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buenos días, vietnam

Nieve en el tejado

Hacerse mayor consiste en mirar el parte meteorológico en la pantalla del móvil cada mañana como si una expedición entera dependiese de tu previsión

Wild Wild West

La corte de los milagros

G. G.
Guillermo Garabito

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Carga todavía Valladolid con esa leyenda antigua del frío, como si esto fueran aún los años cuarenta o siquiera Burgos o Finlandia. Dices Valladolid en cualquier otra parte y dudan, con cara triste de no poder adoptarte, entre ofrecerte un abrazo o un abrigo. En ... Valladolid persiste la niebla, ese patrimonio inmaterial, casi marmóreo, que lo envuelve todo de diciembre a febrero; terciopelo blanco de los días de invierno. Amaneces y hace frío y mañana hará frío también. Es un frío sin adornos, un frío directo e insobornable. Un frío que no se puede idealizar, ni siquiera decir que es Barroco, porque en Valladolid quisiéramos nieve, unos copos gordos que nadie pase por alto. Puestos a soportar el frío, a llevar los pies destemplados casi la mitad del año, al menos que fuese con nieve en el tejado. Pero desde Filomena no hemos visto nevar.

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