Perfil
Eneko Andueza: el árbitro que determinará hacia dónde se decanta el fiel de la balanza
Los socialistas vascos creen que ellos tendrán la llave de la gobernabilidad
Javier de Andrés: una alternativa para recuperar la centralidad política vasca
![El candidato del PSE, Eneko Andueza, en el cierre de campaña de su partido, en Bilbao](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/21/andueza-ep-kIHG-Rve7uBweTAu2S4LdiGd3UUK-1200x840@diario_abc.jpg)
Estas autonómicas vascas contienen, además del duelo por determinar si PNV o Bildu ganan en votos y en escaños, otras batallas importantes. Así, los socialistas libran su propia guerra para agrandar el espacio de la tercera fuerza. Ellos tendrán, casi con total seguridad, la ... llave de la gobernabilidad. Por eso en este último esprint de campaña su objetivo es triple: movilizar a los que apostaron por Pedro Sánchez en las generales del pasado 23 de julio, atraer a los descontentos con el PNV y concentrar el voto de la izquierda no nacionalista en torno a ellos. Y más concretamente en torno a Eneko Andueza, que ha sido uno de los candidatos que más se ha dejado ver en los debates durante la campaña, arrogándose a sí mismo el papel de árbitro de la contienda.
La primera parte del camino hacia las urnas discurrió para el PSE de manera sosegada, hasta que el candidato de Bildu descartó la condena abierta de ETA y eso hizo que el PSE (y el PSOE en general) salieran en tromba a intentar desacreditar a los 'abertzales', con cuyos votos gobiernan en Madrid.
Los socialistas han usado en esta campaña una carta que consideran fundamental: la apelación a su votante de las elecciones generales. El 23J, el PSE ganó en las urnas vascas, contra todo pronóstico: logró un 25,27 por ciento de los votos y empató a cinco escaños con el PNV y con Bildu, por los solo dos del PP y el único parlamentario de Sumar. Andueza ha pedido en repetidas ocasiones que este domingo nadie se quede en casa y apueste por su formación si no busca «aventuras independentistas». Un nuevo subrayado, por cierto, de que el PSE no pactará con Bildu, el miedo que espolea precisamente el PNV.
Dentro del PSE son conscientes de que difícilmente podrán repetir los resultados de julio, porque hay una parte de sus electores que se abstienen porque sienten que las autonómicas no son sus elecciones, o que optan por otras fuerzas en las vascas.
Por tanto, su reto está en convencer a ese nicho de votantes de que es importante que les voten, para que el PSE pueda tener fortaleza para negociar esas políticas que, según ellos, «interesan a los ciudadanos».
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