Entre 2019 y 2022
La caída real de los salarios del 5% sostiene la fuerte creación de empleo en España
El sueldo real por ocupado a tiempo completo sufre un fuerte ajuste por el IPC y la mayor presión del IRPF
Una cuarta parte de la ganancia de peso de las nóminas sobre la renta nacional es por subida de cotizaciones
Los salarios españoles pierden cinco veces más poder de compra que los europeos
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Lejos de las proclamas del Gobierno sobre la calidad indudable del empleo creado en los últimos años tras la pandemia, la descomposición de los datos de ocupaciones, por un lado, y del comportamiento de los salarios y de la inflación, por otro, parecen ... repeler el mantra de que en esta recuperación económica tras la crisis sanitaria y en el contexto de incremento del coste de la vida prima el componente social. Y, más allá, la coyuntura real no dista tanto de las recetas elaboradas tras el golpe de la Gran Recesión que sirvieron para que España asomara la cabeza a partir del 2012. Entonces, se produjo una recuperación de la ocupación a costa de la devaluación salarial y, ahora, la perspectiva del periodo transcurrido entre 2019 y 2022 refleja que el impulso laboral se ha sostenido a costa de una fuerte pérdida de poder adquisitivo, que de haberse compensado no permitiría disfrutar de las relumbrantes cifras que arroja el mercado laboral, con máximos históricos de ocupación -ya por encima de los 21 millones, según las cifras del INE-.
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la lectura detallada de la reciente revisión del crecimiento económico del país realizada por Estadística correspondiente al periodo 2020-2022. Con esta nueva lectura, el crecimiento del PIB entre 2019 y 2022 fue de un 8,1%. Y en buena parte, este avance se debió al aporte del mercado laboral y a la mejora de los salarios, al menos en términos nominales, donde el avance en el periodo asciende al 10,8%, ya que si despejamos de la ecuación el efecto del IPC el avance real de los sueldos es negativo, registrando una pérdida de valor del 4,7%.
«La mejora en la remuneración de asalariados refleja que en términos agregados los trabajadores han mejorado su posición, pero no implica que su salario promedio haya mejorado, aún menos si se calcula en términos reales, es decir, deduciendo el efecto de los precios», explica el profesor de economía aplicada colaborador de la URJC e investigador asociado de Fedea, Miguel Ángel García, en su análisis sobre 'Evolución de la remuneración nominal y real de los asalariados (2019-2022) después de la actualización de la CNE del INE' publicado ayer.
El doctor en Economía señala en una conversación con ABC que si bien el dato agregado del INE recoge un avance importante en la rúbrica de remuneración por asalariado llegando a generar una ganancia de 1,2 puntos de peso en la renta total nacional (pasando de 46,6% a 47,8%), una cuarta parte de este impulso se debe a la subida de cotizaciones que ha llevado a cabo el Gobierno en los últimos años, principalmente en la base de la pirámide salarial mediante el incremento del salario mínimo interprofesional.
De hecho, este dato de pérdida de valor real de los salarios ahondaría aún más si se incorpora el efecto de progresividad en frío del IRPF sobre los salarios. «Como no se ha adaptado el IRPF a la inflación, el tipo efectivo ha aumentado, reduciendo aún más los salarios reales», apunta en un comentario en redes el economista e Inspector de Hacienda, Francisco de la Torre.

Euros por asalariado tras deflactar la tasa de IPC
Entre 2019 y 2022 (%)
Sueldos y salarios
Cotizaciones sociales
Remuneración asalariados
Tiempo completo (CN)
EPA
Afiliaciones SS
-3,7
-3,9
-3,9
-4,5
-4,7
-4,8
-4,9
-5,1
-5,1
Fedea / ABC

Euros por asalariado
tras deflactar la tasa de IPC
Entre 2019 y 2022 (%)
Remuneración asalariados
Sueldos y salarios
Cotizaciones sociales
Tiempo completo (CN)
-4,5
-4,7
-4,8
EPA
-3,7
-3,9
-3,9
Afiliaciones SS
-4,9
-5,1
-5,1
Fedea / ABC
Así, tal y como explica a este medio el investigador de Fedea sobre el resultado del análisis, con total seguridad el aumento de la ocupación en el periodo observado de cuatro años, entre 581.300 y 764.600, en función de si se atiende al dato de Contabilidad Nacional, al de la Encuesta de Población Activa o al de afiliaciones a la Seguridad Social, hubiera sido sin duda menos prolijo de haberse llevado a cabo una estrategia para mantener intacto el poder adquisitivo de los trabajadores.
Esta caída del poder de compra desde la perspectiva del PIB se observa tanto en el ejercicio de deflactar el PIB como al hacerlo con el propio IPC. En el primer ejercicio se trata de descontar del valor de la subida de los precios de los bienes producidos sobre la producción total, mientras que el segundo descuenta el efecto subida de los precios de consumo -no necesariamente sólo los producidos- siendo esta segunda más relevante para entender el efecto sobre el bolsillo de las familias.
Fuerte caída real del sueldo
Así, con una aportación acumulada del 7,9% de subida de precios de los bienes producidos en el periodo de cuatro años, la remuneración por asalariado cayó con los datos de los tres registros en un abanico que va desde el 0,7% (asalariados EPA) a 1,9% (afiliaciones a la Seguridad Social), pasando por 1,6% (asalariados tiempo completo en Contabilidad Nacional). Mientras que la pérdida del salario por trabajador (sin cuotas sociales) es incluso superior, en horquilla que va del 0,8% y 2%, en función del registro de empleo.
Aunque es descontando el IPC acumulado en el cuatrienio analizado donde se aprecia el verdadero ajuste sobre el poder adquisitivo y el que permite entender que la creación de empleo consistente ha tenido un aliado 'inesperado': el empobrecimiento de la clase trabajadora. Descontando el IPC acumulado en el periodo, un 11,4%, el abanico de caída de la remuneración asalariado parte del 3,9% (asalariados EPA) al 5,1% (afiliaciones a la Seguridad Social) pasando por 4,7% (asalariados tiempo completo de Contabilidad Nacional). Mientras que, en este caso, si también apartamos de la ecuación el componente de las cotizaciones sociales la pérdida de salario por trabajador sí coincide, con un ajuste de entre el 3,9% y 5,1%.
MÁS INFORMACIÓN
«La relación entre salario promedio de los asalariados ocupados y el empleo total de la economía es resultado de muchas variables. No obstante, la disminución del salario real por trabajador en un contexto muy complicado de elevada inflación ha podido ayudar a conseguir las positivas cifras de creación de empleo en este periodo lleno de impactos externos negativos», concluye el experto de Fedea en el documento analítico que recoge ya las últimas actualizaciones del INE.
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