Sequía
Los alcaldes del norte de Córdoba temen quedarse sin agua en dos meses
los problemas del agua
Los cálculos de los regidores indican un consumo de 0,3 hectómetros a la semana y sólo quedan 2,2 disponibles
El persistente drama histórico de las sequías
La situación de sequía en el norte de la provincia de Córdoba puede ser mucho peor de lo que se suponía hasta ahora y podría provocar cortes definitivos del suministro antes de lo anunciado en el peor de los escenarios. Los alcaldes de la Mancomunidad de Los Pedroches se reunieron de urgencia el pasado martes para analizar la situación y sacaron sus propias cuentas, que no son nada optimistas.
El embalse de Sierra Boyera, el único que puede abastecer a la mayoría de la población del norte de la provincia, se encuentra ahora mismo con tan sólo 5,2 hectómetros cúbicos de agua, cuando al comienzos del mes albergaba 6 hectómetros. Eso supone aproximadamente un 15 por ciento de la capacidad total, casi 10 puntos por debajo de la media de la cuenca, que ronda el 25 por ciento. Según el alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, que convocó la reunión de los alcaldes, el consumo medio de toda la zona alcanza los 0,3 hectómetros cúbicos cada semana.
Hay que tener en cuenta que el agua de un pantano no puede consumirse hasta el fondo. Se debe mantener un mínimo de caudal que no se puede agotar por determinados motivos, como la suciedad del agua cuando el nivel es muy bajo o la necesidad de mantener un caudal ecológico mínimo. Ese tope está en tres hectómetros cúbicos, según la información facilitada por el alcalde de Añora. En consecuencia, ahora mismo apenas quedan 2,2 hectómetros cúbicos para el consumo humano en Sierra Boyera.
Con esos datos, las cuentas de los regidores norteños son claras: el agua se acabará en un plazo de entre 7 y 8 semanas, menos de dos meses. Las primeras previsiones apuntaban a este escenario para mediados del otoño como muy pronto, pero ahora los alcaldes temen que se dé mucho antes, quizás a finales de verano o comienzos de la siguiente estación.
Las estimaciones difieren según la fuente. Esteban Morales, el presidente de Emproacsa, la empresa de aguas de la Diputación que gestiona el ciclo integral del agua en la mayoría de los municipios del Guadiato y Los Pedroches, alarga el tiempo de respiro hasta los cinco meses o incluso más. Así lo indicó Morales en una entrevista con este medio. El optimismo de Emproacsa puede deberse a la puesta en marcha de medidas destinadas a reducir el consumo (los pueblos reciben un 10 por ciento menos de agua desde hace un mes); o a la confianza en que llueva, aunque sea poco, antes de que Sierra Boyera se seque del todo. Ambos factores servirían para dar un alivio a la población, pero si se concreta el escenario más pesimista que temen los alcaldes, la situación podría ser catastrófica. «Esto es la crónica de una muerte anunciada», indicó Madrid.
![Imagen - «Esto es la crónica de una muerte anunciada»](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/08/10/bartolome-madrid-cordoba-U33073531551QrL-170x170@abc.jpg)
«Esto es la crónica de una muerte anunciada»
Bartolomé Madrid
Alcalde de Añora
Si el pantano se seca por completo, no cabría ni siquiera la opción de cortes nocturnos del abastecimiento. En esas circunstancias, habría que cerrar el grifo las 24 horas del día y recurrir a métodos alternativos para el abastecimiento, como transportar el agua en camiones. Eso si llegado el momento aún no está terminada ninguna de las alternativas previstas para solucionar el problema, que acumulan retrasos y se han enfangado en un tenso debate político que aporta mucho ruido y ninguna solución.
Opción 1: La Colada-Sierra Boyera, de urgencia
La alternativa que tiene más posibilidades de salir adelante con premura es la conexión de urgencia entre la presa de La Colada, que está casi llena, con la de Sierra Boyera, donde se encuentra la única planta potabilizadora de la zona. Debe hacerla el Gobierno central a través de los organismos de cuenca o la empresa Aqualia y en teoría podría aprovechar las conducciones que ya se construyeron en gran parte hace más de una década por parte de la Junta de Andalucía. El tiempo de ejecución, de acuerdo con los planes de Emproacsa, es de cuatro meses, a lo que habría que añadir todo el tiempo de tramitación burocrática, que no es poco ni siquiera tratándose de una situación de emergencia. Harán falta varios meses de papeleo para licitar y adjudicar el proyecto, y eso suponiendo que las tuberías antiguas estén en buenas condiciones, algo que no se sabrá hasta que la Junta haga público su informe al respecto, previsto en principio para el próximo mes de septiembre. Este periódico ha intentando sin éxito conocer la opinión de la Junta.
Opción 2: Puente Nuevo-La Colada, descartada
La segunda variante ya ha sido descartada por el Gobierno central y era la preferida por los alcaldes del PP. Consistía en conectar el pantano de Puente Nuevo, en el término de Espiel, con Sierra Boyera, donde se encuentra la planta potabilizadora. En esencia, es un trasvase similar al de La Colada, pero Bartolomé Madrid asegura que los técnicos de la Confederación del Guadalquivir la consideran mucho más sencilla de ejecutar puesto que hay que superar un desnivel menor, hay una parte de la infraestructura ya ejecutada y existen incluso algunas bombas para elevar el agua. Según sus plazos, podría ejecutarse en tres meses, pero el Ejecutivo de Sánchez, a pesar de poner este plan sobre la mesa la pasada primavera, decidió no incluirla en el decreto de sequía.
Opción 3: La Colada- Sierra Boyera, definitiva
La tercera opción es la conexión definitiva de La Colada y Sierra Boyera, que tiene que acometer la Junta y que estuvo paralizada durante años. El estudio técnico está a punto de finalizar, y luego la Junta tendrá que adjudicar las obras, que como mínimo requieren un año, a lo que hay que sumar los plazos administrativos. Aún pueden pasar varios años en el mejor de los casos hasta que esta opción sea viable, y eso en el caso de que las tuberías colocadas hace más de una década puedan usarse. Además, para acelerar los trámites burocráticos la Junta debería considerar esta obra como de emergencia, un compromiso que aún no ha cuajado, así como incluir los trabajos al completo en los presupuestos del año que viene. El actual Gobierno de Juanma Moreno, con mayoría absoluto, puede hacerlo si así lo desea.
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