La directora del CNIO engordó la plantilla en casi 50 empleados «no imprescindibles»

ABC ha podido hablar con varios científicos que desarrollan su labor dentro del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, quienes hacen un diagnóstico prácticamente coincidente del «desastre de gestión de María Blasco al frente del centro».

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José A. Pérez

Según estos investigadores, al menos ocho talentos se han ido del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas desde que María Blasco es directora «a causa de su disconformidad con la gestión o por la falta de ella».

Estos «talentos» han sido investigadores que salieron del centro y que ahora desempeñan su labor en importantes organismos investigadores de la oncología. Prueba de ello son los destinos en los que estos talentos han recalado al salir del CNIO. Entre los destinos que cuentan ahora con estos «cerebros» de la investigación del cáncer están la famosa compañía Los Altos financiada por Jeff Bezos en Cambridge, el Center Cancer de la Universidad Queen Mary de Londres, la Universidad de Copenhague o la de Barcelona, el sistema de hospitales de la Universidad de Cornell en Nueva York, la Universidad de Viena o, más recientemente, uno de estos talentos ha tenido que irse al Instituto de Oncología del Hospital vall d'Hebron en Barcelona.

Según aseguran estos científicos, «durante los últimos diez o doce años se ha producido un importante incremento de personal totalmente prescindible que ha aumentado el gasto en el capítulo 1 sin incrementar la productividad científica del centro».

Este personal estaría centrado en diversas divisiones del centro. Entre ellos el CNIO Arte, el programa que sirvió para adquirir obras de arte y que ha sido paralizado después de las denuncias publicadas por ABC, y otros departamentos como por ejemplo el de Comunicación que emplea a tres personas.

Pero no es el único departamento puesto bajo sospecha. Otro de ellos es el de Innovación, que en opinión de los científicos, «está sobredimensionado considerando que el número de proyectos ha disminuido muy significativamente y que los acuerdos con empresas los hacían los propios investigadores».

Otros departamentos de gestión científica como proyectos, personal de información, eventos científicos y publicaciones que cuentan con un total de once personas «podrían reducirse significativamente simplemente utilizando los estándares existentes en los centros de investigación del CSIC».

Otro programa que cuenta con «un exceso de personal» son, según los mencionados científicos, el Biobanco de Tumores, cuya directora es la actual presidenta del Patronato y secretaria general del Ministerio de Ciencia, la doctora Eva Ortega. En realidad, «se trata de un biobanco en tumores virtual ya que, debido a la complicada burocracia del manejo y archivo de muestras humanas y al no tener una actividad hospitalaria propia, el CNIO no puede recibir muestras humanas. Por lo tanto las muestras que se reciben provienen de otros biobancos de hospitales, por lo que una plantilla de nueve personas resulta a todas luces innecesaria», añaden estas fuentes.

«Durante los trece años largos en los que la dirección científica del centro ha estado encomendada a la doctora Blasco», aseguran los científicos, «se ha producido un incremento más o menos generalizado en el personal de las distintas unidades de apoyo incluidas en este programa de biotecnología, pasando de un total de 49 investigaciones y técnicos en 2012 a 63 sin que haya habido un aumento de investigadores o becarios en los grupos de investigación propiamente dicho».

Entre el personal «sobrante» al que hacen alusión los científicos también mencionan el programa de terapias experimentales conocido como de Descubrimiento de Fármacos. «Resulta evidente que, dada la falta de productividad de este programa durante más de trece años, su eliminación, que representaría un ahorro de dos millones de euros anuales, casi la mitad del actual déficit, se antoja como una medida más que razonable».

En definitiva «el CNIO podría prescindir en la actualidad de más de 40 personas que han sido fichadas directa o indirectamente por María Blasco sin un mínimo criterio de racionalización del gasto público».