Los otros casos Canet: goteo de sentencias en los próximos meses
La vía judicial ha sido el único camino de las familias ante las trabas del Govern
Qué se sabe sobre el acoso a la familia de Canet de Mar que solicitó más clases en castellano para su hijo

Si la Generalitat pretende hacer de la inmersión lingüística una nueva bandera política con la que aglutinar a la desnortada parroquia independentista, en los próximos meses va a tener munición de sobras para encender nuevas hogueras en los centros educativos. Según datos recopilados ... por este diario, en las próximas semanas y meses se espera el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en al menos trece casos similares a los de la escuela de Canet de Mar (Barcelona): es decir, familias que ante la falta de respuesta de las autoridades educativas han acabado por acudir a los tribunales para reclamar un mayor porcentaje de educación en castellano para sus hijos. A tenor de los pronunciamientos recientes del TSJC, el caso de Canet va a repetirse de manera invariable.
En paralelo, hay otros seis pleitos que están pendientes de que el Tribunal Supremo resuelva, ya que en estos casos la Generalitat sí decidido recurrir después de que el TSJC, además de obligar a dar más castellano según la demanda de cada familia, obligó a rectificar el 'proyecto lingüístico' de los centros aludidos, al considerar que existía una discriminación flagrante de esta última lengua. De hecho, y pese a la encendida retórica de la Generalitat y los partidos independentistas respecto a la defensa de la inmersión, el Gobierno catalán solo recurre cuando los tribunales impugnan el proyecto lingüístico del centro, no en cambio cuando se atiende la demanda particular de los padres, como ha sido el caso de la familia de Canet de Mar. En este caso, como en el resto, la responsabilidad de aplicar las sentencias recae en los directores de cada centro, y así lo reconoce el Govern, que como ayer hizo el consejero de Educación acudiendo a Canet, se limita de alguna forma a hacer un acompañamiento a los equipos directivos. Todo lo demás, retórica.
De hecho, la judicialización de la educación que se denuncia desde el Govern es la última carta que pueden jugar los padres ante la negativa, o el silencio administrativo, de los centros educativos primero y luego de la Consejería de Educación ante sus demandas.
Aunque no existe un cómputo preciso, se calcula que superan las ochenta las sentencias que en los últimos años han dado amparo a familias que reclamaban más castellano para sus hijos, según los cálculos de entidades defensoras del bilingüismo como la Asamblea por unaEscuela Bilingüe (AEB)o Impulso Ciudadano. La vía judicial es pues aquí el último recurso. El camino está abierto, y de hecho en las próximas semanas se presentarán entre cuatro y cinco nuevas demandas en la misma dirección.
Fallo histórico en 2020
La situación, sin embargo, podría cambiar de manera radical en adelante tras el histórico fallo del Tribunal Supremo del pasado 23 de noviembre, que desestimó el recurso de la Generalitat a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que impuso en 2020 un mínimo de 25% de clases en castellano en todos los centros de la comunidad. Ahí radica la principal diferencia con respecto al goteo de casos de familias particulares como el de Canet y otros. Por primera vez, la Justicia impugnaba el modelo lingüístico aplicado al conjunto del sistema –tanto escuela pública como concertada–, tumbando de facto el tótem de la inmersión.
En la práctica, el catalán seguirá siendo la lengua de uso principal en la escuela, si bien el 25% de castellano mínimo implicará que, además de la asignatura de Lengua Castellana, al menos otra asignatura troncal también se imparta en español.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete