Día de Andalucía
28-F: Las voces de la memoria en el camino hacia la autonomía
Dirigentes que protagonizaron el proceso de creación y consolidación del sistema autonómico evocan esta trayectoria y reflexionan sobre cómo ha cambiado la política
![De izquierda a derecha, Javier Arenas, Alejandro Rojas Marcos, Manuel Gracia y Luis Carlos Rejón](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/andalucia/2022/02/28/s/politicos-autonomia-andalucia-kAKB--1248x698@abc.jpg)
Cuando empezaron en política, muy jóvenes, las cosas eran diferentes. En Andalucía y en la propia política. Vivieron en primera línea el parto autonómico y su posterior desarrollo. Ocuparon puestos de responsabilidad: Javier Arenas fue vicepresidente de España; Manuel Gracia, presidente del Parlamento andaluz; Alejandro ... Rojas Marcos, alcalde de Sevilla, y Luis Carlos Rejón, el portavoz de la IU-CA que más poder ha tenido en la Cámara autonómica. Hoy vuelven la vista atrás y hacen balance de una vida dedicada a Andalucía.
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«La historia de nuestra autonomía es una historia de éxito», resume Javier Arenas, presidente del PP andaluz de 1993 a 1999 y de 2004 a 2012. «Lo mejor ha sido la espectacular mejora de las infraestructuras y las comunicaciones, que tiene que mucho que ver con la financiación europea, y la aparición de una clase media en torno a los autónomos, al sector turístico y la nueva agricultura hortofrutícola. El PP ha hecho una gran aportación con la aparición del andalucismo constitucional, que es el hecho diferencial de nuestra autonomía: el orgullo de ser andaluces en una España constitucional de concordia. También se resolvió el problema del 28-F con la redacción del nuevo Estatuto de Autonomía, que es un buen ejemplo de andalucismo constitucional. Lo peor, no haber utilizado las diputaciones como administración periférica de la Junta, que es lo que recogía el artículo 4 del primer Estatuto de Autonomía. Como consecuencia se ha creado una administración muy centralizada e ineficaz, cargada de burocracia y una red de empresas paralelas que solo el Gobierno actual ha comenzado a reducir. Y la educación, tenemos los peores niveles educativos a la cola de España. La gestión ha sido pésima: nunca debió haberse transferido a las comunidades autónomas», agrega. También lamenta que en los últimos años de gobierno socialista «se promovió el conformismo y no se han querido cerrar las heridas del pasado porque producían réditos electorales».
El socialista Manuel Gracia, diputado desde 1982 y consejero en varios gobiernos , coincide en la importancia del desarrollo de las comunicaciones: «Recuerdo cuando era consejero e ir de Sevilla a Almería era una heroicidad», subraya. Agrega los avances sociales que ha traído la autonomía. «El primer reto era la superación del analfabetismo y de una agricultura muy atrasada y muy poco socializada. Había que eliminar aquella imagen de la gente esperando en las plazas de los pueblos a que los fuesen a contratar como jornaleros... Superamos muchos atrasos seculares. Hubo un salto cualitativo en los primeros 20 ó 15 años tras la constitución del Parlamento», indica.
Alejandro Rojas Marcos: «El 28-F fue una engañifa. el PSOE y la UCD pactaron poner trabas insalvables a Andalucía en el referéndum»
A Luis Carlos Rejón, coordinador general de IU-CA de 1988 a 1997, le llama la atención «el divorcio, o el desapego, entre los grupos políticos andaluces y los del Congreso de los Diputados. El Parlamento andaluz aprueba asuntos que no se tienen en cuenta en Madrid, incluso los mismos partidos que han apoyado la medida en Andalucía». El dirigente de Baena alude como ejemplo al actual debate hídrico sobre Doñana. «Seguimos pintamos muy poco en Madrid, no solo Andalucía, sino los líderes políticos de Andalucía», lamenta. «A este paso, vamos a tener que presentar a toda Andalucía como una provincia de la España vaciada, Andalucía ya o algo así».
El camino comenzó el 28 de febrero de hace 42 años. A lejandro Rojas Marcos, fundador y secretario general del Partido Andalucista de 1976 a 1982, reivindica el rol de esta formación en la génesis autonómica. «El 28-F tiene sus claroscuros. Fue un poco de engañifa. La cara oculta es que se perdió, y se perdió porque hubo un pacto de la derecha y la izquierda, de UCD y el PSOE, para colocar a Andalucía una barrera que no podía saltar [la exigencia de mayoría absoluta en cada provincia en el referéndum de autonomía]. Ya antes, en el pacto de Antequera, hubo un choque en la mesa entre todos los partidos y los andalucistas, porque ellos querían poner en el papel reclamar ‘la autonomía más eficaz’, y nosotros exigimos que se pidiese la autonomía plena. Y para el 28-F esos mismos a los que se les llena la boca haciendo creer que trajeron la autonomía pusieron al pueblo andaluz un obstáculo que no pudo saltar. Pero los que pusieron esa barrera asumieron en sus discursos el triunfo de la autonomía posterior como si la hubieran traido ellos. Pero lo cierto es que después del fracaso del referéndum todos los partidos fueron detrás del Partido Andalucista hasta traer la autonomía plena. De no ser por el andalucismo, Andalucía sería como Valencia o Canarias, no tendría una autonomía de primera. Luego el PSOE se apropió del andalucismo, fue muy inteligente. Levantó una barrera en la que no creía nada más que para borrarnos del mapa, y lo consiguió. Tardó, pero lo consiguió. La historia la escriben los vencedores, y nosotros fuimos los vencidos».
