La deuda del Estado con Andalucía, una 'herencia envenenada'
Durante diez años, los solares transferidos sólo le acarreó gastos y ningún ingreso
La Junta de Andalucía subasta su mayor lote de edificios y solares públicos en desuso de la historia
Muchos de los andaluces que votaron por primera vez no saben qué es eso de la «deuda histórica». Ni siquiera habían nacido cuando Izquierda Unida acuñó el término para referirse a un precepto recogido en el primer Estatuto de Autonomía de Andalucía. Dicha disposición obligaba ... al Estado a enviar un dinero extra a la Comunidad para garantizar la prestación de los servicios transferidos a Andalucía (educación, sanidad y servicios sociales) en la década de los 80 y compensar así el atraso económico de la región. Durante cinco lustros no se habló de otra cosa en los plenos del Parlamento andaluz, mientras el déficit no paraba de crecer.
Fue el 19 de marzo de 2010 cuando Zapatero y el entonces presidente andaluz, José Antonio Griñán, pactaron que 784,21 millones de euros de los 1.204 millones en los que se cuantificó la «deuda histórica», no se pagaran en metálico, sino en especie.
Seis años después de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) a la Moncloa, la Junta pasó página a esta histórica demanda que había utilizado para fustigar al Gobierno central en la etapa de José María Aznar (PP). Los Reales Alcázares de Sevilla sirvieron de solemne escenario para anunciar la liquidación final de la deuda. Fue el 19 de marzo de 2010 cuando Zapatero y el entonces presidente andaluz, José Antonio Griñán, pactaron que 784,21 millones de euros de los 1.204 millones en los que se cuantificó la «deuda histórica», no se pagaran en metálico, sino en especie. El Estado traspasó a la Junta 22 solares diseminados por cinco provincias andaluzas (Almería, Cádiz, Granada, Jaén y Sevilla), dos millones de euros en efectivo y la sociedad estatal Agesa, que gestionaba los activos de la Expo 92, propietaria de los pabellones de España, de la Prensa y de la Navegación en La Cartuja.
La realidad es que la Junta hizo un mal negocio. Los solares han resultado de lo más improductivo para los andaluces. Durante una década, dichos inmuebles han estado incorporados al patrimonio autonómico sin utilidad alguna y no le han reportado ni un euro a las arcas públicas. Bien al contrario, les han acarreado costes adicionales por gastos de mantenimiento y recibos de impuestos.
Un millón en impuestos
No fue hasta finales de 2019, con la llegada del nuevo Gobierno del PP y Ciudadanos, cuando se decidieron a sacar alguna rentabilidad a aquellas posesiones inmovilizadas. Se vendió el edificio de Correos, un inmueble en Málaga que llegó a estar embargado porque se acumulaban los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de otras tasas sin pagar desde 2006. Desde 2010, cuando la Junta se hizo cargo de la antigua sede de la empresa postal del Estado , tuvo que abonar hasta un millón de euros por un edificio vacío, a razón de 106.500 euros al año por el IBI. El Palacio del Tinte en Málaga, que acabó subastado por 21 millones, le suponía un gasto de 51.000 euros al año.
Ocho de los inmuebles con los que el Estado pagó a la Junta para saldar su deuda histórica saldrán a subasta en la tercera operación de este tipo que realiza el actual Ejecutivo andaluz. A demás de las 20 parcelas de El Toyo, en Almería, quiere colocar en el mercado solares en Jaén, San Fernando o Granada, la vieja fundición militar de Santa Bárbara en Sevilla y un antiguo cuartel de Granada.
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