Es fútbol y es femenino
Despreciando a Vilda
«Estos premios, habitualmente inflados de mercadotecnia y propaganda, también se dejan llevar por los juicios paralelos y la demonización»
La primera campeona del mundo española ahora es policía: «Me sentí maltratada en la RFEF»
![Jorge Vilda luce su medalla de oro como campeón mundial](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/12/18/vilda-Rg4gXimqw2ea6sfqrp5n3tJ-1200x840@abc.jpg)
Como Luis Rubiales besó de forma abusiva e improcedente a Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial, Jorge Vilda, el técnico campeón, es por tanto un entrenador incapaz. El extraño axioma volvió a quedar de manifiesto esta semana al revelarse la lista ... de nominados y finalistas a los premios The Best, con los que la FIFA pretende reconocer a los mejores de su deporte entre el 1 de agosto de 2022 y el 20 de agosto de 2023. Un período en el que en la categoría a mejor entrenador de equipo femenino pocos pueden enseñar mejores argumentos que el exseleccionador español y quien, sin embargo, fue excluido de la terna de finalistas y hasta de la de los cinco nominados previos.
Justo el día que concluía el ciclo a valorar, Vilda era coronado, y manteado por sus jugadoras, como el mejor del mundo. Cuatro meses después, aunque se juzgue lo de entonces, ha sido borrado del mapa. Estos premios, habitualmente inflados de mercadotecnia y propaganda, también se dejan llevar por los juicios paralelos y la demonización.
Cuando tan sólo cinco días después de esa final que España le ganó a Inglaterra en Sidney, la UEFA aireó sus candidatos a un galardón similar, el exseleccionador español sí estaba entre los tres escogidos junto a Jonatan Giráldez (el último entrenador del súper-Barça ayer anunció que lo deja: se va a Washington por mucho dinero) y Sabrina Wiegman (la seleccionadora de la derrotada Inglaterra), que sí han sobrevivido a la purga. El rendimiento de Vilda entonces era indiscutible. El runrún aún no le había manchado ni el brazo ejecutor de las futbolistas (Rubiales insistió la semana pasada en que cuando el motín de Las Rozas habían pedido su cabeza) se lo había llevado ya por delante.
Pero ahora, aunque se trate de las mismas fechas a juzgar, en las que el exseleccionador nacional lo ganó todo, sin amotinadas y también con arrepentidas, ya no se le reconocen méritos. Un jurado internacional compuesto por los técnicos y las capitanas de selecciones femeninas, periodistas especializados y aficionados han decidido que el comportamiento de Rubiales y su inhabilitación lo hereda como propio su empleado. Resulta ahora que Emma Hayes, la DT del Chelsea, y los seleccionadores de Suecia y Australia destacaron y consiguieron menos, pero fueron mucho más. Las curiosas matemáticas que rigen los linchamientos arbitrarios.
Vilda fue criticado, y no me excluyo, por algunas de las decisiones que tomó durante el campeonato mundial. Pero esas decisiones, cuestionadas o no, le llevaron a levantar el trofeo más codiciado del planeta. Sin embargo, ahora todos reniegan de él y de su cosecha, incluida Montse Tomé, su segunda y sucesora, que sigue empecinada en alejarse del que fue su jefe con su insistente «yo no soy Jorge Vilda».
Llama la atención, pese a la polémica y el ruido habitual que levanta el juego de estas nominaciones, que nadie haya reivindicado a Vilda, que a alguno le haya chocado al menos su ausencia. Sigue sin conocerse un sola razón que justificara su salida de la selección, cuál era su culpa, pero da lo mismo, el desprecio se ha instalado.
A Del Bosque se le concedió un marquesado por ganar el Mundial. A Vilda se le ha impuesto la condición de apestado. Desde su destierro en Marruecos (cuatro partidos: tres victorias y un empate) asiste al olvido general de su impresionante hoja de ruta deportiva, que es justo lo que premia teóricamente The Best.
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