POR MI VEREDA
Libertad inescindible
De pronto tendrán más en común con Llanes o Langreo que con Benavente, Mayorga o Villada
Las Fuerzas Armadas unen
Pintor, vasco, universal
Esto del leonesismo es un fenómeno con altibajos, de suerte que el último pico coincidió con el inicio del estío, lo que permite concluir que estamos ante una culebra de verano, no serpiente. El movimiento mostraba dos tendencias: la de una autonomía uniprovincial y la ... que apuesta por la antigua Región Leonesa con Zamora y Salamanca. Pero como no hay dos sin tres, también aflora otra corriente que defiende el alcalde de León, José Antonio Diez: la unión con el Principado de Asturias. Una tesis que sorprende en un tipo de su perfil, de socialista sensato y formado, y que no sabemos bien cómo van a encajar los naturales de Sahagún o Valderas. De pronto tendrán más en común con Llanes o Langreo que con Benavente, Mayorga o Villada. Que está fenomenal ir a las playas asturianas y al Ikea de Oviedo. Que compartimos cordillera y usos en comarcas de montaña, pero no tanto en el resto del territorio. Además, la intención evoca aquella época previa a 1979, en la que los estudios superiores de León dependían de la Universidad de Oviedo.
Vamos a comprobar si esta idea cuaja y mañana, con tal de unirse al vecino septentrional, Guadalajara quiere ser Castilla y León o Huelva se suma a Extremadura. En previsión de lo que pueda deparar el futuro, conviene estar al tanto de lo que sucede el Principado, donde acaba de tomar posesión como delegada del Gobierno Adriana Lastra. Tras una temporada desaparecida –ha sido madre-, se echaba de menos su discurso cañero, su razonamiento tosco, su estilo borde, propio del actual PSOE que promociona la burricie. A sus 45 años, lleva desde los 18, cuando se afilió a las Juventudes Socialistas de Ribadesella, viviendo del partido. No hay en su curriculum ninguna otra actividad profesional por la que haya cotizado la Seguridad Social. Tampoco ha podido terminar la carrera de Antropología. A ciertas edades da pereza. Si acaso un master y tal.
Por su lealtad al caudillo de Moncloa, llegó a ser vicesecretaria general del PSOE y portavoz parlamentaria en el Congreso. Esta última responsabilidad, teniendo en cuenta su dialéctica –como en el caso de Cuca Gamarra- demuestra la importancia que los dos grandes partidos conceden a la oratoria en las Cortes... Pues Adriana, encampanada, ha debutado en su nuevo cargo con polémica, al asegurar que no irá a la misa del día de Covadonga en la basílica a escuchar el discurso de «confrontación y ultraderechista» del arzobispo Jesús Sanz Montes, un franciscano que habla clarito y es uno de los hombres más brillantes del episcopado español. De hecho, ha respondido que es poco respetuoso que alguien quiera marcarle la pauta. No les gusta la libertad y menos la de expresión, ni en los púlpitos ni en la prensa, cuando es algo inescindible de toda democracia. Como León de Castilla.
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