Hacienda ampliará el fondo para catástrofes tras haber consumido el 80% de sus recursos en gastos ya previstos
El paquete de ayudas para los afectados por la DANA ha cogido al Fondo de Contingencia con apenas 800 millones de euros en caja
La dotación inicial de cerca de 4.000 millones se ha empleado en sufragar los gastos impropios de la Seguridad Social, las operaciones militares en el exterior o las subvenciones con cargo al IRPF social
Editorial | Sin fondos de contingencia contra la DANA
El Gobierno tendrá que ampliar el fondo para gastos imprevistos que desde hace más de 20 años es obligatorio dotar en todos los Presupuestos Generales del Estado para hacer frente al coste del paquete de ayudas aprobado el pasado martes para los afectados ... por la DANA que ha asolado diferentes puntos del país pero muy especialmente la provincia de Valencia hace casi ya dos semanas.
El real decreto gubernamental que da sostén jurídico al plan de ayudas del Gobierno dispone la creación de un nuevo programa presupuestario, el 929 D bajo el nombre 'Contingencias asociadas a la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de 2024', que se creará en las diferentes secciones de las cuentas públicas y que concentrará los gastos en que sea necesario incurrir para dar cobertura a las ayudas previstas; y establece también que la factura total de esos gastos se cargará al Fondo de Contingencia -el dispositivo presupuestario creado en 2003 para absorber el impacto financiero de las eventuales contingencias imprevistas que pudieran ocurrir a lo largo del ejercicio-, que, además, «se declara ampliable».
«Ampliable», principalmente, porque la dotación que le resta al fondo a día de hoy no alcanzaría para sufragar el esfuerzo presupuestario que el Gobierno se ha comprometido a realizar en su plan de ayudas. Según la información disponible en fuentes oficiales, al Fondo de Contingencia, que básicamente se creó para atender situaciones como la creada por la DANA y que arrancó el año con cerca de 4.000 millones de euros de dotación, ya apenas le quedan 800 millones de euros tras haberse consumido cerca del 80% de su presupuesto inicial en gastos que en la mayoría de los casos están lejos de ser imprevisibles.
La cifra se queda pequeña frente a los recursos que el presidente del Gobierno se ha comprometido a movilizar desde el Presupuesto para atender a los afectados por la DANA, que asciende en conjunto a 10.600 millones de euros pero que tendrán un impacto real significativamente menor en las cuentas públicas por el carácter no presupuestario de algunas medidas, como los 5.000 millones de euros en avales de la línea de crédito del ICO o los 3.500 millones que prevé cubrir el Consorcio de Compensación de Seguros.
Fuentes del Ministerio de Hacienda aclaran con rotundidad que la dotación del Fondo de Contingencia no será un obstáculo para desarrollar los planes de ayuda articulados para atender a los afectados de la DANA y que la dotación presupuestaria del mismo se irá ampliando según se vayan poniendo de manifiesto las necesidades a cubrir.
Un esfuerzo millonario
La parte más relevante será, en principio, la de las ayudas directas. El decreto gubernamental cuadruplica la cuantía de las ayudas previstas para situaciones de emergencia o catástrofe, de modo que el Estado abonará hasta 72.000 euros por casos de incapacidad, entre 20.000 y 60.000 euros para la reparación de viviendas dañadas, hasta 10.300 euros para cambiar o reparar muebles y electrodomésticos y hasta 37.000 euros para reparar elementos de las comunidades de vecinos, con un coste estimado por estimar pero que será millonario.
El Gobierno sí ha estimado lo que gastará en ayudas directas a las empresas, 838 millones de euros; en incrementar un 15% el ingreso mínimo vital y las prestaciones no contributivas, 11,5 millones; en la prestación por cese de actividad de los autónomos, 52,2 millones de euros; y en los ERTE por causa de fuerza mayor, unos 150 millones de euros, lo que eleva el coste de las medidas cuantificadas por encima de los 1.000 millones a la espera de las medidas de alivio fiscal.
Financiar gasto ordinario
Con los cerca de 4.000 millones de euros con que estaba dotado inicialmente el Fondo de Contingencia habría en principio recursos más que suficientes para sufragar esa factura, si no fuera porque el Gobierno ha ido tirando de ese fondo para pagar toda una serie de gastos de naturaleza ordinaria y en los que se sabía que se iba a incurrir al arrancar el ejercicio presupuestario.
Los acuerdos de aplicación del Fondo de Contingencia aprobados por el Consejo de Ministros en lo que va de año revelan que esos recursos en principio reservados para atender situaciones imprevistas se han destinado a pagar gastos recurrentes como las misiones de mantenimiento de la paz del Ejército en el exterior –una práctica, por cierto, que se consolidó en su día para tratar de maquillar, reduciéndola, la cuenta del gasto militar y de la que han hecho uso prácticamente todos los gobiernos–, en una cuantía cercana a los 900 millones; los denominados gastos impropios de la Seguridad Social, que el Estado asume en su totalidad desde la reforma de pensiones de Escrivá y que este año se han pagado también con el fondo para catástrofes; o el reparto entre organizaciones sociales sin ánimo de lucro del 0,7% social del Impuesto sobre la Renta.
De hecho, de los 3.150 millones de euros que se habían sacado del Fondo de Contingencia hasta octubre apenas 200 millones de euros se pueden asociar a situaciones imprevistas: los 81,67 millones destinados a paliar los daños causados por los incendios de inicios de año, y los 107 millones para atender la emergencia migratoria.
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