70 años de la conquista del Everest: la hazaña de Hillary y Norgay que se ha convertido en rutina
La transformación del ascenso a la cumbre más alta del mundo ha sido radical en las últimas siete décadas
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![Norgay y Hillary, en el campo base del Everest en 1953](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/26/norway-hillary-R3yhUPWm9GWuYHO8U6w2dbJ-1200x840@abc.jpg)
El 29 de mayo de 1953, Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaban la cumbre del Everest. Aún hoy se desconoce si Irvine y Mallory lo habrían logrado en 1924 cuando se les perdió la pista por encima de los 8.000 metros, así ... que, oficialmente, ellos se convirtieron en los primeros seres humanos que pisaban la cima más alta del mundo. Protagonistas de una hazaña que durante años persiguieron muchos otros y que grabó sus nombres para la posteridad. A su ejemplo se fueron sumando poco a poco otros aventureros hasta transformar aquel sueño en una rutina. La que ha convertido al campo base del Everest en una pequeña ciudad y el ascenso al techo del mundo en poco menos que una ruta senderista por la que turistas adinerados de todos los países transitan para lucir en sus redes sociales desde el punto más alto del planeta. El Everest de ayer y de hoy. De la hazaña a la rutina.
Si hay algo que no ha cambiado en todo este tiempo son las sensaciones que uno experimenta la primera vez que se acerca al coloso del Himalaya. Porque ahí no vale el dinero ni la experiencia. Es el hombre frente a la naturaleza y, en eso, todos son iguales. «En el campo base del Everest, el cuerpo te manda señales de que te tienes que ir de allí. Comes mal, duermes mal, tienes los pies y las manos siempre fríos y todo te hace pensar que debes salir de allí cuanto antes. No sabes si lo que estás viviendo es normal o es que te estás muriendo», explica a ABC Sebas Álvaro, alpinista, escritor y durante muchos años director del programa de televisión 'Al filo de lo imposible'.
Pocos como él para rememorar esas sensaciones que tantas veces ha experimentado. Un malestar que te invita a abandonar, pero que cesa tras varios días. «En cuanto vuelves a tener la libido por las nubes sabes que estás listo para dar el siguiente paso», bromea. Un paso que consiste en atravesar la peligrosa cascada del Khumbu, la parte más comprometida de la transitada cara sur del Everest. La misma que utilizaron en su día Hillary, Norgay y sus compañeros de la expedición británica de 1953. La gran diferencia es que ahora las grietas que se dibujan en el hielo se aseguran con escaleras de aluminio y cuerdas casi irrompibles y que entonces había que tirar de imaginación cuando se acababa el material. «Tuvieron problemas y les tocó traer troncos para atravesar el Khumbu», desvela Álvaro. De hecho, los británicos movilizaron alrededor de 400 personas en la empresa de conquistar el Everest, la mayoría de ellos porteadores. Los primeros integrantes de la expedición aterrizaron en Katmandú a principios de febrero. Una avanzadilla que gestionó el envío del material y su traslado hasta el campo base. En aquellos tiempos, todo tenía que llegar de Europa; ahora, en casi cualquier rincón de Nepal se pueden conseguir unas botas, una cuerda de escalada o una tienda de campaña. El país vive por y para la montaña, a la que exprimen sin control. Y eso que cada año ponen en marcha nuevas normas para tratar de controlar una masificación que se les está yendo de las manos. Reglas que casi nunca se cumplen y absurdas en la mayoría de los casos.
Los rostros de la hazaña
![Imagen principal - El pionero que se acordó de Mallory e Irving en la cima](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/26/norway-hillary-2-U40773388346zwX-314x176@abc.jpg)
Edmund Hillary
El pionero que se acordó de Mallory e Irving en la cima
No era el elegido para el primer ataque a la cumbre, pero la renuncia de Tom Bourdillon y Charles Evans -se quedaron a 100 metros de la cima- abrió la puerta para que el neozelandés se lanzara a cumplir el objetivo junto a Norway
![Imagen principal - El orgullo de Nepal y el primero que posó en la cima del Everest](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/26/norway-hillary-2-U21528522688leI-314x176@abc.jpg)
Tenzing Norgay
El orgullo de Nepal y el primero que posó en la cima del Everest
Era un habitual de las expediciones al Everest. De hecho, llevaba yendo a esta montaña con equipos de diferentes países desde 1936. John Hunt le dio la responsabilidad de asaltar la cima junto a Hillary y su asociación fue exitosa
![Imagen principal - Un líder de expedición que predicaba con el ejemplo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/26/hunt-2-U23513502373QAs-314x176@abc.jpg)
John Hunt
Un líder de expedición que predicaba con el ejemplo
Sustituyó a Eric Shipton como jefe de equipo y eso no sentó bien a Hillary, que pronto quedó cautivado por la personalidad de este británico con alma militar. Un líder que predicó con el ejemplo, realizando portes en la montaña hasta casi los 7.000 metros
![Imagen principal - El cronista que difundió la noticia con un mensaje en clave](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/26/morris-2-U77563317226UjL-314x176@abc.jpg)
Jim Morris
El cronista que difundió la noticia con un mensaje en clave
Era el único periodista de la expedición. El día de la cumbre, subió por encima de la Cascada del Khumbu para recibir y transmitir la noticia. Lo hizo en clave, como había acordado con sus jefes, para que nada se filtrara. 'The Times' lo hizo público el 2 de junio
Los cuatro meses de expedición de los británicos se condensan ahora en apenas 40 días. Alguno menos si se hace uso del helicóptero para evitar el trekking hasta el campo base. Porque todo vale para alcanzar la cima del mundo. Solo depende de la cantidad de dinero que quieras pagar. Las agencias que gestionan las expediciones ofertan desde hace pocos años un paquete VIP por el que se puede llegar a pagar más de 300.000 euros para tener todas las comodidades que se puedan imaginar: tienda individual con vistas al Everest, traslados aéreos en altura, pensión completa a casi 8.000 metros, televisión vía satélite… y hasta fotógrafo personal que inmortalice tan magna aventura con internet sin límite para compartirlo todo en las redes sociales.
