La banca, contraria a que un ministro sea el gobernador del Banco de España

El Banco de España y su gobernador, es interlocutor directo con las principales entidades de nuestro país como supervisor, aunque para las de mayor tamaño también entra el Banco Central Europeo (BCE). De ahí la importancia para el sector de que haya continuidad con el buen hacer del gobernador anterior, Pablo Hernández de Cos, y la subgobernadora, Margarita Delgado.

Esta última es precisamente la que ocupa ahora la dirección de la institución de manera interina, lo cual es una anomalía en la historia reciente, pero su mandato acaba este 11 de septiembre con lo que para entonces ya debe haber nombramiento.

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Daniel Caballero

Fuentes bancarias indican que el nombre de Escrivá -o de cualquier miembro del Consejo de Ministros- chirría desde el principio en las altas esferas del sector. Las entidades son contrarias a que un salto de este tipo se produzca ya que en el Banco de España se debería exigir un perfil independiente, neutral, sin ataduras políticas; algo que un ministro no cumpliría. «Tiene una losa política demasiado grande», aseguran en la gran banca.

En el sector se vive el nombramiento del futuro gobernador con expectación ante el riesgo de que el Ejecutivo imponga a Escrivá. Las negociaciones PSOE-PP no han fructificado este trimestre ya que los populares tienen como línea roja que el gobernador sea un ministro y, según fuentes de Génova, la de Escrivá es la única propuesta firme que han recibido.

Lo que temen en la banca es que se socave la imagen nacional e internacional del Banco de España. Ponen de ejemplo que un futuro gobernador que provenga del Consejo de Ministros podría llegar a tener que analizar sus propias decisiones pasadas, lo que supondría un evidente conflicto de intereses. El sector cree que Hernández de Cos ha labrado una imagen nacional e internacional muy potente de la institución que se pondría en riesgo. Y añaden, en todo caso, que De Cos no ha sido un mandatario complaciente con el sector financiero sino que ha impuesto sus decisiones u opiniones cuando ha sido necesario. Con esto último se refieren por ejemplo a la activación del llamado colchón de capital anticíclico -un blindaje frente a futuras crisis- o a las quejas recurrentes que ha hecho al sector sobre provisiones, capital o reparto de dividendos. Lo que buscan las entidades, en suma, es una figura neutral, independiente, respetada en el mundo financiero y que pueda continuar con la herencia del anterior gobernador.

Pese a todo, los bancos son conscientes de que hay que separar las capacidades técnicas del perfil político. Es decir, que un ministro podría llegar a ser un gobernador a la altura del anterior por capacidades y decisiones, pese a que su procedencia supone un hándicap importante.

Y esa es la baza que está jugando el Gobierno a horas escasas de que mañana miércoles el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, revele ante la Comisión de Economía del Congreso la identidad del candidato elegido para el cargo.

«Va a ser una persona con una capacitación, una experiencia y un currículum a la misma altura, sino superior, del anterior gobernador», deslizaba ayer el ministro de Economía en una entrevista televisiva, al mismo tiempo que desde el ministerio se mantenía que la negociación con el PP aún se mantenía abierta.

Con la designación del nuevo gobernador ya encarrilada a la espera de que se oficialice este miércoles, sigue abierta la duda de quién ocupará el puesto clave que quedará vacante cuando el próximo 11 de septiembre termine el mandato de Margarita Delgado como subgobernadora.

Fuentes conocedoras del proceso sostienen que el Gobierno acompañó su apuesta por José Luis Escrivá con una propuesta al PP para completar la futura cúpula del Banco de España con una mujer cercana a los populares para el puesto de subgobernadora, del mismo modo que el PP ya hizo en 2018 con el nombramiento de Margarita Delgado cuando las negociaciones con el PSOE ya estaban rotas. El rechazo del PP a que el nuevo gobernador salga del Consejo de Ministros anuló un posible acuerdo político al respecto, pero las fuentes consultadas aseguran que La Moncloa no descarta nombrar una subgobernadora cercana a los populares para amortiguar la ofensiva política que desde el PP se puede instrumentar si finalmente como parece Escrivá es el elegido.

Según coinciden varias fuentes consultadas del sector financiero y del entorno del Gobierno entre los nombres que se han barajado en las últimas semanas para el puesto de subgobernadora están los de Eva Valle, Emma Navarro y Rosa Sánchez-Yebra. Sánchez-Yebra, actual consejera en Abanca, exsecretaria del Tesoro en el Gobierno Rajoy y exconsejera del Banco de España, ya sonó para el 'ticket' del supervisor en 2018; Emma Navarro fue expresidenta del ICO, exsecretaria del Tesoro como Sánchez-Yebra y exvicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones; y Eva Valle, actualmente directora ejecutiva alterna del Banco Mundial, fue directora de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, cargo en el que mantuvo una muy buena relación con José Luis Escrivá, lo que para algunas fuentes la sitúa en especial buena posición para ser designada subgobernadora.