Ciudadanos da un paso más hacia su extinción tras su renuncia a las elecciones generales
Una amplia mayoría del Comité Nacional respalda la decisión, pero la dirección descarta una disolución
Candidatos al 28M creen que no presentarse ahora sugiere que se debe aglutinar el voto en torno al PP
Edmundo Bal: «Hay quien no quiere concurrir para ser una corriente liberal del PP»
![La dirección de CS, con Adrián Vázquez al frente](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/30/adrian-vazquez-ciudadanos-RQKnbKHuj1wDwwShgyNEeRM-1200x840@abc.jpg)
Ciudadanos (CS) alarga su agonía. La formación liberal tomó este martes la dramática decisión de no presentarse a las elecciones generales de julio, pero desde la dirección se insiste todavía en que hay margen para un retorno 'post mortem'. El Comité Nacional ... dio el paso tras un cónclave de tres horas, en el que hubo un debate sereno y alejado de la tensión de otras citas que siguieron a otros terremotos internos.
El partido lleva en coma inducido desde el 10 de noviembre del año 2019, cuando Albert Rivera dilapidó los 57 escaños obtenidos aquel abril y perdió 47 diputados por el camino del 'no es no' a Pedro Sánchez, pero este martes entró directamente en parada cardiorrespiratoria. Una formación nacional, con vocación de transformar el país, alza la bandera blanca y renuncia a concurrir a una batalla decisiva para el futuro de España.
En la alternativa al sanchismo, CS asume que no tiene, a día de hoy, ningún papel que jugar. El secretario general del partido, Adrián Vázquez, anunció cerca de las dos y media de la tarde lo que era un secreto a voces desde la víspera, cuando él mismo abrió la puerta a no acudir a las urnas tras la reunión del Comité Permanente. La decisión corresponde a la ejecutiva ampliada, el Comité Nacional, y por eso no se confirmó hasta este martes. Solo se descartó la disolución, a la espera de un «rearme» que se abordará en julio.
Vázquez afrontó su rueda de prensa más difícil desde que asumió el cargo en enero rodeado de los integrantes de la dirección reducida, con la portavoz política, Patricia Guasp, todavía con rastro de lágrimas en sus ojos, y con Inés Arrimadas, expresidenta de CS, agazapada entre un público formado por dirigentes con mucha más historia en la formación liberal que los encargados de comunicar este martes la dramática resolución. El ánimo en el número 253 de la madrileña calle de Alcalá, que tiene los días contados como cuartel general de CS, era de pesar, sin duda, pero distaba mucho del estado de 'shock' en la noche electoral del 10N.
Situación ya asumida
Entonces había llantos desconsolados, nervios a flor de piel, aplausos de reconocimiento y miradas de incredulidad ante lo que se intuía como el adiós de Rivera, un hombre cuyo liderazgo llevó a CS, en trece años, a convertirse de un proyecto de intelectuales catalanes a la tercera fuerza política de España. Este martes, y así lo reconocían miembros de la dirección en privado, se tomaba la decisión con la situación sobradamente asumida.
Las encuestas eran malísimas, pero aún se conservaba, al menos entre los dirigentes más optimistas, la ilusión de que Begoña Villacís entrase en el Ayuntamiento de Madrid y de que el partido lograse ser decisivo en alguna capital de provincia. La debacle generalizada, con solo 300.000 votos en toda España en las municipales, 392 concejales y sin entrar en ni uno solo de los parlamentos autonómicos donde había comicios, retiró la venda de los ojos a los más crédulos. De golpe.
Todavía había margen, presuponían los dirigentes de CS la noche electoral del domingo, para abordar un plan de choque contra el trauma hasta diciembre. Pero el adelanto electoral anunciado por Sánchez el lunes trastocó todos los planes posibles. Hay cuatro personas en el partido que, desde ese momento, opinan que no se debe concurrir a las elecciones generales, según varias fuentes consultadas por ABC. Son nada menos que Inés Arrimadas, Begoña Villacís y dos integrantes del Comité Permanente como Mariano Fuentes, vicesecretario general y afín a la vicealcaldesa en funciones, y Guillermo Díaz, el único diputado leal a la portavoz en el Congreso hasta la disolución de las Cortes.
«Esta decisión deja huérfanos de opción política a 300.000 votantes potenciales», dice un candidato al 28M
Las fuentes consultadas por este diario confirman que en el primer encuentro del Comité Permanente eran minoría los partidarios de no presentarse a las elecciones, pero consiguieron convencer finalmente a más de la mitad de los componentes de este órgano. Según estas fuentes, Adrián Vázquez, líder de facto de una bicefalia que no ha funcionado, estaba de primeras del lado de quienes querían seguir peleando en las urnas. Pero desde el entorno del secretario general lo niegan y dicen que se limitó a recoger el sentir mayoritario cuando ya habían hablado todos sus compañeros.
Reunión más tranquila
En el Comité Nacional hubo menos oposición a no concurrir a las elecciones generales, aunque hay voces que lo ven como un error y una capitulación. «Para eso cierras persiana», comentó en Twitter Miguel Sánchez, integrante del órgano y el último senador que le quedaba a CS hasta la disolución de las Cortes Generales.
La inmensa mayoría de los integrantes del órgano consultados por este diario creen que se ha tomado la mejor decisión posible, siendo todas las que había sobre la mesa nefastas, y coinciden con la dirección en que el partido debe mantenerse, sin disolverse, para tratar de capitalizar un espacio político que existe, dicen, pero que ahora está en barbecho por la polarización. «Estas son unas elecciones 'presidenciales' en las que el marco es Sánchez sí o Sánchez no», resume un dirigente, convencido de que no tenían nada que hacer en los comicios.
«Hay que tener una resistencia cívica preparada para dar el salto a la política cuando sea el momento», ahondaba este miembro de la ejecutiva, según el cual este martes no hubo «unanimidad a la búlgara» como pasaba con Rivera, pero tampoco «conflicto ni una jaula de grillos».
Francisco Igea, ajeno a la ejecutiva, pero invitado este martes a la reunión, fue el más crítico, pero se marchó cuando fue rechazada su postura, que pedía responsabilidades a la dirección o ir a los comicios con Vázquez de candidato, aunque los actuales estatutos lo impidan. No obstante, no es el único hostil hacia el Comité Nacional. Además del grupo parlamentario en el Congreso, hay candidatos a las elecciones del 28M que no lo ven con buenos ojos.
Según ha podido saber este periódico, aspirantes a los comicios autonómicos y municipales creen que retirarse de la contienda electoral sugiere que el voto debe aglutinarse en torno al PP, en lo que constituye una renuncia al espacio propio. «Esta decisión deja huérfanos de opción política en unas elecciones generales a 300.000 votantes potenciales», lamenta una fuente.
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