Manuel Gracia: «Hace 40 ó 25 años en la política no había enemigos, solo adversarios. Hoy se hace política desde las trincheras»
La usurpación del sentimiento andalucista que critica Rojas Marcos es vista de otra manera desde los grandes partidos. «Estoy muy orgulloso de dos cosas: haber puesto en marcha el concepto de andalucismo constitucional y de la capacidad de entendimiento en temas institucionales entre el PP y otros partidos distantes en lo ideológico en la mal llamada época de la pinza», explica Javier Arenas al repasar su trayectoria. «Creo que hice una aportación a que la reforma del Estatuto fuera pactada por todos y se superase el cisma histórico del 28-F, y modestamente, creo que ilusionamos a más de un 40% de andaluces que nos dieron la victoria electoral en 2012, aunque aquello no fructificó en acción de gobierno». Respecto a aquella victoria insuficiente, Arenas cuenta «algo que no se ha dicho nunca: yo ofrecí a Griñán desaparecer del mapa político andaluz, un pacto del PP y el PSOE en el que yo no fuera presidente, pero no fue atendido por el PSOE. Creo en los pactos de gobierno entre PP y PSOE en asuntos de Estado como el sistema de pensiones, la respuesta al independentismo o un acuerdo para que la educación y la cultura dejen de ser armas de confrontación. Estos tres asuntos no tendrán una respuesta eficaz si no es con un pacto entre el PP y el PSOE».
A la hora de hacer balance de su trayectoria, Rejón señala que «lo mejor fue meter elementos claves en el discurso andaluz como la deuda histórica, aunque al final la pagaran con solares llenos de jaramagos. Y en el debe, nos faltó poner en marcha medidas para lograr cambios estructurales, por ejemplo con las cajas de ahorro. No entramos a fondo y nos faltó contundencia».
En el debe de lo que todavía está por hacer, Manuel Gracia apunta a la convergencia con el resto del país. «Pero no puede ser responsabilidad solo del Gobierno autonómico, ya sea el actual, pasados o futuros. También es responsabilidad de los gobiernos de España, porque el equilibrio territorial es un mandato constitucional. Hay que diversificar nuestra actividad económica para avanzar en esa dirección y mejorar la cohesión social; sin cohesión social no es posible el desarrollo económico».
Javier Arenas apunta un hito en la trayectoria de la autonomía: «¿Qué le faltaba a nuestra autonomía para alcanzar la madurez? La alternancia. Tenemos un gobierno del cambio que está promoviendo un cambio de mentalidad, y los andaluces están respondiendo. Con el cambio de mentalidad somos imparables, porque aquí sobra talento y creatividad, aunque nos falta perseverancia». Rojas Marcos, por su parte, matiza que «alternancia no es alterne. Alterne es quítate tú para ponerme yo. Yo creo en la alternancia, en el cambio de ideologías y programas en el poder. He sido, y soy, un hombre de izquierdas, pero cuando gobierno un partido gobierna 40 años no es bueno para nadie. En Andalucía había llegado la hora de que gobernase otro aunque no fuera de mi ideología, simplemente por salud mental colectiva. Pero el día que perdió el PSOE no fue un día de alegría para mí por la explosión de la ultraderecha».
Luis Carlos Rejón:«Yo ya le decía a los míos: no apretéis demasiado al PP que están conteniendo a la futura extrema derecha»
En este tiempo no solo ha cambiado Andalucía, sino también la política. «La verdad es que me cuesta reconocerme en la política actual», confiesa Manuel Gracia . Ha cambiado mucho como ha cambiado la sociedad. Hace 40 años, o incluso 25, en política no había enemigos, los que conocimos el franquismo teníamos muy interiorizado que la política no podía desembocar en un enfrentamiento civil, y que quien pensaba diferente a ti no podía ser considerado un enemigo, sino un adversario. Hoy se hace política desde las trincheras, negando la legitimidad del adversario». Rejón recuerda que «yo hablaba con Arenas, pero era otro PP. El PP de Arenas, Amalia o Pimentel era una cosa y otro el de ahora».
Arenas lamenta que en los parlamentos «los insultos han sustituido al debate de ideas. Echo de menos a oradores como Borbolla, Mancha, Arenas del Buey, Anguita, Raynaud o Rejón . De los de hoy, Juanma Moreno marca mucha diferencia con el resto de portavoces parlamentarios. Se ha pedido mucho respeto a las personas. Antes se separaba la relación humana de la política, y eso facilitaba mucho los grandes acuerdos. El Parlamento debe pasar de la gran confrontación a la gran conversación por Andalucía». Pero no todo era cortesía. «Bueno, yo fui duro de boca alguna vez, lo reconozco», admite Rejón. Con el PSOE sobre todo. No me callaba».
Un rasgo de la política actual es el auge de los populismos. Los cuatro dirigentes vinculan su aparición con la crisis económica y la corrupción. «Se generó un caldo de cultivo para estos partidos, que se caracterizan por dar soluciones fáciles, e imposibles, a problemas complejos. Creo que es una etapa y por el bien de España se asentarán en el futuro partidos con ideologías claras y con sentido de Estado», afirma. Gracia destaca que no es la primera vez que ocurre este fenómeno. «Ofrecen soluciones simples y siempre buscan a un enemigo exterior. Eso tendrá su final». Como antídoto, el socialista reclama sistemas más participativos en los que no baste con votar cada cuatro años.
Rojas Marcos explica que «el populismo siempre ha sido una tentación, en la política y en la vida, que está llena de personajillos que no son nada y viven de ello. El populismo es cantar una nana al pueblo para que duerma».
Rejón por último, lamenta el ascenso de Vox. «Yo le solía decir a los míos: ‘No apretéis mucho al PP, porque nos está haciendo un favor manteniendo en sus filas a la futura extrema derecha. Mientras estén en sus filas están contenidos’. Y me decían que estaba loco».
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