Dialogar
Frente a quienes afirman que no tienen sentido estas reuniones bilaterales, creo que sí que tienen validez, la de recuperar el tono del respeto entre las instituciones
Tácticas de partido
Aprender a prevenir
![Dialogar](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/11/27/sanchez-manueco-RNCBXIeAeSkubmIQDNRv5BI-1200x840@diario_abc.jpg)
No hubo nada concreto en la entrevista que en el Palacio de la Moncloa mantuvieron la semana pasada Pedro Sánchez y Alfonso Fernández Mañueco. La verdad es que tampoco se esperaba. Estoy convencido de que el simple hecho de dialogar entre ellos, es ya algo ... positivo, porque desgraciadamente vivimos tiempos en los que hablar en política es sinónimo de tirarse los trastos a la cabeza. Frente a quienes afirman que no tienen sentido estas reuniones bilaterales, creo que sí que tienen validez, la de recuperar el tono del respeto entre las instituciones y por lo menos ver a los políticos estrechándose la mano y pudiendo mantener un encuentro en el que exponer cuestiones que afecten a los problemas reales ciudadanos.
Es verdad que habrá que esperar a 2025 para que empiecen las reuniones con los ministros, para tratar los temas de la carpeta que llevó Mañueco a la sesión y que hay muy pocas esperanzas de que cuajen acuerdos en el corto plazo, porque las necesidades son muchas y los recursos son pocos. Además, cierto es que el año que viene el grueso de los fondos estatales deberían de ir, preferentemente, a la recuperación de los afectados por la DANA y el resto me temo que servirán para pagar los peajes que Sánchez contrae con las fuerzas nacionalistas para mantenerse en la Moncloa. No creo que haya muchos más fondos para atender a las restantes comunidades y eso abrirá otro melón que ya vislumbraremos en la Conferencia de Presidentes programada.
A la espera de saber si habrá Presupuestos Generales del Estado, la vida política española está sacudida por acontecimientos que hacen que el diálogo entre los partidos sea inviable. La estrategia de extremar al país nos está llevando a una lamentable situación donde todo vale con tal de destruir al adversario. La política tiene que tratar de recuperar el consenso y la colaboración, porque si lo que se antepone, como prioridad uno, es destruir al adversario y conseguir que, por el medio que sea, no se le vote, el desastre en el futuro inmediato será cada vez más patente. Abrir vías de diálogo, rebajar la tensión, pensar en los ciudadanos, debe ser una tarea de emergencia, de rescate de la vida política, porque el descrédito y el daño social que se está instalando en nuestras vidas nos lleva a excitar posiciones de las que nos vamos a arrepentir.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete