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![Manifestantes, este jueves, en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona celebrando el éxito de la moción de censura de Bildu y el PSOE](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/28/image_20231228185010-RQlkWPwWYz6BCmYnN7P2IMN-1200x840@abc.png)
Hielo en la Ribera navarra, se destempla la cuenca de Pamplona, pero no demasiado. Por el tren se ve una niebla heladora, y el tren, como de otras épocas, pasa por ramblas hasta que se puede divisar lo verde. Es un clásico lo del ... taxi, Gistau lo odiaba, pero fue preguntarle al taxista y que me remitiera al 'Diario de Noticias', se le dijo que se le compraba por ver la 'premonición en papel, y ya quería engrosar las cuentas.
Bajaba bravo el Arga, y en dos callejeos como quien dice se ve la noticia: la plaza del Ayuntamiento. Dentro, lo que sea, fuera, Jesús pone cafés calientes y, desde primera hora, gentes sin tiempos, tiempos sin gentes, como el locuaz Joseba Lezcano para el que el cambio de régimen en su ayuntamiento va de la Constitución a los que no condenan a ETA. 6 grados, plaza del Ayuntamiento y sólo por la facha se sabía de qué iba cada cual. Cierto que la ikurriña, por algo implícito, explícito o una 'cojonería', se ha visto poco. Como la 'estelada' y otras plurinacionales. Ya decía Paco Umbral algo de que España es un país consistorial; y tenía razón. Lo primero que sorprendía en la plaza del Ayuntamiento era una talanquera por donde irían pasando unos y otros, constitucionalistas y 'santxistas'; uno se ha declarado como tal, con acentos y no eran navarros, y unas gafas como de sociólogo en su salsa. En esto, la Policía Nacional como que daba unas disculpas no pedidas. Pero se pudo ir a las cercanías, casi a la puerta, del consistorio pamplonica.
Al principio, los mayores con su boina vasca al cronista le daban respeto. Que va. No han querido fotos, pero de los dos, para el citado Lezcano, todo era «un día grande, de fiesta». Sobre el futuro ha comentado, con boina, obvio, «los proyectos que guarda». Estos dos jubilados, que olían a purillo y pacharán mañanero, estaban ahí como quien espera el 'txupinazo', pero no. Cuando cuestionaron el porqué de tantas preguntas, mandaron al redactor a freír espárragos con algo, mucho, de señalamiento. «Haber dicho antes que eras periodista».
El señalamiento no falla. El periodista en una sociedad, según expertos, «de la más bipolar, por no decir la más en una ciudad de 200.000 habitantes» pasa por eso. Sigue la charanga, y ya, por la calle San Saturnino, los constitucionalistas se vienen arriba. Ana comenta que han quedado «espontáneamente», no «como éstos, que tienen el permiso desde otoño». Ana tampoco quiere foto y apellidos: «Ya sabes cómo son por aquí las cosas».
Una charanga iba tocando clásicos. Hay que insistir, e investigar, en la razón por la cual una zona mixta de español y vascuence ha hecho esfuerzos por el euskera y había una, dos, ikurriñas, no más. Ana, entretanto, cantaba, «Navarra no se vende». Se iba quitando los guantes conforme templaba el día. Una pancarta contra los insultos y con el reverso de la bandera de Castilla y León en la que se ha escuchado de todo; de un «Ibarrola es nuestra alcaldesa» a un rotundo «puta ETA». Mas, viendo que el arribafirmante era más periodista que manifestante, le indicaron la sede de Bildu, «a cincuenta metros». Y se entró, en un silencio glacial, se vaciaron los riñones y, de tanto mirar, el simpático encargado enseñó el camino de la calle. Aunque mentalmente se fotografió una revista de ERC, exquisitamente ordenada.
En el pulso de la calle ya se sentía que había tomado posesión Joseba Asirón. Y en ambas posiciones una misma queja: «A la hora del vermut, por joder».
Más tarde, minutos más tarde, todo era ya una 'pamplonesa' en honor al alcalde que no ha condenado a ETA. Antes, los concejales del PSN eran llamados «valientes» con aplausos que han ido de menos a más. Cuando ya todo ha sido papel oficial, cuando Joseba Asirón ha hecho lo que se le suponía, delante de la Policía Nacional, dos niños jugaban al fútbol.
Bajo las banderas, ya en el equipo ganador, andaba Eneko, con una bandera bicara de Vascongadas y de Vascongadas. Eneko, quizá por la guerra en Tierra Santa, tenía la cara triste. El mástil es una caña de pescar: «Los pueblos oprimidos son los pueblos oprimidos, y ahora toca defender a Palestina».
Cerca estaba Miren Zabaleta, coordinadora de Bildu en Navarra 'coordinándolo' todo desde un teléfono. Y con convicción agitaba ese pescador de hombres su caña. Fue salir Asirón, el nuevo alcalde, lanzarle una pregunta capciosa y sentir que aún hay 'gorilas', que aún se puede volar asido de los sobacos. Y salió sin la 'pamplonesa'.
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