Alejandro Fernández: «Para pactar con el PSC, se tiene que romper con el separatismo en España»

—¿Ha tenido contacto con el PSC para el reparto de los miembros de la Mesa del Parlament?

—Si se hubiera producido, no se los explicaría. Es muy importante que haya una cierta discreción, pero en cualquier caso, no se han producido.

—Al PP le correspondería un miembro en la Mesa, ¿cree que los socialistas maniobrarán para impedirlo?

—Antes del 'procés' y de que se rompieran las reglas de mínima cortesía parlamentaria y empezaran los vetos cruzados y los cordones sanitarios, que destruyen la calidad democrática, se asumía que la Mesa del Parlament es un órgano de representación y de gestión del Parlament. Y que, en consecuencia, tienen que participar proporcionalmente, en función de los resultados electorales, las fuerzas políticas. Yo no pedí un sitio en la Mesa cuando sacamos tres diputados. Ahora, haciendo el cálculo de cualquiera de las maneras, el PP debería tener un sitio en la Mesa porque los catalanes, a través de su voto, de manera clara y rotunda, así lo han decidido. Solo si se produjera un pacto PSC-separatistas, con la voluntad de hacer un cordón sanitario al PP, no tendríamos presencia. La pelota está en el tejado del PSC.

Noticia Relacionada

Puigdemont insiste en atraer a ERC: «Nuestro bloque suma más que el bloque constitucionalista de progreso»

Daniel Tercero

—Después de la Mesa llegarán las negociaciones de la investidura.

—Nosotros siempre hemos dicho lo mismo. La gran ventaja que tenemos es que nos vamos a mantener fieles a lo que dijimos en campaña electoral y no vamos a tomarle el pelo a la gente que nos ha votado. Para poder llegar a un acuerdo con el PSC, se tenían que romper todos los acuerdos con el separatismo en España. Tiene que quedar claro que esa condición se va a mantener. Si no, no va a haber acuerdo posible. Y entiendo a mucha gente que está ilusionada porque se ha roto la mayoría separatista en el Parlament. Pero si esa mayoría separatista se rompe en el Parlament, pero Sánchez continúa teniendo a Puigdemont de socio prioritario y a ERC, no sirve absolutamente de nada. Que la ilusión no conduzca a la ingenuidad.

—¿Cree que habrá tripartito?

—Las preguntas sencillas siempre son las mejores porque su respuesta le da la guía. ¿Usted cree que Pedro Sánchez sacrificará su presidencia para que Illa pueda tener la suya en Cataluña? Le pregunto a usted…

—Las preguntas las hago yo…

—Efectivamente. Hasta ahora, Illa siempre se ha supeditado a los intereses de Sánchez para permanecer en la Moncloa. Por lo tanto, como hasta ahora es lo que ha ocurrido siempre, no tenemos ningún motivo para pensar que ahora Illa se vaya a rebelar contra Sánchez para ser presidente él y que Sánchez pierda la Moncloa.

—¿No cree que una repetición electoral favorecería a Illa y Puigdemont?

—Al final quien tiene la llave es el PSC. Si el PSC rompe con el separatismo, aquí y en Madrid, puede haber una vía de diálogo. Pero queremos hechos, no palabras, porque no nos fiamos de ellos. Hasta ahora, siempre que han sido palabras, lo que han hecho es engañar. Y eso no va a volver a ocurrir. Lo que pedimos lo hemos dejado muy claro siempre: que se rompa con el separatismo. Además, es el mandato de la sociedad catalana, que ha dado una instrucción de que se acabe el 'procés'. En cambio, Sánchez da toda la impresión de que quiere continuarlo.

—¿Un gobierno de Illa sería la mejor opción para Cataluña?

—Soy el presidente del PP de Cataluña. ¿Por qué tengo que dedicarme a hacer proselitismo de Salvador Illa?

