El Banco de España avisa de que la lenta ejecución de los fondos europeos puede dinamitar las previsiones de PIB del Gobierno
El supervisor señala que con el 60% de los hitos ya cumplidos sólo se han realizado inversiones por valor del 10% de las ayudas
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![La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/09/07/EuropaPress_5042077_vicepresidenta_segunda_ministra_asuntos_economicos_transformacion_digital_20230907191617-RFUXOPg4XSg4k5qXJjFy34H-1200x840@abc.jpg)
Aunque el Gobierno se ha esforzado en los últimos dos años en cumplir con denuedo el calendario de reformas acordado con la Comisión Europea para poder recibir los sucesivos tramos de los fondos europeos, es cierto que la ejecución efectiva del dinero está lejos ... de ir acompasada. Recientemente, la patronal empresarial CEOE ya advirtió de un retraso importante en esta materia, aflorando sólo un 10% ejecutado de los 37.000 millones de euros recibidos hasta el momento. Ahora, el Banco de España confirma esta demora y, más allá, señala una serie de riesgos intrínsecos en el medio plazo por el incumplimiento de los plazos de ejecución.
El gabinete dirigido por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, apuntó en su última revisión del cuadro macroeconómico un previsión de crecimiento del PIB del 3,5% para 2023, el 2,4% para 2024 y del 1,8% para 2025. Sin embargo, estas estimaciones se sustentan en buena parte en el despliegue total de estos fondos Next Generation de los que España llegaría a disponer de hasta 69.528 millones de euros en transferencias no reembolsables, además de los 84.000 millones que se prevé solicitar en forma de créditos blandos.
Es aquí donde pone el acento el análisis realizado por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el que se asevera que la lentitud en la ejecución de las ayudas podría descalabrar la senda de crecimiento prevista por el Gobierno. Si bien, señala que algunos de los elementos que determinan esta demora son compartidos por los vecinos comunitarios, por lo esta desviación entre previsiones y crecimiento efectivo transcurrido unos años podría alcanzar a un buen puñado de países de la Unión.
Sin ir más lejos, cuando se lanzó el programa de ayudas los tipos de interés estaban en mínimos históricos. Ahora, en los dos últimos años han subido bruscamente y, como resultado, un informe reciente del Parlamento europeo sugiere que, debido a los elevados niveles actuales y previstos de los tipos de interés, estos costes podrían ser el doble de lo que se estimó inicialmente al inicio del ciclo presupuestario 2021-2027 de la UE.
«Varios países europeos han aplazado sus solicitudes de desembolso y algunos países llevan retraso en sus solicitudes de pago en comparación con los plazos indicativos de los acuerdos operativos», indica el supervisor bancario recordando que la mayoría de los pagos aprobados hasta la fecha están asociados a la introducción de reformas vinculadas a cambios legislativos, que generalmente son más fáciles de implementar que las inversiones. Un claro ejemplo es España, con cerca del 60% de las reformas implementadas, mientras que las inversiones completadas no llegan al 10%.
Aquí, el análisis del Banco de España detecta deficiencias en la cadena de transmisión de las ayuda. En algunos casos, las reformas estructurales requeridas se han retrasado. Como estas son condiciones previas para el desembolso de los fondos, se ha producido un efecto de retraso en el calendario de pagos. «Al mismo tiempo, al no presentar solicitudes de pago, los países pueden evitar una evaluación negativa de su cumplimiento de los hitos y objetivos por parte de la Comisión», apunta.
El lastre de la lenta absorción
En este punto, explica el supervisor que el patrón de revisión a la baja de la absorción de fondos apunta a riesgos significativos de que los objetivos de inversión del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia no se cumplan plenamente en 2026. «Si bien se espera que las revisiones de los planes repercutan en el calendario de desembolso de los fondos del MRR en 2023 y años posteriores, también representan una oportunidad para abordar problemas en la administración de los fondos y aumentar su capacidad de absorción», añade en relación a que los países podrían volver a la senda prevista en 2024 y ponerse al día en el calendario de desembolsos, «permitiendo que la actual infraejecución de las inversiones de los fondos se compense en años posteriores, especialmente en 2025 y 2026. «Sin embargo, esto puede ser cada vez menos realista, sobre todo para los países con retrasos acumulados», advierte.
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Aquí, España e Italia, siendo las dos regiones con más nivel de ayudas comprometidas son las que más podrían desviar su senda de crecimiento prevista si persiste la demora de las inversiones. Cabe destacar, que si bien la aplicación de los planes iba por buen camino a finales de 2022, algunos países están comenzando a tener dificultades en la administración de los fondos, debido en parte a una capacidad administrativa limitada o a cuellos de botella en las inversiones.
De Cos asevera en su análisis que dados los elevados importes de inversión previstos para 2023-2026, especialmente en Italia y España, sería fundamental supervisar la capacidad de absorción en 2023 y años posteriores, «teniendo en cuenta también el importante impacto previsto en las perspectivas macroeconómicas de estos países».
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