotando en el mar y levantaron sendas actas notariales al respecto en dos declaraciones extremadamente similares. Desde unos días después de aquello, trabajan para la armadora, Nores.
Este lunes comparecían como testigos dos de aquellos marineros del buque portugués. Han expuesto que vieron cuerpos en el mar con el traje de supervivencia pero de acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por ABC, no han aportado ningún detalle más. No recordaban ni en qué posición, ni de qué manera, ni qué se hizo tras esa observación.
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