—Pues dígame las cosas negativas…

—Yo no hablo de hipótesis. Hablo de realidades. La realidad es que hasta ahora Salvador Illa prometió no pactar con ERC, lo hizo; y prometió no defender jamás la amnistía, lo ha hecho. Esas son las realidades. Y por lo tanto valoro realidades y no me gustan.

—Para negociar una investidura de Illa, ¿pondría sobre la mesa la rebaja de impuestos, acabar con la inmersión lingüística obligatoria, más inversión…? Bajemos la pelota…

—La quiero bajar, pero es que está en el aire. A mí me encantaría bajarla. No voy a hacer de palanganero de Salvador Illa. No voy a comprarle el relato de que podemos ir hacia una normalidad que no existe. Ahora mismo sigue existiendo una amenaza para la España constitucional, que es el último paso del 'procés'. Hasta ahora se les ha dado todo lo que han pedido: indultos, malversación, sedición y amnistía. Queda la autodeterminación. Por lo tanto, esa amenaza sigue en pie si Sánchez quiere profundizar en ello para mantenerse en Moncloa. Tenemos una obligación de gestión. Pero tenemos una obligación previa: preservar la unidad de España y el orden constitucional. Y la España de la concordia y de la transición. Si se produjera eso, hablaríamos de políticas.

—¿Trabajan con la hipótesis de una repetición electoral?

—No estoy trabajando sobre hipótesis. Primero, vamos a trabajar, evidentemente, para cumplir el mandato de la ciudadanía catalana, que es acabar con el 'procés'. Y acabar con el 'procés' significa que el separatismo se vaya a la oposición en Cataluña y que deje de tener la llave en España. Otra realidad es que hay convocadas unas elecciones europeas, que son muy importante para Cataluña también. Porque el Parlamento Europeo ha demostrado que es un freno a los abusos separatistas, tanto en imposición lingüística como en abuso del incumplimiento de la neutralidad necesaria del espacio público, e incluso, como se ha demostrado en los tribunales europeos, como freno, de momento, temporal, pero freno a la amnistía. Es vital que el PP europeo sea el partido mayoritario. Y que dentro de ese PP europeo, el PP español sea clave.

—¿Cómo piensa atraer al PP a los 22.000 votantes de Ciudadanos?

—La noche electoral me dirigí a ellos para decirles que entiendo que puedan estar tristes, porque el partido al que apoyaron no ha tenido representación, pero que no se sientan solos ni abandonados. En el PP catalán nos comprometemos a defender sus principios y valores en el Parlament. Somos el proyecto que va a liderar el constitucionalismo catalán. Vamos a recuperar la ilusión que les llevó en su momento a confiar en Ciudadanos, y que llevó incluso a Ciudadanos a la victoria. Me comprometo a trabajar en ese proyecto. En ser capaces de construir aquello que falló en Ciudadanos.

—¿Cómo valora que, a pesar del crecimiento del PP, Vox haya subido?

—En Cataluña somos proyectos distintos...

—En toda España…

—Pero en Cataluña especialmente. Vox aboga por la suspensión de las autonomías. Yo creo que las autonomías, y se ha demostrado en las figuras de Ayuso, Juanma Moreno, etc., han hecho de contrapoder contra la obsesión prácticamente autoritaria de Pedro Sánchez. Las autonomías han dado equilibrio. Por lo tanto, son proyectos distintos, nosotros a lo que aspiramos es a ser capaces de aglutinar el constitucionalismo catalán en los términos en los que lo hizo Ciudadanos en su momento. En Cataluña, mis rivales son el separatismo y la izquierda que los ampara y sostiene. Queremos integrar a todo el constitucionalismo catalán, hemos dado un paso decisivo para poder hacerlo y creo que además en cada elección que hagamos vamos a seguir creciendo.

—Estos días ha habido una polémica porque usted decía que el 'procés' se había acabado y en Génova decían que no. ¿Hay diferencias con la dirección nacional del partido?

