La malévola revisión de Arantxa Sánchez Vicario

La película en cuestión, titulada originalmente 'King (rey) Richard', narra la vida de las tenistas estadounidenses Venus y Serena Williams desde la perspectiva de la enorme influencia de su padre, Richard, en la carrera deportiva de ambas. Dirigida por Reinaldo Marcus Green, el protagonista principal, uno de los productores y la figura sobre la que gira toda la obra es Will Smith, actor de renombre universal y ganador del Oscar 2022 precisamente por dicho papel.

El pasaje cinematográfico de la polémica transcurre en el tramo final de la película, exactamente a partir de la hora y 58 minutos de la misma (la duración total es dos horas y 18 minutos), y en él se pretende reproducir el partido de segunda ronda del torneo de Oakland (Estados Unidos) que enfrentó a Arancha Sánchez Vicario y Venus Williams el 3 de noviembre de 1994.

El primer error grueso que cometen los guionistas es atribuirle varias veces a la española la condición de número uno del mundo. Lo hacen, sin duda, para añadir dosis de épica al hecho de que una adolescente de 14 años –Venus Williams- se enfrentase a «la mejor» del circuito, pero la realidad es que Sánchez Vicario no alcanzaría la cima del tenis hasta tres meses más tarde. Así, aterrizó en el primer puesto de la clasificación de la Asociación de Tenis Femenino (WTA) el 6 de febrero de 1995, desplazando del mismo a la alemana Steffi Graf.

En noviembre de 1994 Arancha era la número dos mundial y, eso sí, en aquel torneo californiano fue la primera cabeza de serie y llegaba como campeona ese mismo año en Roland Garros –también lo había ganado en 1989- y en el Abierto de Estados Unidos. Estos datos son correctamente citados en la película.

En el apartado puramente estético, es habitual que el cine se permita algunas licencias menores. Por ejemplo, elevar la vistosidad de las trenzas de la tenista americana o exagerar la asistencia de público –realmente las gradas estaban semivacías- y la tensión ambiental de un partido clasificatorio de un torneo menor. Cuando las dos jugadoras salen de los vestuarios, Richard Williams (Will Smith) le desea «mucha suerte» a la española y se queda dentro, en el pasillo de acceso a la cancha, viendo el encuentro en un monitor de televisión. Por cierto, otra falsedad es haber rodado en una pista al aire libre cuando el torneo se disputó en un pabellón cubierto. De todas formas, el foco del conflicto está en el desarrollo del partido, en el presunto comportamiento durante el mismo de Arancha, interpretada por la tenista mexicana Marcela Zacarías.

Venus se adjudicó el primer set (6-2) e iba ganando el segundo por 3-1. En ese momento, la Arancha de la pantalla, muy enfadada, estrella su raqueta contra la pista y grita «¡esto es una locura!». A continuación se dirige hacia el juez de silla y le pide permiso para abandonar la cancha, se sobreentiende que desea ir al baño por una urgencia. El primer pellizco sutil a la imagen de la jugadora catalana se produce en forma de fogonazo visual. En cuanto entra al vestuario, se detiene, se agacha y, sin apurarse, se ata los cordones de una zapatilla. Un breve pero hábil tiro de cámara que ya inocula la duda sobre la presunta necesidad de esa pausa en el partido.

A partir de ahí, la sutileza desaparece. Rick Macci, entrenador de las hermanas Williams interpretado por el actor Jon Bernthal, dicta sentencia: «Quiere romperle el ritmo, es una vieja artimaña». En el pasillo interior, Richard Williams (Will Smith), contrariado, lleva la cuenta del tiempo que tarda Arancha en salir: «ocho minutos… nueve minutos…». En la pista, Venus, nerviosa y desconcertada, se sienta en su silla. Y se suceden los planos del público, de la madre y de las hermanas de la tenista americana con gesto impaciente y alterado.

La jugadora catalana regresa a la cancha y remonta para resolver el partido de forma aplastante. Suma once juegos consecutivos para fijar el marcador final en un 6-2, 3-6 y 0-6. La pantalla muestra a una Venus Williams totalmente descentrada y fuera de sí, incluida una dramática caída en la pista. Finalizado el encuentro, el guión se olvida de Arancha y se centra exclusivamente en alabar la entrega y el buen juego desplegado por una chica de 14 años ante, incorrecto por enésima vez, «la número uno del mundo».

