Argüello pide a los curas no ser «miniobispos que hacen lo que les parece en sus parroquias»
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El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, pidió este domingo a los sacerdotes que no sean «miniobispos que hacen lo que les parece en sus parroquias». Así se pronunció durante la homilía de la celebración que tuvo lugar en la Catedral en la que fueron ordenados dos nuevos presbíteros.
En un templo lleno de fieles y en presencia de muchos sacerdotes, Argüello animó a los dos ordenados, José Luis de la Cuesta de los Mozos y fray Diego Lorenzo Esteban, a llevar a cabo su magisterio en «este tiempo en el que también hay experiencias cátaras, en el que gnosticismo ha vuelto y un determinado purismo ideológico amenaza la vida de la iglesia desde unos sectores u otros».
El arzobispo de Valladolid se refirió a esas nuevas realidades y recordó cómo «las órdenes mendicantes del siglo XIII, dominicos y franciscanos, tuvieron que descubrir una nueva manera de ser y entender la Iglesia y de reconocer la figura del papa y el significado de los obispos». Ahora, esos cambios, explicó, tienen que ver con «la forma de estar presentes en el territorio, a qué podemos llamar verdaderamente parroquia o cómo podemos trabajar juntos», en un momento en el que la falta de vocaciones y la despoblación que castiga al mundo rural está obligando a buscar nuevas fórmulas misioneras.
Argüello hizo un llamamiento a religiosos y laicos a que «colaboremos unos con otros, que seamos sínodo, cada cual aportando». «No queremos hacer de nuestro pequeño corro la iglesia entera sino que el Señor, situado en el centro, sea el que nos congregue», añadió. A los nuevos sacerdotes les exhortó a vivir «un tiempo apasionante en el que los desafíos que recibimos de la cultura que tantas veces nos incomodan, nos desaniman y desarraigan, sean una oportunidad de encontrar ánimo en el Espíritu Santo».
La Diócesis de Valladolid cuenta desde ayer con un nuevo sacerdote: José Luis de la Cuesta, de 39 años, un licenciado en Derecho que ejerció durante diez años y que ahora entrará a formar parte del Presbiterio vallisoletano, que integran 165 sacerdotes. También fue ordenado fray Diego Lorenzo Esteban, un madrileño de 46 años de la Orden de Predicadores, conocida como Dominicos, que dejó atrás su trabajo como contable tras estudiar Empresariales para entrar en el Convento de San Pablo y San Gregorio.
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