Crecimiento estéril del PP, que no podrá influir en el Ejecutivo vasco
Los populares, con un escaño más de los que tenían en coalición con Ciudadanos, culpan a Sánchez del ascenso de Bildu
Euforia aberzale tras empatar en escaños con el PNV
![Javier de Andrés, candidato popular, votó en Vitoria](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/22/javier-de-andres_20240421235956-RY2maiJAncG10chIHBooGjJ-1200x840@diario_abc.jpg)
El Partido Popular cumplió este domingo con el objetivo marcado para las elecciones vascas, pero a medias. Porque los populares mejoraron los resultados respecto a 2020, siete escaños –uno más de los que obtuvieron en coalición con Ciudadanos–, pero se quedaron sin ninguna capacidad ... de influencia en el Gobierno vasco. Crecimiento estéril que dejaba anoche una sensación agridulce en Génova.
«Somos exigentes y queremos más. Queremos ser protagonistas de la política vasca y queremos lograrlo a corto y medio plazo», reivindicaba Cuca Gamarra, secretaria general, justo después de felicitar a Javier de Andrés por el crecimiento en votos y escaños. «Objetivo cumplido», reiteraba.
La dificultad para encontrar un espacio electoral por el que crecer ampliamente impidió a De Andrés experimentar una mejora mayor. Subida que el PP ha cimentado en el voto huérfano de Ciudadanos y en los restos que ha podido rascar de los desencantados con el PNV y el PSE, pero menos de los esperados. En esta comunidad, a la que Pedro Sánchez ha mimado en los últimos años por su dependencia de los nacionalistas y de EH Bildu, no existe un voto de castigo a los socialistas como sí ocurre en otras regiones de España. De ahí que los socialistas no hayan sufrido desgaste y que hayan incluso mejorado sus resultados. Subida que castiga involuntariamente al PP, al que la irrupción de ETA en la última semana hizo también mucho daño. La polarización de la campaña hizo aflorar el miedo a Bildu y retornó mucho voto útil, que en un principio había captado el PP, y que finalmente fue al PNV para evitar que los radicales alcanzaran el Gobierno. Dos factores que sumados han limitado la subida de los populares.
Aun así, Javier de Andrés ganó alrededor de 37.000 votos respecto a los que el PP logró en coalición con Ciudadanos hace cuatro años. Los mismos, por cierto, que se deja respecto a los 130.000 que logró en las generales del 23 de julio. En total, el PP vasco experimenta un crecimiento de 2,5 puntos –hasta el 9,2% del total–, que será difícil que tenga reflejo en las políticas del Parlamento vasco. Ni siquiera en Álava, donde concurría el candidato, pudo el PP superar al PSE, del que le separaron apenas 500 votos. Una derrota simbólica, pero que dolió especialmente.
Antes del domingo, había dos visiones bien diferenciadas entre el Partido Popular vasco y la dirección nacional. Los primeros estaban convencidos de lograr un gran resultado –hablaban hasta de ocho diputados–, pues palpaban cierta ilusión en el ambiente y más apoyo que en ocasiones anteriores. Algún alto cargo del partido en la región reconocía de puertas para dentro que el resultado en Álava podía ser histórico, con hasta cinco escaños. Euforia que desde Génova se trataba de contener, en un intento porque un crecimiento más moderado (como el que finalmente se ha dado) no fuera visto con cierta sensación de decepción. De hecho, la valoración en el partido fue en ese sentido, con Javier de Andrés elevando la euforia de alguna manera, sacando pecho por el crecimiento y con Gamarra pidiendo un esfuerzo mayor a medio plazo.
«Teníamos un propósito que era mejorar en votos y escaños y lo hemos conseguido. Este es el comienzo de la recuperación y el reposicionamiento del PP en el País Vasco», señalaba el candidato, quien apuntaba a un crecimiento de tres escaños al entender que de los seis que el PP logró en coalición con Ciudadanos, solo cuatro pertenecían realmente a los populares.
Esa misma idea la retomó poco después Gamarra, secretaria general del PP, pero elevando el listón para el futuro. «Nuestro objetivo es seguir creciendo para ser determinantes en la política vasca», apuntó, al tiempo que lamentó los resultados obtenidos por Bildu en las elecciones.
Feijóo señala a Sánchez
«Es la principal noticia de la noche y no es una buena noticia que Bildu haya obtenido el mejor resultado de su historia. Si lo ha hecho, es porque Pedro Sánchez y el PSOE llevan cinco años blanqueando a este partido y han conseguido que una parte de la sociedad vasca los vea con normalidad», criticó Gamarra, quien recordó que la coalición de Gobierno –formada por el PSOE y Sumar– había perdido fuerza respecto a 2020, lo que explicaría cierto castigo del electorado.
Críticas que reiteró el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en sus redes sociales, en las que culpó al PSOE por el crecimiento de Bildu. «Cuando Sánchez llegó a la política nacional, Bildu tenía 18 escaños y ahora obtiene 27. Los socialistas deben desistir en la estrategia de alimentar el independentismo o pronto nos arrepentiremos», apuntó el presidente del Partido Popular.
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