ruido blanco
Reconstruir el bipartidismo
No está exultante solo el PP de Alfonso Fernández Mañueco con su, por fin, gobierno en solitario, también presumen empresarios y sindicatos de haberse quitado de encima esos consortes incómodos
Estabilidad de barro
Estamos llegando tarde
Existe en España una añoranza de aquellos tiempos que creímos negros pero solo eran grises cuando imperaba el bipartidismo. Legislaturas de mayorías absolutas, rodillos parlamentarios y una estabilidad que permitía gestionar de cuatro en cuatro años como acordaron los padres de la Constitución. Gobiernos que ... gobernaban y ciudadanos que valoraban a final de mandato sin que las riñas entre políticos frenaran la imprescindible administración de las cosas de comer para lo que votamos a nuestros representantes.
Tal es la nostalgia, pasa hasta de morriña gallega, que la ruptura en Castilla y León del gobierno de coalición parece una vuelta a esos tiempos añejos a pesar de que la realidad sea un gobierno cojo que es todo ejecutivo en minoría. Se reunió de nuevo el Diálogo Social y se reivindicó como una vuelta al origen. Como si Juan Vicente Herrera, no hace mucho y hace tanto, presidiera el encuentro del que se salieran sonriendo y con acuerdos ejecutivo, patronal y sindicatos como era costumbre y «seña de identidad». No está exultante solo el PP de Alfonso Fernández Mañueco con su, por fin, gobierno en solitario, también presumen empresarios y sindicatos de haberse quitado de encima esos consortes incómodos que, según ellos, llevan dos medias legislaturas impidiendo pactar y cumplir lo pactado. Denunció Saturnino Fernández de CCOO el «destrozo» de Vox hasta ayer y Santiago Aparicio la «hostilidad» de Ciudadanos en el mandato previo. Así mantienen bien hinchados a los populares con alabanzas. Es solo con el PP, por tanto, con quien se puede reconstruir el Diálogo Social.
Dice la nueva consejera de Empleo que haber convocado tan solo una semana después de su toma de posesión está primera reunión demuestra que el diálogo social es una prioridad. Significa entonces que no lo era con sus exsocios igual que no lo era la lucha contra la violencia de género que reivindicó con fuerzas renovadas la vicepresidenta Blanco tras el primer Consejo de Gobierno. El resto es hemeroteca. Resulta que la paz social y la política eficaz pasaba solo por reconstruir el recordado bipartidismo.