—Viene todo de un corte televisivo en el que cortan mis palabras. Lo que digo es que la sociedad catalana ha votado acabar con el 'procés'. Pero Sánchez aspira a continuarlo. Eso es exactamente lo mismo que ha dicho Feijóo. Por lo tanto, es una polémica estéril. Pero bendita polémica. Porque demuestra que volvemos a ser muy influyentes y que nos vigilan con lupa todo lo que decimos. Prefiero eso a la irrelevancia, también se lo digo.

—Entonces, ¿cómo se acaba con el 'procés'?

—Rompiendo con el separatismo. Sánchez e Illa. Aquí y en Madrid. Así se acaba el 'procés', mandándolos a la oposición en Cataluña y quitándoles la llave en España. Es lo que ha votado la ciudadanía catalana. Los catalanes han votado acabar con el 'procés'.

Ahora les corresponde a Sánchez e Illa obedecer ese mandato o no. De momento, no lo están obedeciendo. Son los políticos del PSOE a los que les corresponde obedecer ese mandato. Lo que le encantaría a Sánchez es seguir pactando con Puigdemont y aquí tener un gobierno de los suyos. Pero es que eso es hacer trampas. Y no vamos a hacer el panoli. Si queremos que acabe el 'procés', no basta con que haya un gobierno no independentista en Barcelona. Hay que quitarles la llave de la política española.

—Junqueras parece que se va, pero quiere volver. Y Puigdemont no acaba de irse. Son los últimos líderes que quedan de 2017. ¿Qué opina de que la política catalana queme tanto?

—Tanto Junqueras como Puigdemont y Sánchez tienen ese estilo de amagar que se van, pero no se van. Yo soy todo lo contrario. Cuando digo me quedo, me quedo. Y si dijera me voy, me voy. Entonces, no entiendo esa manera de funcionar, que tiene que ver mucho con el populismo y la manipulación sentimental. Pretenden hacerse las víctimas, que lloriquee la gente alrededor de ellos y que al final les pidan, les rueguen, que se queden. Es algo muy típico de los populistas.

—Falta por celebrar el congreso del PP catalán, ¿cuándo se llevará a cabo?

—La primera cuestión es que nosotros tenemos por delante, fíjese si son cosas importantes, en primer lugar, las elecciones europeas; en segundo lugar, la resolución de la gobernabilidad en Cataluña; y en tercer lugar, las consecuencias que esto pueda tener en la política española. Son tres asuntos tan relevantes y ahora mismo bastante inciertos que hablar de cuestiones orgánicas del PP de Cataluña me parece pueril.

—En algún momento habrá que hacerlo. ¿Para final de año?

—Cuando se resuelvan las tres cuestiones que le he dicho que son vitales. No se puede descartar una repetición electoral en Cataluña y que, en consecuencia, pueda haber un avance electoral en España. Por tanto, ahora mismo, la última de mis preocupaciones es un congreso interno del PP.

—¿Se presentará?

—Sería muy irresponsable por mi parte, con lo tremendamente relevantes que son los tres asuntos a los que me he referido ahora, abrir un debate mediático sobre mí mismo. Lo importante es Europa, Cataluña, España.

—¿Qué resultado sería el óptimo para el PP en las elecciones del 9 de junio?

—Ganar. Una de las características del mandato de Alberto Núñez Feijóo es que ha ido ganando la inmensa mayoría de las elecciones, y allí donde no hemos ganado, porque veníamos de posiciones donde estaba descartado ganar, hemos crecido. En todos los sitios. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que las anteriores elecciones europeas las perdimos. Y las perdimos de una manera clara. Ahora el objetivo es ganarlas. Si las seguimos ganando, queda claro que hay un cambio de ciclo político en España. Y significará que el cambio político en España está más cerca que nunca. Para seguir con el ciclo de victorias del partido, nuestra aspiración tiene que ser ganar esas elecciones. Ganar elecciones y enviar un grupo a Europa que será una de las delegaciones más numerosas del PP. Y por lo tanto, desde allí, defender los intereses de España en Europa. Creo que una victoria  ahora es continuar con una senda ganadora.