FÚTBOL FEMENINO
La primera campeona del mundo española ahora es policía: «Me sentí maltratada en la RFEF»
Toña Is, pionera como seleccionadora, ganó el Mundial Sub 17 y fue despreciada luego por la Federación. Hoy ejerce de guardia municipal en Oviedo a la espera de equipo
La selección femenina rompe otra barrera y asciende al número uno del ranking FIFA por primera vez
![Toña Is lideró a la selección sub-17 para ganar el primer Mundial en la historia del fútbol femenino español. Actualmente, trabaja como policía local en Oviedo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/12/17/tona-is-RuDXSHEN2Y7HYpkuDxJWQuJ-1200x840@abc.jpg)
El fútbol femenino español vive su etapa de máximo esplendor. Pero si hay una mujer pionera en los banquillos antes de que este acaparara portadas, esa es Toña Is (Oviedo, 1966). Primera seleccionadora en España, primera entrenadora nacional campeona del mundo, primera mujer en ... entrenar un club en el extranjero, primera nominada a los The Best... En diciembre de 2018, hizo historia proclamándose campeona del mundo con la selección sub-17. Cuando todo indicaba que se convertiría en la primera seleccionadora de la absoluta, en enero de 2020, la RFEF se deshizo de ella de malas maneras. Sin darle una explicación. Ella vivió en primera persona todo lo que, con el tiempo, se ha denunciado sobre la Federación, Vilda y Rubiales. Toña Is rememora con ABC el hito futbolístico que protagonizó y su experiencia desde dentro de la RFEF.
–Cinco años del primer Mundial conseguido por España. ¿Es consciente de que es historia del fútbol femenino?
–La verdad es que hicimos algo histórico. Fue un momento muy importante para el fútbol femenino español. Tuvimos la suerte de tener un grupo maravilloso. Y me gusta recalcar la importancia de tener un buen grupo para conseguir cosas grandes. Han pasado ya cinco años y es cierto que apenas se habla de lo que conseguimos. Ver a algunas de aquellas jugadoras en lo alto del fútbol mundial es un reconocimiento personal que me llevo. Si me preguntas por la RFEF, es obvio que se podrían haber hecho mucho mejor las cosas.
–¿Qué recuerda con más cariño del título?
–El momento en el que levantamos la copa fue muy especial. Te acuerdas de todo el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio... Y de todas las personas que estuvieron a tu lado cuando más falta hacía. Mi familia, mi marido… Fue muy emocionante. Otro momento que destacaría fue la llamada de S.M. el Rey Felipe VI después de ganar la final. Me sentí muy agradecida y muy afortunada.
–¿Cuál fue su aportación técnico-táctica para conseguir el Mundial? ¿Qué les llevó a la victoria?
–Pues sobre todo la velocidad y la movilidad que teníamos en la parte de arriba. Empezamos jugando con un 1-4-3-3 y acabamos disponiendo de un 1-4-2-3-1. Salma [Paralluelo] y Eva Navarro hacían mucho daño por las bandas. Y entre Claudia [Pina] e Irene [López] se intercambiaban las posiciones de mediapunta y delantera. Y, al venir al recibir al centro del campo, generaban muchos espacios por los lados que eran aprovechados por las extremos.
![Toña Is, durante su entrevista con ABC](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/12/17/tona-entrevista-U36631402555txH-624x350@abc.jpg)
–Tiene fama de ser una entrenadora dura, disciplinada y ordenada.
–Para mí, el orden es imprescindible en una concentración y casi me atrevería a decir en cualquier profesión. Y las rutinas son importantes para conseguir ese orden. Definir unas reglas ayuda a las jugadoras, y más todavía cuando estamos hablando de niñas, de menores de edad. Tener unas normas a seguir sirve para velar por el buen ambiente y el buen funcionamiento del grupo.
–Se denunció que durante las concentraciones de la selección absoluta, Jorge Vilda obligaba a las jugadoras a dejar las puertas de sus habitaciones abiertas y entraba en ellas sin previo aviso. ¿Usted hacía lo mismo? ¿Entiende que esto se haga en un equipo como la selección española?
–Pues no lo sé. Si es cierto que él lo hacía, habría que preguntarle por qué. Ese tipo de medidas forman parte del protocolo actuación de la RFEF para las concentraciones. Yo lo hacía con mis jugadoras, pero no tiene nada que ver. Yo entrenaba a chicas menores de edad, por lo que la responsabilidad sobre ellas era muy grande. Cuando entraba a sus habitaciones, en ningún momento lo hacía con afán de controlarlas, sino para charlar con ellas, saber sus sensaciones. Ahora bien, no veo razonable que este tipo de medidas se lleven a cabo en la absoluta, con mujeres adultas. Además, a la vista está que las jugadoras no se sentían cómodas con ese proceder.
«Si es cierto que Vilda obligaba a sus jugadoras a dejar las puertas de sus habitaciones abiertas, a la vista está que no estaban cómodas»
–Las relaciones personales y sentimentales entre jugadoras, ¿han influido alguna vez en sus decisiones?
–A mí no me han influido nunca a la hora de tomar decisiones futbolísticas. Claro que uno sabe de su existencia y se dan casos en los que se te dan disyuntivas difíciles. Por ejemplo, durante mi etapa como entrenadora en el Pachuca, estábamos muy interesados en una jugadora. Cuando fuimos a negociar con ella, nos puso como condición incorporar también a su pareja. Entonces tú tienes que poner ambas cosas en una balanza. ¿Me compensa ficharla y traer también a una futbolista que no quiero? ¿O prefiero descartar su fichaje por no ceder ante la exigencia de firmar también a su pareja? No es fácil. Pero lo más importante, y lo que más valoran las jugadoras en su entrenador, es ser justo. Si tú no las engañas, entonces estarán contigo. Puede que en el corto plazo no entiendan alguna de tus decisiones, pero en el medio y largo plazo, si eres justo con todas, te lo pondrán en valor.