También eran costosas las expediciones de los años 50, pero estaban financiadas por el estado. El fin de la 2ª Guerra Mundial había instalado un sentimiento de fracaso en los países europeos, que buscaban recuperar su orgullo conquistando los últimos rincones vírgenes del planeta. Aquel conflicto bélico que había devastado el Viejo Continente dejó una revolución tecnológica muy importante, que se tradujo en la llegada de nuevos materiales a la montaña. Las botellas de oxígeno eran más ligeras de las que portaban en los años 20 los aventureros de la montaña y, sobre todo, más fiables; las cuerdas ya no son de cáñamo y los tejidos de la ropa resultan ya prácticamente similares a los actuales. Esa revolución allanó mucho el camino hacia la cumbre, sobre todo en el hielo de la cara sur del Lhotse, aunque el esfuerzo continuó siendo titánico para aquellos pioneros que, llegados a la zona de la muerte, por encima de los 8.000 metros, no sabían lo que se iban a encontrar. Aquello era terreno casi virgen, del que solo un puñado de los que lo habían pisado habían vivido para contarlo.
El ataque a la cima, una vez alcanzado el collado sur, son casi mil metros de desnivel a día de hoy que se salvan en unas horas. En 1953, Hillary y Norgay durmieron a 8.500 metros, a poco más de 300 de la cima, que recorrieron en solo unas horas. En ese tiempo, se asomaron a la cima sur a las 9.00 horas del 29 de mayo, pero todavía les separaban unos metros del punto más alto. Ambos se las apañaron para remontar lo que desde entonces se conoce como el 'Escalón de Hillary', la última dificultad antes de «vencer al bastardo», como el neozelandés definió su hazaña cuando durante el descenso se cruzó con su compañero George Lowe.
Un mensaje en clave
Antes, en la cima, se había abrazado a Norgay y ambos habían tratado de encontrar algún rastro de Irving y Mallory. «Miramos con la esperanza de encontrar alguna señal que nos indicara que habían hecho cumbre en 1924, pero no pudimos encontrar nada», escribió en sus memorias.
La noticia no tardó en llegar al Viejo Continente gracias a James Morris, el reportero del 'Times' que había acompañado a la expedición. «Morris había sido uno más en el equipo dirigido por Hunt, ayudando en labores logísticas y de todo tipo. De hecho, cuando supo que Hillary y Norgay estaban cerca del objetivo, no dudó en ascender hasta el primer campo en altura –alrededor de 6.500 metros– para recibir la noticia. y transmitirla a Londres», recuerda Álvaro. La de Morris, en sí misma, es una historia peculiar, porque con el paso de los años cambió de sexo y se convirtió en uno de los primeros transexuales de cierto renombre. Eso le acarreó muchos problemas a lo largo de su vida, pero nunca borró de su mente aquel 29 de mayo de 1953 en el que transmitió la noticia más importante de toda su carrera como periodista. Lo hizo en clave –según un código que él mismo había redactado y que había compartido con sus responsables del periódico antes de partir– para que nada se filtrara en la cadena de mensajeros que debían llevar su anuncio hasta Londres. «Malas condiciones de nieve. Abandonado campamento base avanzado el día 29. Esperando mejoría, todos bien».
Sus palabras se tradujeron como un fracaso en la mayoría de los medios de todo el mundo, incluido ABC, que se hizo eco de esta información sin saber que tenía un mensaje oculto. La realidad se conoció finalmente el día 2 de junio, cuando 'The Times' confirmó la conquista del Everest coincidiendo con la coronación de la Reina Isabel II. Un día histórico para adornar una hazaña que hoy se ha convertido en rutina.
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