Fútbol
Xavi ya verbaliza su adiós del Barça
El técnico habla más del legado que dejará (los jóvenes) que de las soluciones a la crítica situación: salvo milagro (ganar Liga o Champions) está sentenciado
Cruces del sorteo de Copa del Rey: partidos, emparejamientos y horarios de las semifinales
Sorteo Copa del Rey, en directo: partidos de semifinales del Atlético, Athletic, Real Sociedad y Mallorca hoy
Pilla a Xavi cometiendo una infracción de tráfico grave al salir del entrenamiento: puede costarle 200 euros y seis puntos
Ya lo dijo Aristóteles hace casi 2.500 años: «Cada uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras». Y la sinceridad de Xavi, aderezada con la marcha de su equipo, puede ser su tumba. «Este año, el objetivo es ganar títulos ... importantes: Copa, Liga o Champions. Si no se cumplen los objetivos, yo seré el primero en decir que no los he cumplido y me iré. Esta es mi realidad», aseguró el técnico tras perder la Supercopa de España de forma estrepitosa ante el Real Madrid. Discurso que reiteró este miércoles después de ser eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao. Se queda sin red el egarense, obligado a ganar una Liga que tiene cuesta arriba (está a ocho puntos del Girona, con un partido menos, y a siete del Madrid) o una Champions en la que está lejísimos de equipos como City, Bayern, PSG o el propio Madrid. Tan claro lo tiene el propio técnico que ya habla más de su legado (los jóvenes que ha ido incorporando al equipo) que del camino para salir de la crisis.
Xavi se lo ha puesto fácil a Joan Laporta, que rehusó bajar a animar al equipo al vestuario en San Mamés, aunque luego pretendió escenificar su apoyo al entrenador esperándole a pie de autocar para charlar con él y consolar a un lloroso Lamine Yamal con un abrazo. La maquinaria del club transmitió el sentimiento de orgullo del presidente por la imagen ofrecida aunque obvió su monumental enfado por haber perdido dos títulos en casi una semana.
Sólo un milagro liberaría a Xavi de su sentencia: no seguirá la próxima temporada. Y él es consciente, aunque trate de trasladar un mensaje optimista. Sus discursos son cada vez más lacónicos y desabridos cuando se refiere a su futuro. Nunca fue la primera opción de Laporta, que prefiere a Rafa Márquez y que no le perdona que apoyara inicialmente la candidatura de Víctor Font. A ello hay que sumar que no ha sido capaz de lograr la excelencia a la que aspiró en el juego del equipo, aunque en su primera temporada lograra la clasificación para la Champions y en la segunda ganara la Liga y la Supercopa de España. Esta tercera campaña, que debía ser la de la consolidación («tenemos mejor equipo que el Real Madrid», aseguró Laporta en julio presentándose como candidato a ganar la Champions) se ha sufrido una involución, con la pérdida de la confianza en él de la plantilla incluida, que puede acabar con el año en blanco. La eliminación copera ante el Athletic simboliza un fin de ciclo que habrá durado dos años y medio.
300 millones en fichajes
Xavi siempre podrá argumentar que la delicada situación económica del club ha sido un lastre, aunque se ha podido beneficiar de una inversión en fichajes de 300 millones de euros entre fijos y variables, o que varios de los jugadores que le han fichado no eran petición suya, como Joao Félix, Oriol Romeu o Vitor Roque. A pesar de ello, el técnico podrá presumir siempre de su legado, su apuesta por los jóvenes, algo que quedó patente en San Mamés, compitiendo con un equipo repleto de canteranos y jóvenes del filial. Ya lo hace.
«La plantilla es corta y joven. Salen futbolistas. Creo que es el inicio de algo importante, esté yo o no», explicó este miércoles. «Creo que hay un proyecto muy bueno, de generación en el club. Marc Guiu, Lamine Yamal, Fermín, Héctor Fort, Cubarsí... hoy es el inicio de algo que puede ser importante. Pero hay que ganar, en el Barça hay que ganar», añadió el catalán, satisfecho por la imagen y por su apuesta, en un discurso que huele a despedida. Además, demostró su autoridad arrebatándole a Lewandowski su vitola de intocable.
Hombre de club, Xavi es consciente que su tarea ahora pasa por construir un equipo de futuro, aunque se resista a tirar la toalla en enero. «Intentaremos ganar LaLiga y la Champions. Estoy tranquilo. Quedan los títulos más importantes. Los lucharemos», suelta, aunque tiene los pies en el suelo: «Dije una realidad, si no estamos al nivel de competitividad lo normal es que me marche. Estamos en un club grande. Estoy en el Barça. Hemos luchado y trabajado. Si no ganas, el entrenador queda señalado».
Xavi ha demostrado desde su llegada su filosofía cruyffista, apostando por la cantera y la juventud. Gavi o Balde son algunos ejemplos consolidados de su primera temporada, aunque también dio oportunidades a Ilias, Abde o Jutglà, que fueron traspasados. Alarcón, Lamine Yamal, Fermín, Marc Guiu, Héctor Fort y Cubarsí son apuestas de futuro que ya han sido decisivos hoy. Xavi buscará remontar los resultados y recuperar la confianza del sector veterano de la plantilla y de sus jefes, pero lo tiene crudo. Y como lo sabe, ya habla más bien de lo que dejará al irse.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete