La Fiscalía concluye que queda «meridianamente clara» la culpabilidad de Pedro Muñoz, que se declara «manipulado»
El Ministerio Público mantiene la petición de 18 años y nueve meses de prisión para el ex concejal de Ponferrada acusado de arrojar a su mujer por la terraza
«Las lesiones que tenía Raquel no concordaban con la versión» de Pedro Muñoz, según los médicos que la atendieron
![Pedro Muñoz, a su llegada este jueves a la última sesión del juicio](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/21/_03MAX202312632160-R7ynrJ3Bkt7mgspLTYbK4oL-1200x840@abc.jpeg)
«Yo no tengo ninguna animadversión contra Raquel, la he querido muchísimo, es posible que la haya querido más que a nadie. Le he salvado la vida literalmente, porque de no estar allí no era viable. Y que se diga que cuatro horas antes la he agredido…». Así lo ha señalado este jueves Pedro Muñoz desde el banquillo de la Audiencia Provincial de León en el que se ha sentado en las últimas semanas acusado de haber lanzado a su mujer desde la terraza de la casa que compartían en Torno en pleno confinamiento. Una vez más el ex concejal de Ponferrada ha negado la agresión mientras la Fiscalía ha concluido que tras lo escuchado en sala queda «meridianamente claro que es culpable de todos los hechos que se le imputan» y mantiene su petición de 18 años y nueve meses de cárcel.
El Ministerio Público considera que el acusado tenía un deliberado propósito de acabar con la vida de su mujer, por lo que le atribuye una tentativa de homicidio, pero cree también acreditada la llamada excusa absolutoria, un arrepentimiento que en el ámbito jurídico supone una acción voluntaria que impide la consumación del delito, informa Ical.
Un extremo que no comparte la acusación particular que pide 23 años de cárcel por asesinato en grado de tentativa y apunta a que a un «indiscutible ánimo de matar» a Raquel Díaz el 27 de mayo de 2022 arrojándola desde la terraza yagrediéndola a continuación en un episodio tras el que ella quedó parapléjica.
La defensa de Pedro Muñoz, que reclama su libre absolución, ha planteado, por su parte, con carácter subsidiario, la imposición, en caso de ser condenado, de penas mínimas para cada delito de los que se le imputan y ha señalado que carece de lógica que su representado, en caso de querer acabar con la vida de Raquel, hubiera decidido apostar por autorizar una intervención quirúrgica en lugar de donar sus órganos, como se le planteó en el momento de mayor gravedad de su estado.
El acusado ha ejercido el derecho a pronunciar la última palabra de la vista y protagonizó una larga intervención que inició señalando que el estado actual de Raquel hace pensar que sus manifestaciones no puedan ser coherentes. «Yo no he controlado a nadie en mi vida. He sido controlado», ha añadido para finalmente señalarse como víctima: «Ahora sé lo que es una relación tóxica; aquella en la que la otra parte de controla, te manipula, te difama y no te enteras hasta que te encuentras en la cárcel acusado de cosas que no sabes ni qué ha pasado. Doy gracias a Dios por haberme traído hasta aquí con un mínimo de cordura, porque es muy difícil mantenerla».
Delito contra la libertad sexual
Más allá de los hechos juzgados, el Además, el Ministerio Público ha solicitado que se deduzca testimonio de la declaración de la víctima en la vista sobre la posible existencia de relaciones sexuales no consentidas y que el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Ponferrada practique las diligencias oportunas para determinar la posible existencia de hechos constitutivos de delitos contra la libertad sexual de la víctima, que no se investigaron en el procedimiento. «Al haberlo puesto de manifiesto en presencia judicial», ha señalado la fiscal, considera que se debe investigar el contenido de esas manifestaciones.
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