Arancha Sánchez Vicario, residente actualmente en Miami, no tenía ni idea de su protagonismo en la gran pantalla. «Nadie nunca me dijo nada. Lo supe porque un amigo me lo comentó y así fue como me enteré, justo antes del estreno (noviembre de 2021 en Estados Unidos), de que yo salía en la película», desveló en la Cadena Ser.

«Yo era cabeza de serie número uno del torneo y número dos del mundo, no número uno –recuerda Arancha-. No se jugaba al aire libre, se jugaba en indoor, era el torneo de Okland en San Francisco, final de temporada antes de la gira del Masters de chicas de Nueva York. Gané el partido, pero no como aparece en la película, para nada. Es imposible que me pudiese ir de la pista en un 3-1 porque nunca te vas en los impares, si acaso me tendría que haber ido en el 3-2. Luego está el tiempo limitado. Cuando uno se va al baño no te puedes tirar allí el tiempo que tú quieras, ni media hora como dicen. No está permitido, me hubieran sancionado si hubiera sido así».

Y añade: «Lo que sucede es que eso le da la importancia a la película, no hay otra forma de que sea relevante, no hubiera tenido tanto tirón si no lo hubieran hecho así. Es Hollywood. Es verdad que perdí el primero 6-2, pero después gané once juegos seguidos, eso lo dice todo. Aparte de que acabé ganando el torneo en individual y dobles y estaba en el mejor momento de mi carrera. No sé por qué han querido dejarme mal, habría que preguntarles a ellos. Es totalmente incierto. Yo he tenido una carrera brillantísima, nadie me ha regalado nada para llegar donde llegué y no entiendo muy bien por qué sacan eso ahora».

El tono de la exjugadora barcelonesa en estas declaraciones no denota ninguna indignación. Ni siquiera fastidio. Un poco más dolida se mostró al referirse a otra tenista de la época: «Tampoco me pareció bien lo que dijeron sobre otra compañera, Jennifer Capriati. Es verdad que tuvo problemas, pero no es para sacarlo en la película. Forma parte del argumento y así les da más morbo, más relevancia». En efecto, 'El método Williams' recuerda los problemas de Capriati con la justicia: la estadounidense fue arrestaba en 1994 por posesión de marihuana.

La tranquilidad de Arancha es tal que incluso opina con naturalidad y generosidad sobre esta producción cinematográfica y sobre los Williams: «La actriz (Marcela Zacarías) intentan que sea bastante parecida a mí. Es rubia y la tiñeron de negro para que fuese más real. Es una chica mexicana, yo no la conozco, nunca había oído hablar de ella, sé que juega al tenis y poco más. En cuanto a la película, yo la recomiendo porque es épica y de esfuerzo, de sacrificio. Y yo tengo buena relación con el padre de ellas. Conozco a Richard Williams. En su día, cuando sus dos hijas estaban en el circuito, todo el mundo hablaba de Venus y yo le dije al padre: 'la que va a ser buena de verdad y va a ganar más va a ser Serena'. Él se me quedó mirando como diciendo: '¿Qué me estás contando?' Conozco a las dos, me he enfrentado a ellas en muchas ocasiones, hemos tenido buenos partidos y la verdad es que me sorprendió lo de la película. Alguien se puede extrañar de que no salga en defensa de mi honor, pero lo he consultado con mis asesores y no hay caso. Lo único que haría es darle más publicidad, que posiblemente es lo que buscaban».

En las crónicas del ya famoso partido publicadas en diferentes periódicos el día 4 de noviembre de 1994 no hay mención alguna a esa presunta marrullería de Arancha. Eso sí, se reproducen las manifestaciones de la española después del encuentro. En ellas alababa el tenis de Venus Williams, pero también dejaba un mensaje contundente: «Estoy en contra de que el circuito dé entrada a chicas tan jóvenes. Creo que una chica de 14 años no está preparada para ser profesional».

Apenas cuatro meses después del estreno de la película, Will Smith ganó el Oscar. Sin embargo, la ceremonia de entrega de los premios cinematográficos estuvo marcada por la bofetada que le propinó el propio Smith al presentador de la gala, Chris Rock, después de que el cómico hiciera una broma sobre su la calvicie de su mujer (que había padecido cáncer). Arancha Sánchez Vicario, sin rencor, también comentó este episodio: «Lo sigo desde 'El príncipe de Bel-Air' (serie de televisión de los años 90), pero se equivocó Es un buen actor, ha tenido un mal momento y lo arrastrará siempre. Eso le va a marcar».