ruido blanco
Mañana, en la batalla
En esos lugares sin medios locales aumentó (aun más) la polarización y desapareció el control al poder político
Infieles y leales
Segunda vuelta
![Mañana, en la batalla](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/28/periodismo_20231128094012-RdmpEve6vp6smweqyPNHrkI-350x624@abc.jpg)
Al llegar a una ciudad la mejor forma de empezar a conocerla es un bar y un periódico local. La combinación de ambos espejos refleja una idea aproximada de sus gentes. El bar permite saborear y oler la ciudad y el periódico escucharla en el ... clamoroso silencio de cada página. Mientras siga agonizando el papel de periódico, que siempre se deja de publicar mañana, este bautismo social y cultural puede realizarse en un mismo espacio, bajo el ruido de tazas.
Los medios de comunicación cercanos son el ancla a tierra del periodismo. La crónica diaria de la vida y circunstancias de un lugar en el espacio que no es intercambiable a la vida y circunstancias de ningún otro. Mucho decir en la era de postales reemplazables. Sin embargo, y también con mala salud de hierro, la prensa local resiste a contracorriente como aguantan los pueblos y las tradiciones. En la facultad nos dijeron que para prever el futuro del periodismo hay que mirar a Estados Unidos. Lo que ocurre hoy allí, aquí ocurrirá un mañana indeterminado pero definitivo. En Estados Unidos la prensa local se muere. Lo advertía este fin de semana Serge Schmemann, capo de la profesión, en The New York Times. En los últimos doce años 2.900 diarios desaparecieron o fueron engullidos por sitios nacionales que esquilmaron su cobertura local. 130 durante 2022. En 204 condados no quedan medios locales y en 1.500 sobrevive uno.
Si este escenario es cierto el periodismo está en peligro. No por la destrucción de empleo porque en comunicación el empleo ni se crea ni se destruye se transforma. Peligra porque los medios locales son la escuela del periodismo, el único lugar donde uno se mancha de verdad con cada noticia. «Mañana en la batalla piensa en mí», titularía Marías. Pero además son escuela de ciudadanía. En esos lugares sin medios locales aumentó (aun más) la polarización, se redujo la participación social y desapareció el control al poder político. Así que esa batalla es también por ti, por la identidad y la calidad democrática. Esperemos que aquí los medios dejen lo de morir para mañana, ese mañana que nunca da al papel la última palada.
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