Fracaso cantado

Me parece muy positivo que a la sesión asistieran todos los presidentes y que se vieran las caras, aunque es incomprensible que no hubiera una preparación previa de la reunión y que el presidente del Gobierno lo planteara como una sucesión de monólogos de cada territorio, porque al final es una suerte de diálogo de sordos que no lleva a ningún sitio.

Estas Conferencias siempre han tenido orden del día, contenidos previos y conclusiones que daban lugar a sesiones de trabajo posteriores. En esta ocasión ni orden del día ni, me temo, sesiones posteriores de trabajo, más allá de un anunciado Consejo de Política Fiscal y Financiera en enero que, o Dios no lo remedia, o levantará en armas a muchas comunidades, porque bajo el paraguas de una urgente negociación de un nuevo modelo de financiación para las comunidades, lo que se tratará de materializar son los compromisos del Gobierno con sus socios nacionalistas en la quita a una parte de la deuda contraída por Cataluña con el Estado. Aunque la medida se extienda al resto de comunidades, la realidad es que es profundamente injusta. Se prima a quienes no han sabido gestionar, a quienes han empleado sus recursos públicos en tratar de romper el Estado, mientras que se castiga a quienes menos se han endeudado o a los que no lo han hecho. Sin duda se manda un mensaje tremendo en favor de la política del despilfarro y eso es muy lamentable. Por eso los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP se oponen a la medida y tiene razón Fernández Mañueco cuando denuncia que con ella se busca más el sostenimiento del Gobierno que el alivio económico de los distintos territorios.

Sánchez es amigo de buscar la cuadratura del círculo, pero con la financiación no se juega. El multilateralismo bilateral que pretende es imposible y no va a colar, con lo que se estará castigando a las comunidades infrafinanciadas, siempre y cuando estas no sean de las que depende el voto de la mayoría de Gobierno.