–¿Las jugadoras se llevan sus diferencias personales al campo?
–No entendería que las jugadoras se llevaran sus diferencias al campo. Yo nunca lo he vivido. Al final las futbolistas son profesionales y, como en cualquier otro puesto de trabajo, cuando empieza tu jornada, tratas de dejar a un lado lo personal para centrarte en tu faena. Pues en el fútbol es lo mismo.
«Una futbolista nos puso como condición para ficharla incorporar también a su pareja»
–Después de su excelente 2018, ganando la Eurocopa y el Mundial, fue nominada a mejor entrenadora en los premios The Best. Sin embargo, no acudió a la gala. ¿Se sintió ninguneada?
–Pues sí. Fui la primera entrenadora española en la historia en tener una nominación para los The Best y creo que también la primera en la historia, hombre o mujer, en estar nominada estando a cargo de una selección de categorías inferiores. Y fue todavía peor el cómo me enteré. Estaba en un vestuario de la Federación cambiándome junto a Montse [Tomé]. Entonces, me dice que estaba buscando un vestido para ir a la gala. Yo me quedé atónita. La RFEF consideró oportuno que acudieran Vilda y ella, en vez de que fuera yo que estaba nominada a un premio. De hecho, el día de la gala, empleados de la selección masculina se sorprendían y me preguntaban: 'Toña, cómo es que no estás allí?'. Yo no sabía qué responder porque a mí no se me había comunicado ningún motivo por el que no fui.
–En enero de 2020, llega su último partido al frente de la selección sub-17. Se enfrentan a Alemania, vigente campeona de Europa, y le pasan por encima. Tres días más tarde, le comunican su cese. ¿Se lo esperaba? ¿Quién se lo comunicó?
–Pues no me lo esperaba. Para nada. Me comunican mi cese y la única explicación que me dan es que se debe a motivos no deportivos. Cuando yo había tenido un comportamiento ejemplar todos los años que estuve en la RFEF. Me lo comunica Vilda junto a otros directivos de la Federación. Quien no estuvo fue Rafa del Amo, director de fútbol femenino de la Federación.
«La RFEF consideró oportuno que fueran a la gala de los premios The Best Vilda y Tomé, y no yo, que estaba nominada»
–Su sustituta al frente de ese equipo, precisamente, fue Montse Tomé. Usted ha sido una pionera en muchos ámbitos en el fútbol femenino español. ¿Cómo se siente viendo que Tomé se ha convertido en la primera entrenadora de la selección absoluta?
–Creo en la cultura del esfuerzo y creo que para llegar a entrenar a un primer equipo debes haber quemado una serie de etapas previas. Es bueno para la persona y también para el puesto que vas a desempeñar. Lo creo de veras porque pienso que eso te hace ser una entrenadora más completa, con más registro, con más capacidad de gestión. No debemos confundir el trabajo de entrenador con el de seleccionador. Ni tampoco con el de asistente o ayudante. Todos son importantes, pero creo que para el de seleccionador se espera una competencia y eso suele estar vinculado con la experiencia y los años. Uno desde fuera piensa que el seleccionador se debe a quien te ha contratado, pero el fútbol es de las futbolistas. Y las jugadoras son las primeras que te miden, te evalúan al llegar al vestuario. Y como ocurre en otros órdenes de la vida, el respeto hay que ganárselo dentro y fuera.
–Su última experiencia en los banquillos fue en el Pachuca mexicano. ¿A qué se dedica actualmente?
–Trabajo como policía local en Oviedo.
–¿Por qué no ha vuelto a entrenar?
–Se me cumplió el tiempo de la excedencia que solicité y tuve que volver para retomar mi trabajo. Hasta el momento, ha desechado ofertas futbolísticas porque aún no se ha cumplido el tiempo suficiente para pedir una nueva excedencia. El puesto de policía me permite seguir de cerca el fútbol y seguir preparándome para cuando llegue ese nuevo proyecto.
–¿Qué momento de su carrera no olvidará jamás y cuál borraría?
–No olvidaré el Mundial que conseguimos. El grupo humano que formamos, levantar ese título, la llamada del Rey... Y borrar, aunque no me arrepiento de nada de lo que he hecho, la forma en la que me sentí tratada en la RFEF. Por ponerte un ejemplo, después de ganar la final contra México y alzar la copa, me puse a llorar. Me acordaba de todo lo vivido, lo sufrido y no pude contener las lágrimas. Al igual que todas las jugadoras. Pues en ese momento, un directivo de la Federación se me acercó y me dijo en un tono despectivo: 'Ya estás llorando otra vez. Llorona, que eres una llorona'. No entendía nada.
«Obligaría a que los banquillos del fútbol femenino fueran ocupados únicamente por mujeres»
–¿Cree que la batalla del machismo está ganada en el fútbol?
–Queda mucho. No entiendo la nula apuesta por entrenadoras en el fútbol masculino. Ellos tienen acceso a los dos mercados, pero a nosotras se nos limita solo a uno. Cuando yo tengo exactamente el mismo título de entrenador que Míchel, el técnico del Girona. Entonces, del mismo modo que se ha impuesto que las árbitras de la Liga F tengan que ser mujeres, yo haría lo mismo con los banquillos. Ya que se nos impide entrar en el fútbol masculino, obligaría a que los banquillos de fútbol femenino fueran ocupados por mujeres.
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